Europa, constituye un magnetismo para los jóvenes africanos y de Senegal. Una vez se sintieron arropados por los cubanos, quienes le dejaron al observar que sus tierras no ofrecían seguridad agroalimentaria y materia prima para su tenue industria. Un golpe seco a sus emociones y, donde los franceses se sentían por igual frustrados al no sentirse atraídos por el Sahara. Solo las jornadas culturales le permitieron avistar que sus grupos tribales y familiares son los importantes en ese impulso que ofrecen los ejes territoriales en cualquier país del mundo.
La economía de Senegal crece en una proporción del 2.9 % anual, pero, Francia y los países de la alianza poco se sienten interesados en explotar su territorio, solamente algunos técnicos comparten criterios sobre esta gran verdad., ya los urbanismos van quedando solo.
África, constituye una única realidad en el mundo y se desborda en juventud y en cuyo territorio caben diez Europa y con unos dos mil dialectos, constituyen un ejemplo para la sociedad porque, su influencia hacia el viejo Oriente y Occidente nos detallan su influencia genética y da pie que un 68% de la población mundial tendrá influencia africana y la religión dominante será islamista y en su conjunto yihadista. Ya Europa envejece y se despuebla, sus nativos se desplazan hacia Occidente para huir del cambio climático y del efecto invernadero. Los pobres, son los que más emigran y son una referencia histórica para el siglo XXI.
La paradoja, es como administrar los recursos, aumentar la información, capacidad y recursos de quienes ponen en marcha el nuevo universo de éste importante continente. Sin duda, hay un choque de sociedades que viene provocando una crisis entre las élites cosmopolitas y el populismo de algunos presidentes antiinmigrantes que defienden la identidad cultural como algo monolítico y extienden todos los temores en términos de seguridad social y económico. Los africanos, corren todo tipo de riesgo, desde contemplar la televisión en Europa, haciéndola irresistible, hasta perderla, porque mueren en el mar, de sed en el Sahara o simplemente caminar sin rumbo fijo.
Las migraciones, son una constante en la vida humana y sus concentraciones espacial y temporal dan un carácter desordenado a sus vivencias geopolíticas. Estamos frente a un gran flujo migratorio que reviste un nivel existencial como el caso Venezuela, donde el hambre es la excusa para salir del país, donde los gobernantes quieren convertirse en dictadores, alejándose de la democracia socialista y en otros países por estar frente al peligro yihadista, en esto, tenemos el ejemplo de Turquía y Libia.
El mejor escenario sería el de una política de desarrollo compartido con una aproximación coherente al control de los flujos migratorios, con incentivos a la devolución de inmigrantes irregulares, aumento de los regulares y sistemas de inmigración circular, es decir, con garantías de retorno. Todos saldríamos ganando y algunos no tendrían que morir. Hablamos mucho de ello, pero, consumidos por el corto plazo y nuestras estériles querellas de patio de vecindad, no le dedicamos ni la energía política ni los recursos necesarios para una tarea en la que nos jugamos el futuro y los valores en los que decimos que se basa la civilización europea.
La libertad, nos espera en la medida que frenemos la mentira y pongamos a un lado el silencio y el sacrificio de observar y contemplar cada acto de la vida, debemos alejarnos de la esclavitud y servidumbre, como la dependencia. Cada pensamiento y sentimiento, tiene que tener el aire de una verdadera libertad espiritual como ideológica.
Debemos ser garantes de la constitución y busquemos tener formación política, hay que desplomar a quienes vayan en contra del mismo Estado y esgrimir la espada de la justicia en pro del bienestar ciudadano.
Los partidos políticos, deben ser los verdaderos defensores de la patria y, no permitir que algunos personajes permitan la defensa del bandalaje en el país. Hay que dejar de ser populistas y convertimos en vigilantes de nuestra realidad social.
Debemos ser coherentes en el accionar popular y, las manifestaciones tienen un destino. Los africanos ya lidian su realidad, Los movimientos religiosos en un principio descifraban su prioridad maléfica y satánica, pero, el Evangelio viene siendo predicado y ya no debe existir insensatez en las promociones de las cofradías, porque el condicionamiento es clasista. Hay que tener cuidado por los tintes izquierdosos cercanos a los paleros. Los movimientos religiosos representan una negatividad en nuestra sociedad, Esto, es prioritario y, los movimientos socialistas del Siglo XI, llevan un tinte religioso y, de allí es muy fácil mantener una posición clasista de trabajo yy valores, en el ambiente que trabajamos.
Los movimientos de protesta en nuestro siglo XXI se nutren de la energía psíquica de miembros dotados de un fuerte individualismo, obligados a enfrentarse no a las condiciones de explotación laboral de la industrialización, sino más bien a la paradoja de las exigencias de sus condiciones de vida. Individuos que necesitan otorgar sentido a su existencia para que estas exigencias no se vean obstaculizadas. No es casualidad, pues, que sean los jóvenes universitarios los más sensibles a estas paradojas vitales, y que, como ‘afectados’, construyeran los argumentos a favor de los ‘afectados’ (‘indignados’ en la jerga del movimiento).
Pablo Iglesias, con cierto eco de premonición en su propio apellido, se había arrogado desde un principio este papel de superioridad satánica (ya fuera atendiendo a la ley del corazón o bien la insensatez de la oscuridad propia, que diría Hegel). Podemos fue fruto del parto de un movimiento de protesta. Protesta esta, por mucho que se quisiera teñir con tintes izquierdosos, muy alejada de aquellos movimientos socialistas del XIX, íntimamente ligados a condicionamientos clasistas y al trabajo en las fábricas, que, en base a ello fue capaz de organizarse y armar una teoría.
Su equipo, esta el Sahara y en el mundo europeo
Individuos que necesitan otorgar sentido a su existencia para que estas exigencias no se vean obstaculizadas. No es casualidad, pues, que sean los jóvenes universitarios los más sensibles a estas paradojas vitales, y que, como ‘afectados’, construyeran los argumentos a favor de los ‘afectados’ (‘indignados’ en la jerga del movimiento).
Solo, necesitan el crecimiento sociopolítico y adecuar sus requerimientos a la realidad del país--
influenciar políticamente, pero fuera de los cauces normales. Un modo de proceso extraordinario y urgente de asuntos considerados de calado vital. Nos encontramos, pues, con una comunicación de protesta social que pretende dar la impresión de ocurrir fuera de la sociedad, la visión del ángel ‘antisistema’ que con un fuerte sentido de la responsabilidad social se expresa en contra de la sociedad.
Los africanos, tuvieron que irse y no poner limites a su propia unidad de trabajo. El destino es catastrófico para EEUU y España no envía sus nacidos en tierra de Málaga a otros mares. Esta construcción imaginaria pudo sostenerse mientras que el movimiento no tomó el derrotero de la acción política convencional.
Pero, es su residencia y legitima, nosotros les dimo fuerza para establecerse como virreyes natos.
