Evito referir estos casos, creo que la muerte de un ser humano, sea quien sea, se respeta, como igual se debe tener consideración con sus familiares en esos momentos de pesar y dolor, por eso, no me valgo –y creo que ningún chavista- de estas circunstancias para sacar provecho político, tal como ha hecho siempre la oposición golpista, y tal cual hace actualmente con el deceso del concejal de Primero Justicia, Fernando Albán.
Dejo claro entonces que lo haré porque, no sólo ha sido brutal el ataque injusto contra el presidente Nicolás Maduro Moros al respecto, sino porque esa campaña la llevan a cabo personas, gobiernos y organizaciones, que no tienen moral para hacerlo, son conocidos asesinos en el planeta que subestiman la inteligencia y la capacidad de raciocinio del resto de la gente.
Muy bien se sabe en el mundo, a pesar de la guerra mediática distorsionando informaciones y sembrando una matriz de opinión según la cual, Maduro es un tirano y en Venezuela se vive una terrible dictadura, que es todo lo contrario y eso se puede perfectamente demostrar o, mejor dicho, ha quedado suficientemente evidenciado a través de los hechos recientes que han marcado la convulsa situación política del país.
Basta recordar las "guarimbas", el llamado de arrechera del terrorista Capriles Radonski, la operación golpista denominada La Salida, presidida por el presidiario Leopoldo López; las acciones violentas en Maracaibo, estado Zulia, ejecutadas por Juan Pablo Guanipa y Eveling de Rosales, respaldada por el paraco de Álvaro Uribe Vélez, el exconvicto Manuel Rosales, entre otros delincuentes.
Mientras esos terroristas de Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, quemaban vivos seres humanos, tendían guayas con el fin de degollar a los motorizados, llamaban a los jóvenes a las marchas y los colocaban al frente, para que los mataran a tiros, ¿qué hacía Maduro? Llamaba a la paz. ¿Con que arma los enfrentaba? Con la de la paz, paz, paz.
De esa manera lo repetía el Presidente, y así debe estar registrado en los medios de comunicación social del país y del mundo, de todas maneras, en manos de la canalla mediática no se descarta que hayan borrado esa parte de sus espacios, sin embargo, nunca podrán eliminarla de la mente de la gente honesta que lo vio y lo ve, porque Maduro no desiste ni jamás desistirá de la paz, principio fundamental de la revolución bolivariana.
Los terroristas no se detenían, pretendían que el Gobierno revolucionario los enfrentara con esa misma violencia, para provocar una guerra civil, una matanza entre hermanos, y a pesar de ello, la orden de Maduro siguió siendo combatirlos con paz, aunque la sangrienta acción de los golpistas llevó los muertos a más de cien.
No se detenían apoyados por el imperio gringo, la oligarquía santandereana y todos los representantes de esos países que conforman el Grupo de Lima, la Unión Europea; tuvo el presidente Nicolás Maduro que pedir una Constituyente, para frenar la matanza. Eso se niega a reconocerlo la comunidad internacional que está con el golpe.
El imperio norteamericano a través de la oligarquía santandereana y las ONGs, financiaron toda la violencia en Venezuela. Eso es historia patria, pero los países al servicio del golpe apoyados por la canalla mediática tergiversaron y minimizaron la realidad, aun cuando el mundo sabe la verdad, el mismo presidente Maduro con su discurso lo puso de manifiesto en la ONU, Nueva York. Y los hizo callar a todos.
Ahora arremeten de nuevo bajo la excusa de la muerte del concejal Albán, no porque les duela, sino por echarle más gasolina al golpe contra Maduro, con el beneficio para la revolución, de que quienes ejecutan la campaña no tiene moral. ¿Cómo habla, por ejemplo, el narcoparamilitar presidente de Colombia, Iván Duque, de muerte y justicia, si en el país que representa abruman la cantidad de víctimas en fosas comunes, de líderes campesinos asesinados por esa misma oligarquía a la cual él pertenece?
¿Cómo pide justicia el imperio gringo y sus países satélites, si ese imperio es el más destructivo del mundo, el que ha desmembrado más hombres, mujeres y niños en el planeta, el único capaz de haber lanzado la bomba atómica a un pueblo indefenso?
Maduro además está cansado de llamar al diálogo a la oposición venezolana que vergonzosamente depende de la internacional, y nadie acude y cuando acuden, lo hacen para organizar un show y finalmente patear la mesa por orden del imperio gringo.
Con la muerte de Fernando Albán vuelven con todos los hierros. No sólo arremeten y exigen investigación, sino que de antemano acusan al presidente Maduro, cuando, repito, el máximo líder de la revolución bolivariana es un hombre de paz, los violentos y asesinos son ellos; pensemos sencillamente: ¿a quién le convienen muertos en estos momentos? ¿Al gobierno? ¿Al presidente Nicolás Maduro?
¿Quiénes, por Dios, tenían un plan para asesinar a Leopoldo López en el este de Caracas? Los canallas Julio Borges y Antonio Ledezma, con la finalidad de provocar un caos que derrocara al presidente Maduro y este último (Ledezma) asumiera la presidencia. ¿Quién lo salvó de que lo mataran? Diosdado Cabello. Eso lo admitió en CNN la misma Lilian Tintori, esposa de este terrorista cabecilla de la organización criminal Voluntad Popular y después lo negó, pero lo confesó. El país la escuchó.
Así que no se puede ser tan iluso, sin querer establecer responsabilidades a priori tal como hacen ellos (los enemigos), está suficientemente demostrado que la oposición asesina es la que busca sacar provecho de la muerte de Albán; agotadas todas sus estrategias y maniobras perversas, insisten en cualquier escenario por muy deplorable que sea, para que los yanquis nos invadan, pero igualmente serán derrotados. La mentira nunca va a prevalecer sobre la verdad. Y Venezuela es un pueblo de paz con un Presidente de paz que estimula la paz. Eso está a la vista de todo el que lo quiera ver.
