Las poderosas maquinarias de formación del pensamiento jurídico- político de una manera sistematizada viene justificando la creación de falsos positivos para mantener a la población más tranquila y equilibrada emocionalmente, ante los desafueros de los representantes y dirigentes políticos que administran el Triángulo Norte y que, en los cálculos estadounidenses comprenden los países de Guatemala, Honduras, el Salvador, México y el mismo Estados Unidos de América del Norte, Venezuela, Colombia y la mayor de Las Antillas, me refiero a Cuba. Porque las demás islas pertenecen a Petrocaribe y son colonias del Reino Unido.
El gran problema actual, es la formación de pandillas y colectivos. Se les da libertad a los privados de cárcel y algunos son incorporados a los cuerpos castrenses y policiales, en el caso nuestro, Venezuela. Siendo- en oportunidades- perseguidos los profesionales, técnico y personal especializado en alguna rama laboral, donde se les quiere imponer una forma de control social e imposición de sistemas manipulativos para que no salgan del país.
Por esto, el crimen viene cobrando facturas que, difícilmente queremos pagar, cuando sea inevitable hacerlo. Ante esta realidad, un futuro incierto y una desvalorización total, nuestros jóvenes prefieren huir al exterior. Sobrevivir a la masificación es cada día más fuerte y contradictoria e inexplicable, de lo que piensa la gente, la cual es sometida a una presión constante, aplastante y cotidiana para así, anular todo criterio público.
Así que, América Latina es sometida a una traición constante y la mentira es constante en cualquier congregante, representante o gobernante público, al no saber apreciar la libertad de los pueblos.
Pareciera que el reto de las actuales generaciones vendría a ser el mismo: ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira? o ¿De quién es el cristal con que se mira? para unirla parafraseada a la otra admonición: ¿El concepto de Libertad que nos están imponiendo con evidente propósito de arrebatárnosla es la que queremos o la que tenemos que aceptar? Nos aconsejan los reduccionistas del ejercicio de pensar que están maliciosamente de moda, que con aprender 100 palabras de cualquier idioma es suficiente para comunicarnos. El teléfono móvil hace el resto.
Pero el ilustre poeta mexicano Carlos Fuentes nos advirtió a tiempo "Quién no conoce su idioma, no puede pensar" recordó al mexicano universal y latino- centroamericano. Porque los gringos son colonia inglesa.
Así que, pocos venezolanos, utilizamos escasamente, los procesos de razonamiento y por allí se evaporiza nuestros sueños e ideales, lo que implica que estamos ante un reto intelectual, a quienes elegimos para ser nuestros representantes ante una Asamblea Nacional, ¿una legislatura estadal o municipalidad? De verdad, hay una afirmación cierta, resido muy cerca de dos cuerpos deliberantes y me la paso en un centro comercial a su lado y, no conozco, ni he visto el rostro del alcalde y presidente del cuerpo legislativo, cuando en la IV República, almorzaban juntos los dirigentes de derecha e izquierda con estos representantes de la ley con suma normalidad.
Utilizan la mentira como verdad, son falsos positivos y sus partidos están constituidos por aves de carroña. Ante, tal realidad, no queda otra realidad que quedarnos mudo. Al ir a un supermercado, como se les dice ahora, en vez de bodegas,observe una cola de tres kilómetros para llenar los tanques de gasolina, dos ya se encontraban cerradas, en un país petrolero, esto, no es justificable y menos en su precio. Pasa igual con los lubricantes. Entonces vemos por los medios publicitarios y comunicacionales del Estado que los usuarios serían beneficiados con tal programa- Así sucedió con el cono monetario, acabo con las contrataciones colectivas y las primas por antigüedad y profesionalización. Entonces tenemos que una persona que nunca estudio y se dedicó a la embriaguez es mantenido por el Estado y con igual salario que un profesional de la ingeniería, medicina o docente, que un tornero y ebanista, una distorsión de la realidad social.
Todo esto, programado por falsos comunistas que se escudan en el ala militar, porque son militares y los presidentes Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros se equivocaron en su implementación y, abusan del pueblo, porque controlan el sector agroalimentario e inflan los precios de los productos básicos, más un IVA del 16%. Un ejemplo a ras, es el fororo que ya triplico su precio, más este agregado del impuesto.
Nos obligan, cada día a pensar menos, con la certeza lograda de nuestra confusión y, sin medir el efecto real de esa manipulación del pensamiento, nos van transformando en una masa borrega.
La manipulación ha llegado al extremo que una cadena internacional, de esas que inducen la consigna y la transforman, primero en tendencia y después en objetivo alcanzado se atreve a referirse a sus conductores como "los mejores Líderes del Pensamiento ". Locutores profesionales y capaces en su campo, que leen lo que les dicen que pueden leer y siguen la línea política e ideológica que imponen los dueños de la cadena o si no los despiden… transformados en "Pensadores…" sustituyendo por otra calidad no acreditada, el honroso trabajo de conductores de programas de opinión de la televisión internacional- hizo la pertinente observación
Son los mismos que sacaban una foto de Chávez y una de Maduro y afirmaban que una de Hugo era la patria y que quién le dijera que era Maduro, le estaba mintiendo porque seguiría siendo un Chávez, lo grave es que en el caso de Venezuela y Cuba, como voceros permanentes de los interventores, haciendo burla de la incredulidad, paciencia e indignación de quienes tolerando con impotencia sus mentiras han visto claramente el Chávez promovido como Maduro por ellos y sus imperdonables compinches nacionales y venezolanos. Olvidan que Hugo es Chávez Frías, nuestro amado comandante y Maduro es solo un elegido, porque nadie daba una perla por Diosdado, ni Chávez. Es un juego de palabras..
Es una presión constante de malinches locales, nada que ver con los Estados Unidos de América del Norte. Estos malignos de izquierda fueron los culpables que la derecha se posesionara de territorios controlados por el pueblo socialista, permitieron la escalada en Brasil y Argentina, dejaron solo a Lula y ayudaron a descalificar a Cristina, quebrantaron a Nicaragua y la mantienen convulsionada y parcializan a Centroamérica, se dicen de izquierda y sus riquezas se encuentran en la banca norteamericana, ahora, nos hablan de paz y desarrollo. Vaya, hipocresía.
La negociación decorosa y conveniente tiene que ser con los Estados Unidos de América con quienes los intereses de su seguridad pueden y deben coincidir plenamente con la siempre abortada pretensión de nuestra agredida región de constituirse en una zona de paz y desarrollo.
Algunos, referente a Venezuela, desean cambiar un articulado de nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela. Necesitamos es un relevo socialista y de verdadera izquierda y, en paz de lo referente a la conducción del país.
Hay funcionarios que deben retomar sus cargos y posiciones de mando legítimo y, debemos evocar a José Martí, prócer cubano y líder latinoamericano.
La Constitución Bolivariana, debe prevalece sobre cualquier ley o tratado.
De lo anterior se puede afirmar que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en cumplimiento de su función rectora de las relaciones internacionales y nacionales, debe actuar en todo momento: (1) en consonancia "con los principios, reglas y prácticas internacionales" –cauce jurídico de su actividad— y (2) ajustar su rectoría en este ámbito a un cauce político marcado por el "propósito" enunciado en nuestra Constitución, cual es "contribuir al mantenimiento de la paz y la libertad, al respeto y defensa de los derechos humanos, al fortalecimiento de los procesos democráticos e instituciones internacionales que garanticen el beneficio mutuo y equitativo entre los Estados". De esta manera, lograremos una democracia verdaderamente socialista.
La división de grupos en una sociedad como la nuestra es una estrategia de los gobernantes que dirigen y alienan al pueblo para invertir a conveniencia de sus intereses los recursos del Estado y no lo que el soberano necesita para mejorar sus condiciones de vida, pues tienen como visión promover la división y confrontación de grupos, para evitar que la masa humana se consolide como una sociedad participativa, solidaria y democrática.
