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Escribir contra el gobierno da nota… no se raye diciendo nada bueno sobre Maduro porque se hunde… y nadie le felicitará entonces…
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Decía Diderot: ¿Por qué es necesario que las acusaciones sean escuchadas con tanta avidez y las apologías sean recibidas con tanta indiferencia? Es sin duda un mal que está en la naturaleza humana, y contra el cual hay que luchar para no caer en la ruidad y en la bajeza.
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La naturaleza humana persigue el morbo; hay un gusanillo en el interior de cada cual que busca con placer la intriga, el chisme, el cuento macabro contra las personas conocidas e incluso familiares; la invención malsana, la vacuidad insultante y baja. A pocos les interesa leer artículos o comentarios que puedan de algún modo hacer justicia a los esfuerzos que hace el gobierno por enfrentar tantos males o que traten de poner realmente en claro lo que positivamente persigue hacer el gobierno para solventar horribles adversidades; eso no da nota, eso es fastidioso, eso es una ladilla.
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Decía el Conde de Las Casas en su monumental obra "Memorial de Santa Elena": El crimen imaginario persiste en todas las bocas, se graba en todas las mentes y para el vulgo y su masa es entonces y siempre
un hecho constante y probado. Por eso uno tiene que calarse de la gente más pendeja, ignorante y burda babiecadas insólitas en las que se arguye que todas las mansiones y poderosos negocios en las grandes ciudades son de Diosdado Cabello, de Aristóbulo, de Jorge Rodríguez o de Tareck El Aissami. Entre 1998 y 2002, cuántos cuentos llegué a escuchar sobre los alaridos de las amantes de Chávez por las palizas que éste le daba y que se expandían por todos los alrededores de Miraflores. -
Y se acumula por la prensa y por casi todos los medios nacionales un maremagno de insultos y sainetes caribeños contra el Presidente Maduro en una redundancia chiqueril, como si a sus autores no les bastara con los que se publicna en su contra desde España en "El País", "El Mundo", "La Razón", "ABC"; desde Chile "El Mercurio", en México desde "El Universal", en Perú desde "El Comercio", en Argentina desde "Clarín", en Miami desde "El Nuevo Herald" y toda la caterva de medio gringos incluidos The Washington Post, Time, The New Yor Times, etc.
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Eso sin contar la mil y una televisora que todos los días están sacando en diversos programas o noticieros, comentarios con pinzas para montar espaciosas y especiosas chirigotas contra el chavismo en el mundo.
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No siento ningún placer ni veo en ello ninguna gloria unirme a una pandilla de Excretadores de vacuidades para atacar a un hombre al que los gringos poderosos atacan cada segundo a mansalva.
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¿Qué gloria puede ganarse o sentirse, insultando cada día a un hombre que ha sido maldecido por Obama y ahora por Trump, con una diarreica expulsión de Decretos y sanciones en los que se reza que el Presidente Maduro es una amenaza para la seguridad de las plácidas ranas plataneras del Norte?
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¿Qué pueden agregar estos Excretas nacionales o criollas a una maldición tan extensa e intensa ya declarada al planeta, con apoyo del mayor poder armamentístico del planeta? ¿Qué más podría añadir un pendejo a una amenaza y a un juicio sancionatorio del imperio gringo, que como se sabe es inapelable en este mundo?
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La crítica juiciosa y sana es otra cosa; es la que se hace para alertar sobre los errores que se puedan cometer, pero sin adjetivarlo con guasas y escarnios virulentos y biliosos.
A todos estos señores que maldicen a diario a Maduro sólo por el placer de maldecirlo son pequeñitas criaturas que ya nada agregan al arsenal insulto que provienen de mil frentes distintos en los cinco continentes contra el chavismo. Una observación, pues, que hago, para que no se llueva tanto sobre mojado…
