No se puede negar que en la derecha militan hombres estudiados, instruidos, intelectuales con diversos títulos académicos adquiridos en las más prestigiosas universidades. Doctos, quienes con frecuencia salen declarando en la prensa o frente a las cámaras de la televisión, teniendo a sus espaldas una lujosa biblioteca donde exponen los títulos de numerosos tomos de las obras de famosos representantes del pensamiento universal. Algunos de estos cultivados conceden entrevistas en diversos idiomas, demostrando así que los conocimientos están almacenados en sus pensadoras en diversas lenguas. Muchos de ellos ocuparon posiciones de gobiernos en sus países, pero lamentablemente, a pesar de su sabiduría, los problemas de los electores continúan.
Juzgo que aquellas erudiciones acopiadas en los libros de su biblioteca fueron olvidadas en su mayoría o que los profusos libros ubicados en ese mueble de bruñida caoba es parte de la decoración, dado que lo aprendido no sirvió para solucionar las dificultades del país, una vez que el ilustrado ocupó posiciones de gobierno.
Por desgracia, los conocimientos de aquellos eruditos no le sirvieron de nada para resolver las dificultades cuando gobernaron, como tampoco les sirven para analizar la situación que vive Venezuela o simplemente, son otras las razones que los inducen a inculpar al gobierno del presidente Maduro de todos los males que sufre Venezuela, México, Colombia, Bolivia y a todos los que a ellos se les ocurra.
Por fortuna existen los libros de historia, los documentos, una filmografía abundantes, hemerotecas llenas de información y modernamente, una cosa llamada Internet que nos permite tener acceso a la información en pocos segundos. La historia nos revela que los gobiernos de los imperios responsabilizan de todo lo malo a los aliados de sus enemigos, tratase de rivalidades sobre negocios, filosofía, comercio, literatura hasta de música. Como el gobierno de EEUU considera que Cuba es su enemigo, cualquier país amigo de la isla caribeña es enemigo del imperio y los calificará de "anarquistas rojos". En verdad, los hostiles a Venezuela no es Obama, ni Donald, ni Uribe…sino las instituciones. Son estas las que dan muestras de tiranías bajo la apariencia distintas con diversas denominaciones, siempre pomposas, como "comunidad internacional", "sociedad civilizada", la familia, la iglesia, "las organizaciones no gubernamentales" (ONG), la ONU, la OEA, OMC, el FMI, el BM, y otras entidades comprometidas con los dueños del dinero.
Son muchos los ejemplos que la historia nos relata sobre los vejámenes de los imperios contra poblaciones indefensas, solo por defender los intereses económicos de los opulentos. A manera de ejemplo tomemos el caso del Congo Belga (hoy República Democrática del Congo), donde se localizan las minas de oro, cobre, cobalto, germanio, estaño, manganeso, diamantes, cinc y cadmio todas administradas por una empresa Belga, llamada Unión Minera. Una vez conquistada la independencia (1960) liderada por Patricio Lumumba de inmediato, los amos del dinero europeo procedieron a organizar la guerra civil para propiciar la secesión del país recién liberado en otras dos provincias: la de Katanga, proveedora de cobalto, cobre, estaño, radio, uranio, diamantes y coltán y la otra, la provincia de Kasai, rica en diamantes. La verdadera razón de aquella guerra civil patrocinada por los ricos blancos europeos fue la de apropiarse de las riquezas. El resultado de todo esto, miles de muertos, una barbarie incontrolada y el asesinato de Lumumba organizado por la CIA. En vedad, no fue el rey Balduino de Bélgica, ni los dueños de las minas los responsables de tal bestialidad, esto no fue más que otro más de los numerosos crímenes del imperialismo, tal como lo señaló el afro norteamericano Ralph Bunche (secretario general adjunto de la ONU). Todavía hoy en el 2018 la República Democrática del Congo sufre la secuela de aquella brutalidad.
Al presente, en el siglo XXI, es notorio que la globalización es una nueva forma de producción internacional vinculada con una nueva fase del desarrollo del sistema imperialista mundial, donde los monopolios internacionales conquistaron un poder sin precedente. En verdad, la globalización no es una forma de organizar la sociedad, aquella es una nueva organización de la producción capitalista. Por tal motivo las empresas globalizadas intentan apoderase de todas las riquezas del planeta, tal como lo hicieron con el petróleo, al principio el siglo XX, las "siete hermanas". Estas compañías petroleras controlaban la producción, la explotación y la distribución del crudo en el ámbito mundial. Por tal motivo los capitalistas de EEUU y los de la UE han creado una superestructura política para monopolizar la producción internacional bajo la figura de empresas globalizadas.
Modernamente el mundo está repartido entre los grupos imperialistas, es decir las empresas globalizadas, con la certeza que para estos insaciables no existen territorios libres y para ocupar nuevos mercados, para apoderarse de las fuentes de las materias primas, para desarrollarse aún más, hay que arrebatar a otros esos espacios.
Lo anterior no es una premonición ni una profecía de un ignorante con apariencia de augur. En esto consiste la desgracia de los países que no han logrado el desarrollo, están condenados a ser invadidos por los imperialistas para que las empresas globalizadas se asignen sus riquezas. Es el dominio del capital financiero representado por unos veinte países capitalistas, quienes se han repartido entre si la mayor parte del patrimonio del mundo entero. Es el afán de la hegemonía mundial, es la esencia política del imperialismo.
Juzgo que los sesudos intelectuales de la derecha no vislumbran nada de esto y la enseñanza de la historia no le dice nada. La repartición del Congo, las invasiones de Irak, Libia, Siria, Yemen y Afganistán donde está localizado el mayor reservorio mundial de crudo, necesario para el desarrollo de los países del hemisferio norte, parece, según ellos, que solo está vinculado con problemas religiosos, con la democracia y la violación de los derechos humanos. Pienso que aquellos sabiondos no advierten que la monopolización y la industrialización de la agricultura condujo hacia un nuevo fenómeno como es la fusión del capital agrario, comercial, bancario e industrial a escala internacional. Son los nuevos buscadores de oro, en este caso, de las riquezas planetarias, para arrebatárselas a sus verdaderos dueños.
Venezuela posee dentro de sus entrañas la mayor riqueza petrolera del planeta necesaria para el desarrollo de los países industrializados, además de este mineral, posee oro, diamantes, hierro, platino, bauxita, uranio, agua en abundancia y una rica biodiversidad y por desgracia, es aliada de Cuba, de China, de Rusia, de Bielorrusa, así mismo un gobierno y pueblo que se niega a doblegarse ante los mandatos de gobiernos extranjeros; esto nos hace singulares y objetivo militar del capitalismo. Una amenaza que pende sobre nuestro país y sobre América.
Estamos viendo que los batallones del capital financiero internacional están en marcha con el fin de reordenar en su beneficio la producción, la distribución y comercialización de las riquezas del planeta. Por esta razón el proletariado de los países no industrializados deberá buscar la estrategia y las tácticas más adecuadas para enfrentar la rapacidad de los neocolonialistas que amenaza la paz mundial. No se equivocó Simón de la Trinidad cuando afirmó en 1814: "Para nosotros la Patria es América; nuestro enemigos, los españoles, nuestra enseña, la independencia y la libertad". Actualmente nuestros enemigos son los capitalistas globalizados. Lee que algo queda.