Hay quienes todavía se empeñan en no reconocer la naturaleza capitalista del madurismo. Ahí están las evidencias del "Plan de recuperación y prosperidad económica". Estás últimas medidas dejan suficientemente al descubierto para quién gobierna Maduro. No hay en todas las medidas ninguna que le sirva al pueblo trabajador empobrecido. No hay ninguna que haga del pueblo el centro de sus beneficios. La nueva clase política burguesa asumió el poder con el claro propósito de ejecutar un plan entreguista a las transnacionales capitalistas y asestar así una derrota al chavismo revolucionario socialista. La contradicción se ha generado porque el plan neoliberal se ha visto obligado a hacerlo a nombre del chavismo mismo. Y el desconcierto que existe en el pueblo chavista precisamente reside allí, el haber estado sosteniendo durante cinco años la ilusión de un gobierno que abandonó el proyecto original del socialismo por restaurar el capitalismo.
En tal sentido, el PSUV ha sido despojado del espíritu revolucionario que aún le quedaba y fue reducido a un simple instrumento del reformismo. Para completar la ecuación, el Polo Patriótico lo sometieron a cumplir cabalmente la gran misión de guardar silencio (cómplice). Pero todos sabemos que de la prolongada y dura crisis del modelo capitalista administrada por la social traición de la maduroburguesía, solamente podrá surgir la revolución socialista aunque ésta aparente retrasarse. Por ahora, la victoria "pírrica e inmamable" de la restauración madurista del capitalismo subdesarrollado y dependiente sirve como la antesala del socialismo en Venezuela. Las condiciones objetivas presentes sólo esperan acoplarse al genio subjetivo para generar el salto cualitativo y favorecer la iniciativa socialista. Le corresponderá entonces al futuro movimiento popular revolucionario la tarea de articularse en un nuevo bloque histórico y estudiar, sin escatimar esfuerzos, el desarrollo del capitalismo nacional e internacional para comprender con mayor objetividad cuáles son las tareas de la reconstrucción nacional dentro de la transición socialista en Venezuela para cuando la correlación de fuerzas cambia y la maduroburguesía sea desalojada del poder por todo el pueblo trabajador.
La reconstrucción de Venezuela debe hacerse recuperando el Plan de la Patria original que Chávez dejó y que el madurismo ocultó con uno falsificado.La retoma de la transición socialista debe tomar en cuenta también el contexto de la crisis mundial del capitalismo, La ley de la tendencia a baja en la tasa de ganancia que permite observar: que el modo de producción capitalista no será eterno sino que es transitorio en la historia de la humanidad.
La producción de la riqueza en general en la nueva sociedad socialista que emerja de la reconstrucción deberá estimarse cada vez más en términos de valor de uso y cada vez menos en términos de valor.Dicho de otra manera, el conjunto de la población participará en la planificación democrática de la producción de los bienes y servicios para satisfacer las necesidades básicas del estómago y del espíritu. La retoma del camino de la transición socialista, que duda cabe, destruirá todas las estructuras políticas,económico-sociales burguesas y, lo sustituirá, elevando al pueblo y a todas sus organizaciones al ejercicio del poder, a la construcción de la democracia socialista.
Por ahora, ha ganado el capitalismo a través del madurísmo pero por muy poco tiempo.Se acercan tiempos nuevos.