Para algunos historiadores, fue en República Dominicana donde se inició la historia del coloniaje latino. Y los conocedores de arquitecturas de Felipe II, iniciaron las construcciones de sus castillos. Por todo el ámbito del Caribe vemos esas señales antiguas, fortalezas construidas con una verdadera visión fantástica de arenales blancos y una población indígena originaria y autóctona. Así que nuestro mundo sureño esta lleno de personajes universales de nuestra historia, pero, además, entre aquellos conquistadores, se les permitió la entrada de protestantes venidos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos de Norteamérica, algunos canadienses.
Una diversidad extraordinaria, algunos con principios comunes. Pero, esa historia nos dio un gran vuelco. Y La Habana, Cuba, se convierte el epicentro de esta nueva historia Una colonia en el pasado pro imperialista que dinamizo las fiestas y los teatros, pero, además nos trajo la gran tragedia de su ideología, porque detrás de esa diversidad de ritmos cubanos, existió la comparsa y figura de la muerte con la idea de invadir al mundo de nuevas ideas propuestas por ideólogos anticristianos que, obviaron nuestra idiosincrasia espiritual.
Ahora, desde los balcones y ventanas de las viejas casas y apartamentos se izan banderas, exigiendo libertad para Venezuela y América Latina.
En sentido poético, nos quieren esclavizar de nuevo e integrarnos a una nueva sociedad que es trasplantada en América, me refiero a la sociedad socialista, pero es que su pensamiento totalitarista ya viene infectado por la delincuencia y el narcotráfico., una estigmatización para los pueblos del Sur.
La libertad de los pueblos debe ser igualitaria para todos y, es un grupo venezolano y español que desean apoderarse de las riquezas de Venezuela y, negociarla con los chinos, rusos coreanos, turcos. Culturas muy alejadas de nuestra realidad, porque, ellos constituyen una sociedad guerrerista del Medio Oriente, mientras, nosotros pertenecemos a una tradición ancestral africana.
Ambas culturas y sociedades mercantilistas e ideología política adversa hablan de una rectificación económica y un quiebre de la economía a cuestas del pueblo, quien debe costear los gastos de la corrupción de unos pocos que tal actitud, nos lleva al foso por el fundamentalismo de mercado aplicado. Aquí, en Venezuela no se debe hablar de crisis económica, se han sucedido una serie de actos progresivos de corrupción que, han quebrantado el orden moral y ético del venezolano, aunado a lo militar con sus negociados.
Estamos con un peso, de una gran cruzada del despilfarro de las políticas públicas y una alimentación del fraude y arbitraje económico hacia el pueblo. Y el anciano en sí, que es engañado por el mismo gobierno socialista y sus anfitriones, causando muertes y suicidios en escala media y un cementerio de vehículos a lo largo del Estado Bolivariano.
Emiro Enrique Vera Suárez. (Camco- el cóndor).