Así empezará la guerra civil de Maduro

El 8 de agosto pasado escribí lo que pensaba ser mi último artículo en Aporrea, pero desde entonces he recibido muchas cartas de lectores pidiéndome que no pare de escribir en Aporrea.

Entonces, ya que es gracias a los lectores que he podido escribir --- porque sin lectores mis palabras no valen nada ---, decidí retomar la escritura en Aporrea, pero debo tener mucho cuidado.

Me explico.

Tengo la boca muy grande, eso lo sé, siempre fui así, desde joven, cada vez que había una sorpresa, yo la adivinaba y abría mi gran boca, y la gracia de la sorpresa se evaporaba.

Enseguida todos querían estrangularme, por supuesto.

Bueno, a partir del atentado del 4 de agosto contra Maduro, Maduro ha emprendido una cacería de brujas, o sea, a cualquier persona que se atreva a hablar en contra de Maduro, la persiguen, la desaparecen, o la encarcelan, sin debido juicio, sin derechos, sin nada, al estilo cavernícola de cualquier cobarde delincuente callejero que utiliza armas contra los indefensos para satisfacer sus bajas necesidades.

No hablo de la nada.

En el 2008 Maduro trató de intimidarme mandándome a ser interrogado por fuerzas policiales a su mando, no quiso enfrentarme cara a cara, cobarde, él lo sabe, pero su intento de intimidarme no le funcionó porque él no sabía entonces que yo le había estado haciendo trabajos de investigación a Chávez desde el 2002, bueno, su intento de hacerse pasar por fuerte y fantástico se le explotó en la cara a Maduro, así como todo lo que él está haciendo hoy se le explotará en la cara (ver más abajo).

Estoy seguro que no soy el único que ha experimentado su cobardía de primera mano.

De todas maneras, no quiero hablar más de eso, me enferma pensar en ese tipo de persona que utiliza la cobardía como herramienta de trabajo.

Lo que quiero decir ahora es lo siguiente:

En mi estimación Maduro ha instigado un guerra civil aquí en Venezuela que empezará a mostrar sus dientes este mismo mes de agosto del 2018, o tal vez en el comienzo de septiembre, no creo que podamos evitarlo.

A partir de mañana, el 20 de agosto del 2018, cuando los empleadores deberán pagar salarios mínimos de más de 34X el salario actual (¡?¡?¡?¡), y cuando el precio de la gasolina aumentará (gradualmente) a precios internacionales inalcanzables con un salario mínimo de solo unos $30 mensuales (si jamás se concretiza, hoy el salario mínimo es de menos de $1 mensual), y cuando los precios de todo aumentarán --- la comida, la medicina, el agua, la ropa, los cuadernos y lápices, los fósforos, etc., TODO --- sin controles de por lo menos unos 10X a 20X de un día al otro (entre el 20 de agosto y el fin de mes creo), todo se explotará en la cara de Maduro, y en las caras de todos nosotros.

Lo peor es que pareciera que ni a Maduro, ni a sus ministros, gobernadores, alcaldes, asesores, colaboradores, amigos y familiares les importa un carrizo lo que está por ocurrir.

Una guerra civil no se puede controlar, ningún gobierno en la historia de la humanidad --- que yo sepa --- ha podido controlar ese tipo de evento, ni el mismo gobierno de EEUU, quienes son expertos en guerra y controles, donde durante la guerra civil de EEUU (1861-1865) se entremataron unos 600.000 ciudadanos, de una población total de alrededor de 31.000.000 (aproximadamente la misma población de Venezuela actualmente), o sea, se entremataron alrededor de 2% de la población, o sea, dos de cada 100 personas.

Ver: https://en.wikipedia.org/wiki/American_Civil_War

Imagínense ahora donde viven ustedes, ¿cuántas personas viven allí, cerca de ustedes? ¿Cien, doscientos, mil?

Digamos que son mil personas, eso significaría que morirían 20 personas que ustedes conocen, que ven todo los días, o de vez en cuando, muertos ahora, a puñaladas o balazos, por las razones que sean (ver más abajo).

Eso es lo que Maduro ha instigado, es inevitable, digo yo.

- Por lo menos la mitad de todos los empleados de las empresas privadas del país se encontrarán sin empleo el 20 de agosto. Esa gente tendrá que dedicarse al bachaqueo de gasolina y medicamentos y comida, o al contrabando, o al robo (lo que trae consigo la violencia y el asesinato), y si no se dedican a estas cosas, tendrán que aceptar de trabajar casi como esclavos, por un poquito de comida, o vender sus cuerpos a los corruptos del gobierno que sí tienen el dinero para gastarlo como les da la gana. Esa será la nueva realidad.

- El gobierno dice que va a pagar la diferencia de los salarios de las empresas privadas durante 90 días, bueno, durante ese periodo, la inmensa mayoría de las empresas se añadirán al subsidio, pero igual botarán a la mayoría de sus empleados, además de quedarse son el subsidio, y cerrar sus empresas. Así será, no porque yo lo decrete, no, es simplemente inevitable.

- El gobierno no podrá controlar nada, ni la corrupción con respecto a los subsidios, ni podrán obligar a las empresas a pagar sueldos de 34X, ni podrán impedir que las empresas privadas boten a cientos de miles de empleados o que cierren sus empresas, en su gran mayoría las pequeñas y medianas.

- La gasolina básicamente desaparecerá para ser controlada por mafias, la mayoría asociadas a este gobierno de Maduro, y distribuida por bachaqueros (pimpineros).

- Se paralizará el transporte público casi por completo, pero por largo tiempo, posiblemente 6 meses o mucho más, lo que significa que mucha gente no podrá ir a trabajar, lo que significa una baja muy significativa en la poca producción que existe en el país, lo que significa también una desesperación social que solo existe cuando existe la guerra (ver N.B.).

- Esa desesperación --- como la que viviremos a partir del 20 de agosto, activará de manera natural, dentro del ser humano, o sea, dentro de nosotros, los instintos naturales de la sobrevivencia, o sea, los instintos de proteger y matar, y eso precisamente eso lo que ocurrirá. Primos matarán a primos por haber robado un kilo de harina, vecinos matarán a vecinos por haberse acostado con la esposa, pero para robarles un kilo de arroz, con esa "buena excusa." Un grupo de vecinos llenará una carnicería de gasolina para hacerla explotar a pedazos y robarse toda la carne. Etc. Cualquier excusa, en tiempos de desesperación, es aceptable para justificar la sobrevivencia.

Así es la guerra.

Así es la guerra civil.

Así empezará la guerra civil de Maduro.

N.B. No hablo de la nada, no es una "teoría" o un "cuento," esto ha sido una evaluación de la realidad que estamos viviendo actualmente aquí en Venezuela, y en base a mis experiencias personales en guerras en el Medio Oriente. También incluyo las observaciones sobre el comportamiento en general de nuestra sociedad actualmente, y mi propio comportamiento. Jamás en mi vida compré cosas robadas, pero desde hace más de un año, casi todo lo que compro es robado, y lo sé. ¿Por qué compro cosas robadas hoy? Porque todo producto que compramos hoy aquí en Venezuela en una tienda contiene su porcentaje MUY SIGNIFICATIVO de corrupción, sobornos, oportunismo, etc., o sea, de ROBO, entonces no existe ninguna diferencia substancial entre comprar un artículo en una tienda o el mismo artículos robado.

 

 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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