“La actual migración, exótica y estresada, sometida a fuertes procesos de desestructuración familiar producto de la guerra económica, en vez de maltratos y humillación debe recibirse con respeto, solidaridad y fraternidad, tal como Venezuela lo ha hecho y hace, desde la visión Bolivariana de la patria grande y en el marco de los protocolos internacionales sobre la materia.” María Alejandra Díaz: “Amarga migración” Viernes, 07/09/2018 10:38 AM”
Esa cosa “exótica” de echarle la culpa a todo el mundo de los desastres de Maduro, como si fuera inmaculado y perfecto; se ve que no conocen la historia. No existe en la historia del mundo un gran hombre que no se haya equivocado, desde los héroes trágicos, formas ideales, pasando por Alejandro Magno, Julio César, Bolívar, Lenin, Fidel, el Che: busque uno solo, señora, y justifique.
El único invicto, hasta ahora, ha sido Maduro, víctima de las “maluquezas” de: Trump, los colombianos, los peruanos, la guerra económica, las guarimbas, julio Borges; Maduro está invicto en ser libre de culpas, como Cristo –porque hasta Chávez ha sido señalado como responsable de la crisis-, o invicto en suerte: siempre que Maduro se ha equivocado, y se equivoca, aparece alguien para decir, “…No eres tú presidente, el culpable es el otro”.
¿Qué será una “migración exótica”?... Nada tiene de “raro” que la gente se vaya ahora del país, que no crea en el socialismo. O que se vaya porque antes tampoco creyó en el socialismo, cuando tenía plata, plasma, carro; o que se vaya por razones de “estrés”, como dice usted, porque confunde ÉSTO con socialismo… ¡Estresada!: una medida típica de la clasemedia para calcular los niveles de histeria y locura.
Fue Maduro el que nos enseñó a “desear superarnos”, a vivir como clasemedia (como buen clasemedia que es): cómodos, aspirantes, pagados y pagando con votos y marchas; pero se acabó la plata, ¿Y cómo haces? Fue Maduro el que quebró a PDVSA. Es Maduro el que desprecia el conocimiento, invocando a “los poderes creadores del pueblo” para manejar a PDVSA y la Economía (¿Y Quevedo?, no hay cosa que no haya hecho mal con su equipo de militares patriotas leales al presidente…, pero que se cagan en los trabajadores y el país, como dicen ahora: “son las fuerzas especiales del Estado Burgués”, y punto). Fue Maduro el que acabó con las ciudades, con la civilidad, con el servicio de aseo, con el Metro de Caracas, con el proyecto de los trenes, con el sistema eléctrico (por las razones que sean, por sabotaje o por desidia. Si es por sabotajes, bueno: “soldado avisado vale por dos”, dice el dicho). No fue la “guerra económica” o las “sanciones de Trump”, él fue quien acabó con nuestras reservas en divisas, quien despilfarró miles de millones de dólares en “motores” y “ferias industriales”, no Chávez, no fue Ramírez, fue él; y siguió con la entregadera de dólares a los “empresarios honestos” y lo hiso una y otra vez hasta que se acabaron. La “guerra económica” financiada por el Estado ¡Qué lindo!... Maduro fue el que echó a la calle a todos nuestros técnicos de PDVSA, en una cacería de brujas liderada por su Fiscal subalterno, los empujó al exterior; el que botó y encarceló a los gerentes y técnicos que la hacían (e hicieron) funcionar: fue él (no fue Chávez, no fue Ramírez, no fue su “guerra económica”, la cual no pudo con Chávez y a Maduro se lo metió en un bolsillo, obnubilado por el perfume que llevan los ricos).
Esta migración es real, y es real el abandono moral e ideológico de la dirección del país llamados “herederos de Chávez”, autollamados “hijos de Chávez”, abandono de los jóvenes y de la población chavista en general, ahora comprados con cargos públicos, unos, y dejados de su cuenta otros. Con la mentalidad mercenaria cultivada por éste, no otro, éste gobierno de Maduro. Fue Maduro el que se puso a regalar taxis en vivo y directo, como un Leónidas Trujillo, como cualquier adeco de antes, como Wolffang Larrazabal, cuando era candidato, repartiendo dinero por las calles… ¡Maduro!, a mí nadie me lo contó, a mí nadie me mareo con cuentos y con cargos públicos, con pan, nadie me lo contó, yo lo vi y lo he visto con mis ojos, y… “El que tenga ojos que vea”… ¡Dígame, qué de bueno ha hecho Maduro, señora, y yo le digo por qué es malo!
No hay que ser científico o tener una acreditación en papel para saber lo que pasa, solo hay que estar despierto, es todo D E S P I E R T O. Las acreditaciones solo nos permiten estudiar y aprender, no vienen con la consciencia despierta, a esa la debe uno estimular y ejercitar constantemente.
La destrucción familiar es anterior a la migración, antes de ÉSTA migración. Cuando todos teníamos dinero para comprarnos un televisor de plasma inmenso, ya nos sabía a mierda la familia, si teníamos la oportunidad de ganar dinero…. ¿Quién dio el mal ejemplo?, Nicolás Maduro, que no puede ni pudo educar sino mercenarios, sostener a un ejército “a sueldo”, como cualquier mafioso. Dígame señora ¿Dónde está la lealtad de Maduro, que tiró a la basura el Plan de la Patria y se limpia el trasero con el socialismo, con el chavismo, con Chávez, con el entusiasmo por los cambios verdaderos? ¿Qué diferencia hay entre Maduro y… …que uno está libre, en la calle, y el otro preso.
Hablando de errores, tiene que concedernos, señora, por lo menos, que Maduro no se sabe defender…