Desde nuestro punto de vista este gobierno es una estafa. Nos prometieron revolución y continuar con el legado de Chávez y el gobierno nos engañó, quiero decir, ahora no hay esperanzas de que arranque ningún motor, porque motores, no existen.
Una señora perfumada y bien vestida, que parece que tiene conocimientos de arquitectura, que tiene cara de que comprende el drama de la vivienda y los sentimientos humanos, nos vende un apartamento que ya tiene dueño. Eso fue lo que pasó con Maduro, nos vendió algo que nunca tuvo: el poder de la prosperidad. Al final nos responsabiliza a todos de su falta y así queda disculpado de su estafa. ¡Quién no ha cometido errores! –Dice… para poder mentir y ser tan soberbio hay que saber decir sin piedad, "cultivemos los valores de la humildad, de la veracidad… no seamos individualista", en público.
Acabar con las guarimbas fue un pretexto para sostener el plan original de entrega de la revolución socialista.
El plan original del madurismo fue entregar la revolución de Chávez, restaurar la socialdemocracia sustituyendo los cambios por reformas, y sosteniéndose en el poder. La adulteración del Plan de la Patria de Chávez no se pudo hacer de forma tan improvisada. Su cambio fue publicado casi que de inmediato a la muerte de Chávez, lo que quiere decir que estando Chávez vivo –pero en cama- ya estaba redactado con las modificaciones. La verdad es que el proceso fue al revés, al plan nuevo se le insertó el original, debido a la cantidad de agregados que había que añadir. Al final, un plan de acción política había quedado casi como una ley, y de ahí a que lo fuera sería un paso.
¿Por qué una Ley? Porque una ley obliga. Cualquier cambio que se hiciera, siguiendo lo dicho en el plan adulterado sería un acto legal. Sin embargo no pensaron en la Constitución, y por eso lo de la Constituyente y suspender la Constitución de Chávez en un limbo legal, además de la ley de protección y estímulo a las inversiones extranjeras. Todas las decisiones que en este momento se están tomando para estimular la inversión mediante excepciones arancelarias y de otros impuestos a las importaciones están blindadas por la Ley del Plan de la Patria, la Ley de las Zonas Económicas Especiales, la Ley "constitucional" de estímulo y protección de inversiones extranjeras y sobre todo porque la Constitución de Chávez se encuentra en suspenso con la Constituyente "activa" (solo es un decir por enchufada). Sin estas Leyes y con la Constitución vigente, estas excepciones serían inconstitucionales, por la aplicación de doble tributación y otros preceptos escritos en ella que protegen el patrimonio y la soberanía del país de vivos, de privatizaciones, de la entrega de territorio y nuestras reservas naturales a extranjeros y a particulares.
Luego de la falsificación del Plan de la Patria vino la alianza con la empresa privada, grande, mediana y pequeña. A las primeras personas que se los invita a un rencuentro, casi que inmediatamente de morir Chávez, fue a Lorenzo Mendoza de Polar (quien manoteó y malandreó a Maduro como quiso), a Oswaldo Cisneros de la "cámara petrolera" y dueño de Movistar (ahora dueño de Deltapetróleo y socio de otras empresas que especulan con los precios de los hidrocarburos con unos hijos de Ramos Allud) y Gustavo Cisneros, director externo y representante de Barrick Gold. Esta alianza se ha mantenido hasta ahora. Pero con ella se ha mantenido también la conspiración, el doble papel de aliado y enemigo, el desangramiento del país, el sabotaje a la moneda mediante sus bancos y sus otros aliados, el eterno robo de la renta y riquezas.
Desde entonces el esquema ha sido el mismo: ferias de "producción", ruedas de negocios para repartir dólares, escasez, contrabando de extracción, estímulos fiscales para la "repatriación de los capitales" (o lavado de dólares robados) falta de producción por parte de los privados y sabotaje a la producción de las empresas del Estado, socialista y no socialistas.
Gracias a esta torpeza política, a la falta de claridad y firmeza política, se han relajado los mecanismos de control y anarquizado el gobierno, permitiendo toda clase de decisiones aisladas y contradictorias, sin rumbo claro, sin estrategia. La política cambiaria, haciendo ricos a todo aquel que ha tenido acceso a dólares baratos, tanto del gobierno como privados, o los dos combinados; han generado la mamá de las inflaciones, toda clase de mercados subterráneos: los bachaqueros, el mercado del efectivo, el mercado de los puntos de venta, mercados subterráneos que producen la escasez inducida o no. Detrás de todo está la ausencia de planificación y de control sobre la economía y todos sus procesos por parte de un gobierno traidor, muy unido, pero traidor, de hombre y mujeres leales entre sí pero traidores al país de Chávez, a Chávez y al socialismo.
Derrotadas las guarimbas el gobierno se ha hecho mucho más permisible que antes (o esto fue acordado, no se sabe), más relajado, dejando ver sus verdaderas intenciones de romper con el socialismo, hoy confesadas descaradamente por Maduro, continúa con su esquema de programas de beneficencia para las mayorías pobres, llamado cínicamente "socialismo en lo social", e invirtiendo nuestros recursos colocados en las manos de los capitalistas foráneos y nacionales: es el caso de los 110.000 K2 de nuestro territorio en el Arco Minero del Orinoco, entregados a las trasnacionales del desastre (Barrick Gold, Gold Reserve, etc.), de las Zonas Económicas Especiales en manos de los capitalistas, de privados, en particular la Faja del Orinoco junto a PDVSA, en vías de ser vendida por pedazos, privatizada.
Pero, lo más indignante ha sido que toda esta estafa fue operada desde sus comienzos en nombre del socialismo y de Chávez. Para la historia reciente, Chávez y el socialismo van estar manchados de torpeza, ineficiencia o voluntad de ella, rayados de corrupción capitalista regada por todas partes, los van a confundir con la fragmentación del país, el egoísmo el individualismo; Chávez y el socialismo serán sinónimos de mentira y trampa, gracias a Nicolás Maduro y sus aliados.
28/07/2018
