"Una onza de reputación, vale
más que mil libras de oro"
Proverbio italiano
Que recuerde, no he visto a ninguna persona, sacar tantos argumentos para atacar, y descalificar la gestión de un Presidente –Nicolás Maduro Moros– como lo ha venido haciendo el ingeniero mecánico Rafael Ramírez. Algunas veces dispara por mampuesto, al desautorizar a funcionarios del gobierno, como lo hizo recientemente con el ministro de petróleo, Manuel Quevedo, al expresar de manera prepotente: "no sabe nada de petróleo" No dudo de los desconocimientos sobre esta materia tan importante para la economía de nuestro país, por parte del general de brigada, pero tampoco dudo de las malas intenciones sobre la industria petrolera del más perseverante colaborador de la oposición venezolana –Rafael Ramírez– y del gobierno estadounidense, cuando tomó las riendas de PDVSA, y todos sabemos, hasta donde llegó la influencia familiar, con una larga lista de denuncias de corrupción, el cual convirtió a esa empresa en un saco roto; y ahora los únicos culpables, lo encabezan Maduro, y todos los que han pasado, después de su salida.
En cada escrito –por cierto muy leídos– el ex gerente, se desparrama, como rio desbordado, haciendo señalamientos contra el madurismo, y por el camino que lleva, parece el único "santo" en el tiempo que le toco dirigir la empresa; por lo tanto se lo voy a recomendar al Papa Francisco, para que lo eleve a la condición de venerable, y de esa manera asegurarle la beatificación–incluso antes de morir– por su rosario de "milagros" en su inmaculada gestión; lo único malo es que puede crear malestar, y al final una revuelta por los seguidores del Dr. José Gregorio Hernández, al considerarlo un intruso, y coleado en la larga espera para beatificar a este médico, y darle el ingreso definitivo a la selecta lista de la iglesia católica.
Lo de Rafael Ramírez, parece una recopilación al estilo de la biblia, para imprimir y guardar en un viejo estante, como prueba de su oposición al gobierno. Sin embargo, en un constante viraje, llegó al otro lado de la circunferencia –giro de 180º– el basurero de la historia, ¿y después? La patraña, va servir, para recordar todos sus movimientos pasados, propios de los traidores, y estos tienen su sitio reservado, destacando entre ellos: Judas Iscariote, el mismo que vendió al inmutable Jesús de Nazaret, por menos de un puñado de dólares, pero hay un paralelismo muy importante para destacar: Judas, era precisamente el tesorero, y según el evangelio se apropiaba de los dineros de los pobres, y en que paró: en un renegado acusador, para luego ser despreciado y execrado por la misma iglesia católica.
Lo de Ramírez, es la propia autodefensa, en medio de la desesperación, el miedo, y la ambición, el cual se desvanecen, como el hielo, cuando caliente el sol, por no tener la base para soportar el calor de la verdad. En todo proceso en busca de la igualdad, la realidad arropa las mentiras, mas, cuando el objetivo es utilizarlas para atacar, a quien viene soportando los ataques del gobierno estadounidense, después del fracaso de las guarimbas, hecho significativo que sirvió para desenmascarar a los que juegan al caos, para justificar sus malévolos propósitos. Los pocos dirigentes de la oposición, que se atreven o son llevados algunos sitios para aprovecharse de la grave situación, en la mayoría de los casos, los rechazan con rechiflas; algo parecido le pasó a la desesperada de María Corina Machado, a las puertas del hospital de Acarigua-Araure, y no es raro que Rafael Ramírez, de asomarse en cualquier rincón de Venezuela, corra con la misma suerte, si logra escapar de la justicia. Por eso, sigue con su cantaleta, desde su confortable escondite, para ver quien lo oye. En un momento trató de "echar flores" a Diosdado Cabello, y al no conseguir una respuesta favorable, empezó atacarlo, quedando al descubierto, y a la vez hecho añico todo el cinismo, con el que ha pretendido destruir al Presidente Nicolás Maduro.
