.Los espacios políticos deben ser definidos, donde el transfuguismo no tenga cabida, salvo excepciones, esa mezcla terrible de psuvista/chiripero, pone fin a todo tipo de institucionalidad, política y social, apareciendo los independientes como supuesta alternativa, Desde Chávez carecemos de verdaderos partidos y el más antiguo –AD- se transformó en el alanismo, una especie de aliado junto a los socialcristianos del Psuv, es una conchupancia consumada caracterizado por anteponer intereses privados vinculados a los negociados de sus dirigentes, abandonando su base doctrinal. La gran mayoría son vientres de alquiler y más parecen sociedades anónimas; si hay discrepancias ya no hay expulsados sino despedidos. Como Elías Jaua, un verdadero dirigente social.

Ante la evidente fragmentación y crisis de paradigmas, necesitamos un real sistema de partidos con ideas y programas; esto implica refundar nuestro país y renovar la política desde la sociedad civil, pues resulta inviable hacerlo desde los actuales partidos, sean de derecha, centro o izquierda. Nuevos liderazgos con equipos y ética, que representen a Venezuela, diversa, serán forjados agrupando a los distintos movimientos y asumiendo el reto de construir una República de ciudadanos desde los espacios locales y regionales.

Al respecto, algo que generalmente se pierde de vista es que históricamente han sido escasos los periodos en que funcionó un sistema de partidos en nuestro país. Para empezar, mientras que en países hermanos, por ejemplo, Chile y Argentina, los primeros partidos políticos se constituyeron durante los años posteriores a su Independencia, en el Perú el primero en ser fundado fue el Partido Civil (1871), denominado Sociedad Independencia Electoral. Los civilistas predominaron desde finales del siglo XIX hasta principios del XX, respondiendo a los intereses de la oligarquía limeña. Luego en Venezuela, tenemos a AD y COPEI.

Un Estado con un poder predominante –sea este Ejecutivo, Legislativo o Judicial– será aquel donde prevalezcan los caudillismos e intereses partidarios o de grupo. Esto representa inestabilidad, desconfianza en los poderes y el consecuente desgobierno. Toda esta incertidumbre política afecta el crecimiento económico

Hay que recomponer fuerzas. Estamos en una América Latina con un escenario e institucionalidad débil, la población dividida con organismos jurídicos y legislativos plagados al mayor ente de poder y, una Asamblea Nacional que no articula para convocar a los civiles para grandes reuniones de convivencia, jamás el Ejecutivo se subordinará a la actual Asamblea Nacional, los diputados son unos peléeles.

Los aliados tradicionales toman razonable distancia, muchas veces sus congresistas renuncian, otros toman licencia temporal. Debilitados, piden diálogo al Ejecutivo y reconocen que olvidaron la agenda nacional. Todos confundidos.

Un Estado con un poder predominante –sea este Ejecutivo, Legislativo o Judicial– será aquel donde prevalezcan los caudillismos e intereses partidarios o de grupo. Esto representa inestabilidad, desconfianza en los poderes y el consecuente desgobierno. Toda esta incertidumbre política afecta el crecimiento económico Los aliados tradicionales toman razonable distancia, muchas veces sus congresistas renuncian, otros toman licencia temporal. Debilitados, piden diálogo al Ejecutivo y reconocen que olvidaron la agenda nacional. Todos confundidos.

De esta confrontación de poderes, el Ejecutivo sale fortalecido. Sin embargo, este momento de aprobación favorable puede decaer si no existen acciones políticas concretas que consoliden su liderazgo: ¿qué debe hacer el Ejecutivo?

Hoy, el camino para el Ejecutivo está trazado. También, la reflexión para quienes ejercieron el poder de manera impropia, rechazando toda institucionalidad y sin fomentar un efectivo equilibrio de poderes.

¿Quién es el Dr. Zachary Smith? Es el personaje de la serie de televisión Perdidos en el Espacio, quien cumplía el rol del "villano" y fue interpretado por el actor J. Harris. Él fue el causante que la nave Júpiter 2 saliera de curso y termine en un mundo desconocido.

Y es precisamente este, es el papel que estarían desempeñando algunos padres de la patria quienes, de seguir sus planes, terminarán llevando a Venezuela hacia mundos desconocidos, donde el entendimiento del espacio y del tiempo parece no ser el fuerte de algunos elegidos y designados.

Esa actitud podría estar relacionada a que están perdidos en el espacio, o por estar alineada a las estrategias partidarias que derivan en instrucciones operativas que viajan a la velocidad del WhatsApp. Capaz como camino hacia tener el control sobre el poder del Estado que les falta.

Los partidos políticos, deben empezar a trabajar, reagruparse, ante una población que exige reformas por las señales recibidas desde la Asamblea Nacional Constituyente, hasta hoy, pareciera que se acabó el orden y las ganas de trabajar, primando el ánimo de unos por seguir manteniendo refrigerados –por unos años más– los proyectos bajo análisis. Así el presidente Nicolás Maduro Moros dejo lo del ferrocarril y terminar el metro de Valencia y la ciudad capital.

En lugar de promover la voluntad política y honramiento de acuerdos, el sustento de demora quiere ser sembrado sobre la base que los procedimientos seguidos no han sido apropiados y porque están a espera del veredicto. El pueblo aprecia cómo la palabra de algunos ya no tiene valor, consecuencia de la displicencia que ejercen, generando desconfianza sobre su actuar, muy diferente al que profesan ante cámaras: hablan "A" y hacen "Z".