El escualidismo vetusto que siempre ha estado en contra de cualquier posibilidad de cambio, ha entrado en crisis, sus histéricos voceros que van desde los ex ministros arrepentidos, hasta los trokistas trasnochados, los oportunistas disfrazados de humanistas, y los cobardes que piensan que pueden salvarse y lavar sus pecados, andan dando alaridos.
Invocan el sagrado e inalienable derecho a la vida de un ser humano, como narrativa que esconde los deseos perversos de quienes buscan cualquier suceso para atacar a las instituciones públicas venezolanas. En este caso específico arremeten sin argumentos contra la Fiscalía General, tratando de salpicarla, y dañar todo el trabajo de recuperación moral y ética que viene desarrollando el actual Fiscal.
El caso Alban debe ser investigado con la diligencia y la prontitud que lo ha hecho el Ministerio Público, designando dos fiscales de competencia nacional, y realizando una autopsia que cumple con todo el protocolo, y la cual puede ser verificada incluso internacionalmente por organismos especializados.
Profundizar en las labores de investigación de lo sucedido con el concejal del partido Primero Justicia, es la siguiente fase de la labor investigativa del ministerio público, y la cual va a cumplirse inexorablemente y va a arrojar unos resultados concretos que van a mostrarse ante la opinión pública.
Las elucubraciones y comparaciones absurdas con otros casos famosos como el asesinato de Fabricio Ojeda, no existen, porque uno de los poderes públicos con más credibilidad en el país, ha actuado con prontitud y transparencia, aclarando desde el punto de vista científico con personal especializado, la muerte de una persona que estaba en custodia del estado, lo que de por si es un hecho muy grave.
Sin embargo tratar de aprovecharse de este infortunado suceso, para desatar una campaña sistemática y bochornosa, contra el Fiscal Tarek William Saab, demuestra no solo la hipocresía de muchos de los voceros disfrazados de humanistas, que curiosamente nunca pidieron una investigación seria de la muerte del joven Orlando Figuera, asesinado en cautiverio por líderes opositores.
Detrás de esta injuriosa campaña como sucede siempre, coinciden los obscuros intereses de quienes buscan salir del actual Fiscal, por considerar que la lucha anti corrupción que se libra desde el Ministerio Público, debe ser frenada, en ese sentido quienes consideramos que es posible mantener la bandera de la ética y la solidaridad, debemos estar muy pendientes, escrutando los movimientos que tras bambalinas orquestan algunos actores políticos.