Todo aquel que es opositor, o al menos aquellos que no se sienten afectos al gobierno revolucionario, han cogido ahora el tema del Carnet de La Patria para denigrar y hablar cuanta peste se les ocurre en contra de la gestión del presidente Nicolás Maduro, porque erróneamente vienen pensando que el hecho de "tenerlo y no utilizarlo, que necesitarlo y no tenerlo" obliga a la población venezolana, sobre todo a aquellos que adversan al gobierno, a formar parte de sus políticas, si se quiere, de manera obligada, como se pretende hacer ver.
En lo personal no me queda de otra que manifestar que no he visto una ridiculez más grande que ese tema tan falto de inteligencia que ahora la oposición esgrime, como si estuviese hablando sobre un tratado, incluso, internacional, de vital importancia para el país. Lo peor de todo es que hay muchos que se lo creen.
La oposición, a nuestra manera de ver, se niega aceptar que el Carnet de La Patria es simplemente un documento estadístico que el gobierno ha puesto al servicio de todos los venezolanos para llevar adelante los programas sociales.
Hasta ahora los más ingenuos del lado opositor no lo ven como una herramienta importante y moderna que permite emprender nuevas ideas y políticas en favor del pueblo, a pesar que su carácter central busca facilitar, dirigir y mitigar, la crisis que tanto viene afectando a todos los venezolanos, sin excepción de raza, credo, o inclinación política.
Nadie puede negar, al menos las personas cuerdas, que el Carnet de La Patria, tal como ya se viene utilizando, va a permitir controlar también o disminuir al menos el contrabando de extracción de gasolina hacia Colombia, entre otras cosas.
Negar que las personas de la tercera edad, los pensionados, y todo aquel que ha sido incluido en las ayudas económicas y en los programas sociales, se han beneficiado gracias a que sacaron el Carnet de La Patria, es negar que el sol sale a diario para todos.
Lo que si veo, en lo personal, es que la oposición se quedó sin discurso y sin argumentos, que de hecho los hay muchos, para criticar o mal poner al gobierno. No encuentra en que "palo agarrarse", para pretender encender de nuevo la candelita. Lo triste de todo es que demuestran que van para atrás, como el cangrejo.
Eso de utilizar un tema tan banal, tan cursi, sin interés, que nada aporta al país, para rivalizar con el gobierno, dista mucho de pensar que la oposición está debidamente preparada para asumir el mando de la nación.
Aquí en Yaracuy escuchamos incluso a través de la radio a algunos personeros de la oposición montar todo un "llantén" por el tema del Carnet de La Patria. A uno, con reconocida trayectoria política, se le escuchó decir, incluso: "Yo no voy a sacar ninguna "guarandinga" para poder tener acceso a la gasolina, si me toca andar de ahora en adelante en bicicleta, así me verán".
Pero igualmente escuchamos a algunos alarmistas refutar, de manera frenética, acalorada y casi infartados, referirse a lo anunciado por el presidente Maduro, que ahora la nueva política social, para facilitar las cosas, ha dispuesto en adelante que todos los trabajadores debidamente registrados a través del IVSS deben tener el Carnet de La Patria para poder cobrar sus pensiones.
Está claro que todas estas quejas que han surgido y vienen surgiendo en torno al afamado carnet solo tienen un claro propósito, por demás mediático: contar con un tema que le permita a todo aquel que sea opositor echarle "plomo" parejo al gobierno, lo malo fue que escogieron un argumento, por demás de poca importancia y cursi, que deja mucho que desear en aquellos que pretenden llegar a dirigir al país.
A propósito, hay que señalar que nos guste o no, la emisión del Carnet de La Patria es política clara, seria y definida del gobierno, por lo tanto todos los venezolanos, sin excepción, estamos llamados -por respeto a las leyes y a las disposiciones legales- a acatarlo. Hasta ahora a nadie se ha obligado a que lo obtenga, eso sí, quien se niegue aceptarlo pues debe correr con las consecuencias que acarrea no tenerlo.
*Periodista