La conflictividad social en Venezuela se complicará y se elevara los costos de transacción de los proyectos mineros, limitando el desarrollo de los pueblos y regiones del país, es muy fácil, en Venezuela, Maduro esta más interesado en las minas y el petróleo de Guayana que los valores alimenticios del pueblo, los chinos con la nueva ruta de la seda llegar hasta las minas de Bolivia, Keiko Fujimori en ser presidenta del Perú y avanzar con los venezolanos graduados en jurídico y tecnología. Duque, dándole una mayor organización a Colombia.
Es un gran impacto para Sudamérica y, los partidos de izquierda desean enrumbarse por sí solos, ante el fracaso de los presidentes progresistas de la región y Lula Da Silva en prisión. El cambio climático arremete por su lado y descubre los nefastos negocios de los presidentes pro socialistas con el ala militar que ya controla el abastecimiento de los mercados y la gasolina.
Las Corporaciones y Transnacionales chantajean para conspirar en el Cono Sur y, hasta los ministros religiosos quieren sus posiciones de privilegios y hacerse inmunes ante los planteamientos que le adversan de parte de muchas comunidades, también desean poder. Por esto, los jefes hablan de sí mismos y los administradores son incapaces de aceptar que existen abusos en sus organizaciones, al igual que en el gobierno hay cuestionamientos sobre las organizaciones.
En el sector privado, algunas empresas gigantes que hoy temen quedarse atrás en la carrera por la supervivencia en el mundo digital han entendido que no solo necesitan un mejor servicio al cliente y productos más acordes al mercado. También han empezado a reconocer que su negocio depende de cambiar la mentalidad de sus gerentes y a abrir puertas, achatar organigramas, aprender a escuchar. Esto no quiere decir que las estructuras tradicionales de poder hayan ya cambiado. Pero sí que comenzamos a comprender los elevados costos que supone el abuso de poder en nuestras instituciones.
No se han sincerado.
El pueblo, ha cometido un grave error
Parece una estéril tarea científica: nos basta ver a nuestros políticos para entender de sobra que al ejercer influencia y autoridad pierden la noción del bien común, la compasión y el servicio. Entre quienes analizamos la política –politólogos, profesores, periodistas, filósofos– corre una saludable dosis de cinismo que informa el modo en que pensamos sobre las relaciones de poder. Solemos decir que el poder es así (interesado, despiadado, amoral) y que para obtenerlo y ejercerlo con eficacia hay que despojarse de cualquier escrúpulo. Para muestra no hace falta más que ver las cifras de venta de "El arte de la guerra" de Sun Tzu y "El príncipe" de Maquiavelo aun cientos de años después de su publicación original.
El profesor Keltner –conocido por su trabajo en el estudio del "comportamiento positivo"– ha hecho algunos hallazgos que ayudan a desmontar la dinámica bajo la que opera ese poder de acero con el que sueñan algunos políticos en campaña electoral. Para empezar, argumenta que los grupos sociales aprecian, premian y reconocen a quienes perciben como orientados hacia el bien común. Sin embargo, la evidencia recogida en sus estudios muestra que incluso las personas que reciben un poquito de poder experimentan "déficits de empatía" y se vuelven incapaces de tomar en cuenta distintos puntos de vista e insensibles a las emociones ajenas. Cualquiera que haya sentido la frustración de enfrentar la intransigencia del guardián de una puerta o del encargado de una ventanilla de servicio puede entender cómo funciona ese mecanismo. Imaginemos la atrofia que sucede cuando el poder se ejerce sobre amplios grupos de personas durante largos períodos. Además, según Keltner, ese ejercicio del poder vuelve a las personas más impulsivas; es decir, las lleva a saltarse las reglas convencidas de su impunidad y de las bondades de sus decisiones.
El último discurso del presidente Nicolás Maduro Moros ha creado desconcierto y desencadenada desconfianza, no se lo que busca, cuando sale tanto tiempo en televisión, cuando sus compañeros de equipo, poco hacen para fomentar el proyecto bolivariano, que, nadie lo escribe con mayúsculas.
Aplicar ideas populistas en un sistema socialista poco da resultados, porque las medidas solo tienen un nivel efectista. Y la población debe estar conectada a su líder e ir contra los plazos oposicionistas, hay que resolver el derecho del pueblo a ser consultado sobre su decisión ante cualquier acto, existen muchas cosas importantes que resolver y, en este caso, jamás habrá malas ideas
¿Podemos creerle ante una patinada? Maduro, Evo y Lula desconciertan. Cristina, una simple victima de Néstor su esposo con un enjambre de musulmanes y judíos en su entorno, ahora Macri con estadounidenses y judíos. ¿Qué nos oculta? De verdad, necesitamos una verdadera confesión de las partes.
Pero, el que opine, sale chamuscado, en los bancos vemos colas de zombis que no razonan y, nadie se les puede acercar, nadie ahorra, los bancos tendrán que cerrar sus puertas, ya entramos en una crisis financiera, antes una crisis cambiaria. Pero, nuestro presidente no le dijo la verdad a los viejitos y nos engañó, como ahora, con el cono monetario, toda una falsedad.
Esto, es una cacería de brujas, con muchos adeptos, las estrategias poco se sostienen, ya que la verdad no existe, América Latina se la entregaron a los chinos para culminar su paso en la Ruta de La Seda y, los norteamericanos se dinamizarán, colocaron cuatro nuevos satélites y, ellos tienen nuestros medicamentos, me refiero a los laboratorios. El presidente Chávez saco del juego a Eduardo Samán, el farmaceuta clave para solventar todo el problema sanitario para Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Venezuela, claro, Perú a través de Keiko Fujimori, era el camino correcto a tomar, en este tiempo de pluralismo ideológico, nuestros niños, ancianos y mujeres mueren por una terquedad presidencial.
Los fundamentos de Samán eran válidos y tenia el blindaje correcto por su honestidad ante los frentes socialistas y podía transmitir la información correcta.
Esto, no es de jueces, ni trámites del poder judicial. Es un asunto de humanidad y política, todos los ciudadanos latinos deben construir el poder en los tiempos establecidos y agilizar los trámites para avanzar a la VI República, para hacerlo hay que hacer los contactos necesarios, perdemos el espacio elaborando una nueva constitución, mientras la moneda se desploma y a nivel internacional y local se producen saqueos por escasez de alimentos y medicamentos, desaparecen las boticas.
Trump, no permitirá que el dólar se deslice o caiga. Ya se fortalece.
América Latina, se encuentra intoxicada por pesticidas en el caso argentino, jueces que no juzgan la impunidad y corrupción, militares que se creen infalibles y, en nuestras narices, ciudadanos que poco cumplen su papel en las asambleas populares y, ocasionan malestar a las comunidades
¿Por qué no se logra salvar más vidas? Simplemente, los médicos especialistas se han ido al exterior y nos quedan médicos integrales que jamás han aprendido a firmar, menos consultar. Trabajé siete años en una Misión y di clases en diferentes carreras y tenia que rogarles a los alumnos para que me entregasen los trabajos asignados, me refiero en carreras como Jurídico, Comunicación Social, Trabajo Social y Educación. Había que pasarlos y con notas excelentes, cuando uno de mis profesores fue el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, Mario Vargas Llosa, Federico Ruz, Juan Nuño. De verdad, Latinoamérica necesita una cirugía, los falsos comunistas la destrozaron. Su nivel es crítico.
Lo dicen las encuestas, lo señalan los analistas políticos: el motor de lo que ocurre en el país está, hoy, en la Asamblea Nacional. Hay que eliminarlo. Es ahí donde las papas queman o se enfrían. Depende del gusto de la bancada más poderosa del país. La Asamblea Nacional Constituyente debe aprender hacer su labor y declarar la cadena perpetua para la mafia que controla el sector agroalimentario, hidrocarburos y médico.