¿Qué significa la soberanía popular?: es una expresión vacía cuando no existe soberanía, en un pueblo roto, de esclavos y sin ideales, cuando la idea, o para ser más exactos, la ideología dominante es lo único soberano. Si lo dominante es el caos y el egoísmo, la "voluntad popular" expresará caos y egoísmo. El equivalente a la "voluntad popular", o al sentimiento de soberanía que allí pudiera haber, es lo que conocemos como sentido común (o sentimiento común). El sentido común es el que acepta todo el mundo como lo menos conflictivo, dentro de los valores dominantes, la lógica que comparte toda la sociedad, generalmente sometida a una ideología y sobre todo a un sistema común de valores.
Imagino que a la amiga Amaranta Rojas le fastidian estas reflexiones que le complican un poco sus juicios, que ella hace sobre una realidad vista de forma plana, a la cual la obliga el sentido común. Ella dice que Toby Valderrama "Tiene un propósito y todo se lo carga a ese propósito" y eso es cierto, Toby Valderrama tiene un propósito, como todo el mundo lo tiene, pero luego dice que este es "Una "constituyentica" de unos militares y civiles", para desmeritarlo con la comparación frente a las prácticas manipuladoras de Diosdado Cabello, y más adelante, que "Para Toby no hay soberanía popular todavía", y eso es también cierto. Lo demás es son sentimientos confusos.
El sentido común nos dice que la soberanía popular se expresa por medio de elecciones populares, por ejemplo. Esto quiere decir que para sacar a Maduro y su gente de la presidencia, se debería consultar "al soberano", pero ¿Cuál soberano? ¿El pueblo es soberano atado ahora a cuanta necesidad pudiera existir? ¿Quién se contradice, Toby?
No creo que se sustituya el "gobierno del desastre" con una consulta popular, no lo creo, porque el sentido común se impone más allá de las consultas (por más que el sentido común nos diga que deberíamos consultar al "soberano")… y seguro gana todo lo demás que es más común a todos nuestros habitantes, a saber: el miedo, el chantaje, la ignorancia, el odio, el hambre y las alergias (¿Qué más hay por ahí que sea común a toda nuestra sociedad que usted conozca?), la displicencia por las elecciones, la imperiosa necesidad de gastar los otros "soberanos", lo bolívares, tan rápido como se pueda, antes de que la inflación los desaparezcan…
La solución que Toby ha propuesto para la crisis del país y de gobierno, desde que murió Chávez (Y antes de su muerte) ha sido siempre la misma: el socialismo, ese ha sido siempre su propósito. Lo que Amaranta llama una "pequeñita constituyente" comparando una propuesta, llamémosla táctica, de Toby, de carácter imaginativo, con una realidad de hecho, a Diosdado y su Constituyente, es una mala lectura de Toby (no de algunos de sus textos). Y menos creer que alude a un "pacto de punto fijo"… ¡Que falta de imaginación! Así es como se reduce muchas veces una idea valiosa en un ideíta mezquina, cuando no hay vuelo para entender y soñar en una idea valiosa.
A menos que a Amaranta Rojas le parezca que el ideal socialista sea algo difuso, interpretable, relativo, o que simplemente no crea en él, se entiende el por qué Toby Valderrama siempre está hablando de lo mismo, sobre ese "propósito" que Amaranta Rojas ve con mezquindad más acá, o sea dentro de ella, que el verdadero propósito que tiene el profesor y político, el cual siempre ha sido tercamente el socialismo. A Toby se lo puede acusar de comunista, de Fidelista, pro cubano, guevarista, de querer imitar a Lenin, y modelos similares, pero de ser como Diosdado porque no cree en la "soberanía popular", o de proponer otro "pacto de Punto Fijo", por proponer la conformación de una Junta Patriótica, como modo de guerra, o una junta revolucionaria en el exilio, es el colmo de eso que llaman amor-odio, es decir, de lo irracional.
Diosdado Cabello es un manipulador en el terreno del poder, y quizá Toby también lo sea, pero en favor de la verdad en el campo de las ideas. Creo que Toby no miente, y menos creo que se contradiga cuando dice que debería haber una Junta Patriótica y revolucionaria de gobierno en el exilio, con el espíritu del 23 de enero y de los primeros independentistas, prevenida a lo que pueda acontecer, porque a su criterio, este gobierno va caer pronto, él solo, en el medio de una crisis inmensa de gobernabilidad; que es imposible que aparezca otro Chávez de repente, para que ponga orden en el campo de la revolución, porque ¡no hay tiempo que perder!; tampoco que una fuerza popular (el pueblo, fraccionado y confundido como está), pueda hacer presión en las calles para cambiar las cosas a su favor, que si acaso sale a las calles es para reventar los comercios, hacer catarsis, incendiar el país por hambre, por desesperación, parecido aquel 27 de febrero, y como aquel, sin líderes capaces de gobernarla en una acción política y como una fuerza política.
No es un misterio que Toby Valderrama y el grupo del Arado y el Mar apuestan ahora por cualquier salida, pero que se incline hacia la continuación de la revolución a través del Plan de la Patria, de un concilio chavista (siempre lo ha dicho) en torno a él. Tampoco es un secreto su apoyo a Rafael Ramírez, el respeto a todos los exiliados y perseguidos de la revolución, por Maduro y ahora por Diosdado Cabello. Si algo sabe Amaranta de Toby es que trabajó con el equipo político de Ramírez (no se sabe bien por qué le molesta tanto).
Las ideas que motivan a Toby, que justifican su discurso, están siempre sobre entendidas, pero sus propuestas políticas las invalida Amaranta, las "interpreta" frente a su sentido común para juzgar. Porque pensar que la consulta al "soberano" es obligada, en cualquier circunstancia, para hacer una revolución es un dictamen del sentido común, o una necedad periodística, es un prejuicio… más. Es decir, que hay que consultar "con todos los sectores de la sociedad", o sea, pedirles permiso a todos los intereses encontrados en la lucha, y sobre todo arrear a las mayorías que andan por ahí "pastando", buscado como alimentarse para hacer una revolución a su favor (como si fuera el mismo pueblo eligió a Chávez). Es justamente lo contrario. La revolución la gobierna una idea, y esta idea nos obliga a no caer en trampas "ideológicas", no la puede gobernar una masa de gente rota, o una falsa democracia manipulada por el que ostenta más poder y recursos (que sería el caso de Diosdado Cabello, presidente de la ANC). En su caso, Toby es esclavo de sus ideas, por lo menos eso es lo que se lee en todos sus artículos, en su discurso, es un tipo obsesivo.
En términos generales, en Aporrea se respira un aire de prudencia, a veces excesiva. Las posturas radicales molestan, irritan, más allá (o más acá) de las ideas. Muchos quieren el socialismo, pero no aprueban las posiciones radicales, la lucha frontal en contra del enemigo. Otros quieren una respuesta automática y positiva del "pueblo", y entonces reclaman, "Este pueblo pendejo" "este pueblo ignorante" "este pueblo masoquista", otros temen a perder la comodidad de sus prerrogativas sociales, y, desde allí escriben, desde sus cuerpos, es decir, desde nuestros cuerpos escribimos todos y eso hay que saberlo administrar con honestidad.