Con un sostificado sistema electrónico, las bases militares norteamericanas en el Cono Sur empiezan a dinamizarse con ejercicios militares más frecuentes que coadyuvan con las naves de guerra acantonadas en los muelles del Caribe y de los países que colindan con el océano Atlántico y pacífico, por otro lado, buscan regularizar los pasos fronterizos en países donde tienen firmados convenios y tratados internacionales, desde 2003 se hacen estos correctivos de una manera pausada por el paso de paramilitares, narcotraficantes y guerrilleros, donde hacen un reflujo de armas de guerra y drogas en gran cuantía, donde una porción de esos porcentajes de capital es para satisfacer programas sociales en algunas parroquias. Bajo control guerrillera, tal como sucede en Colombia y el Ecuador.
Lo que implica que el Comando Sur y La OTAN reprograman sus actividades hacia Latinoamérica, ya que Perú y Bolivia tienen acuerdos mineros con transnacionales norteamericanas y canadienses, además se busca controlar la producción de café y cacao venezolano que va a Colombia y es trasladado a Francia, España y Portugal para ser procesado y, luego reenviado al Cono Sur para su venta personalizada y clasificada en tres niveles base. Aunque, Venezuela tiene una producción de cacao adecuada, su materia prima es llevada a las chocolaterías de París para, luego ser exportado de nuevo a nuestro país, cuando en Venezuela hay fabricantes e industrias de alta tecnología para cumplir esta tarea.
Ero, recordemos que, en las Islas Antillanas, hay franceses y españoles dedicados a la industria del turismo, sobre todo Cuba, y necesitan de productos venezolanos de alta calidad, dejando el gobierno bolivariano a un lado, al pueblo venezolano que debe cancelar un elevado precio a los marchantes, bachaqueros y comercio ilegal por productos de la dieta diaria.
El descontrol económico y militar en Venezuela pone en riesgo nuestra seguridad geopolítica y territorial, debido a que ya se cumplió el lapso de que los militares venezolanos estuviesen cuidando alimentos y administrando su distribución y, la mayoría de los Estados son gobernados por oficiales retirados, lo que implica un nivel de desconfianza hacia lo civil, creando incertidumbre en el mercado internacional.
Estos descontroles han dado lugar a un descontrol total en la visión económica local. El miembro del ejecutivo nacional, Jorge Arreaza y Samuel Moncada han sido claros en sus informes ante organismos competentes.
Pero, la deslealtad y adversidad hacia nuestro presidente Nicolás Maduro Moros se hace patente en todos los niveles de la administración pública y en el mismo partido Psuv, donde los adecos controlan el repartimiento de las bolsas CLAPS, quienes ejercen como jefes de calle y parroquiales.
En consecuencia, no es de extrañar los movimientos y ejercicios militares en Sudamérica, con miras claras al corazón amazónico, con la colaboración expresas de presidentes de la región. Evo Morales, aunque puede ser catalogado de progresista, mantiene firmados convenios con EEUU.