¡Elías!... ¡Y dónde está el socialismo!

Elías Jaua se debe haber sentido presionado por Chávez. Y con razón, Chávez sabía que no estaba haciendo nada. Lo Mismo pasó con Jesse Chacón, el embustero de la Planta de Salsa de Tomates en Acarigua. Eso pasó con casi todos los proyectos que quiso adelantar Chávez, los asignados no hacían su trabajo y había que estar encima de ellos.

El gran reto (y trabajo) de Chávez fue hacer que sus ministros trabajaran, solo le quedó arrear a estos medio revolucionarios, flojos, petulantes, obnubilados con el poder. Chávez casi siempre, si no siempre, supo quién le mentía. Pero como fueron casi todos, hacer que algunos trabajaran con interés y sentido social fue una proeza. Al tiempo que tuvo que pensar y planificar las misiones sociales y los desarrollos económicos, Chávez asumió el reto de dar ejemplos de trabajo y sacrificio y educar a sus mismos ministros, sobrados y orgullosos, muchos de ellos con una hoja de vida revolucionaria larguísima, con la cual siguen hasta hoy sacando provecho a sus mentiras. Definitivamente, en aquellos años el chavismo era Chávez.

Chávez hizo lo mismo con casi todos. No obstante, conociendo más el caso, algunos se organizaron muy bien para aguantar el ritmo de trabajo continuo, las llamadas de madrugada, las emergencias y urgencias. El caso de Rafael Ramírez fue uno de ellos. Se procuró de un equipo de trabajo eficiente para afrontar casi todas las tareas principales de la revolución: el Ministerio de Petróleo y Minería, PDVSA, Las Misiones Viviendo Venezuela, apoyo a Barrio Adentro deportivo y médico, Misión Ribas, PDVSA industrial, PDVSA agrícola, la vicepresidencia del PSUV Occidente y luego Oriente, Fundación Oro Negro, Fundación La Estancia. Si Chávez despertaba al Ministro a las 2 de la madrugada éste lo hacía al mismo tiempo con su equipo de trabajo; fue una rutina a la cual se acostumbraron todos y las cosas se hacían, sin necesidad de parapetos, improvisaciones; hablar con la verdad le fue suficiente a Chávez, por eso lo quiso y confió en él (No somos capaces de juzgar a Ramírez como corrupto porque no tenemos elementos para hacerlo, menos de decir que él acabó con PDVSA, porque es mentira).

Con un gabinete funcionando de verdad a rimo de Chávez este país habría sido otro, si todos los ministros del sector económico: industria, finanzas, agricultura y tierra etc. hubiesen hecho su trabajo asignado, hubieran cumplido sin tener Chávez que arriarlos o regañarlos, este país sería otro, no hubiera habido tiempo para ninguna conspiración reformista y de resentidos, de arribistas y flojos; las veleidades pequeñoburguesas hubiesen quedado atrás. En principio (en esencia) Maduro solo hizo política mimetizando a Chávez, en la Asamblea y en el ministerio de relaciones exteriores; muerto Chávez, liberado de su sombra y no sabiendo de qué se trataba "el asunto" de la revolución optó por el pragmatismo, llamó a los empresarios privados para que se ocuparan de la producción y la economía en general. Si Chávez no muere Maduro aún estuviera la sonrisa congelada asintiendo a todos sus dictados.

El legado de Chávez se perdió "como una lágrima bajo la lluvia". El camino al socialismo solo quedó plasmado en el plan de la patria y casi que inmediatamente fue sustituido por otro, previsto y precaviendo la muerte del comandante. Da fastidio insistir en que esto que vivimos desde su muerte no es socialismo, ni el camino hacia él. Solo diremos que el socialismo lo construye un pueblo trabajador, abnegado, liderado por los mejores y más sacrificados dirigentes, "grandes capitanes", no embusteros oportunistas; es un sacrificio, no un cómodo cambio de equipo y de uniforme. ¿Dónde está el socialismo? en una lucha sostenida; la vida del revolucionario es un apostolado, la misma vida de quien vive para resolver problemas, pero con la diferencia de que estos problemas son problemas sociales y humanos; no es ajedrez y matar al Rey enemigo, no es arquitectura funcional y ecológica, no es ingeniería, no es una batalla convencional, ni encontrar la cura de una enfermedad, es todo esto y más, hacer justicia a toda la sociedad llevándola a un nivel de desarrollo espiritual superior.

Hoy el gobierno es una puesta en escena de unidad política, unidad sobre la base de un plan neoliberal "muy original" pero donde hacen vida fracciones con intereses personales o particulares; digamos que se distribuyen los beneficios, parcelas de poder… ¿Unidad?, para que no se pierde la "fuente de poder", para seguir mareando al pueblo de Chávez, que siga votando, marchando, dócil; unidad para seguir arrastrando la arruga. "Time y money".

Marcos Luna 27/08/2018



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

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