Organizaciones y partidos de derecha e izquierda tienen sus equipos preparados ante monitores para publicar sus fake news y de allí, las redes sociales hacen el resto del simulacro, los discos duros son portátiles y son muy bien cuidados, constituye un trabajo fuerte para controlar el poder, manteniendo las páginas webs encendidas y, tomando impulso para luego compartir con Facebook, su trabajo es decirle al mundo lo que pasa en su territorio a partir de una noticia de anclaje.
Son situaciones de verdadera ficción que despierta desde muy temprano las pantallas y monitores para despertar el interés hacia una determinada organización partidista.
Las palabras fluyen de sus pensamientos, muchos desconectados de la realidad y lo más versátil, no necesitan de investigación y de notas. Así las letras se convierten en palabras. Los dedos golpean las teclas hasta conformar un texto. Basta una pequeña nevera con te y una cafetera para comenzar cada día, estas matizaciones de poder.
Empecé a trabajar en los diarios de provincia desde muy joven y veía a personajes entrar a la redacción del diario buscando una nota que le resalta, luego del hecho, se olvidaban de los lectores, ciudadanos y corresponsables del diario. El año 2000 fue muy difícil para los editores por la crisis del papel y la economía mundial. Se desplomó todo un tren industrial con argumentaciones de derecha e izquierda, empezando, otra fuente de ingresos, los blogs políticos de carácter liberal.
La izquierda, deseaba posesionarse de los Estados Unidos de Norteamérica y veían a Los Clinton con buenos ojos, los agraciaron, pero, era cuestión de ver la posición de demócratas y republicanos
Así, comenzó otra táctica en el periodismo local. Se comenzó a escribir notas inventadas que parecían verdaderos titulares de noticias. Flujos de ingenio, iban de sus cabezas al teclado. "Una vez que la redacción se volvió lo suficientemente lucrativa como para no destruir mi cuerpo en la construcción -dice Toni Blair entre risas- fue cuando llegó el momento de quedarme en casa con los niños y hacer esto".
El y los Clinton fueron los creadores tácitos de todo el enjambre de noticias verdaderas y falsas sobre el acontecer mundial, pero, el tiempo les cobro el tic, cuando se desborono el castillo de naipes, precisamente por sus actuaciones en el Medio Oriente.
Se deleitaban con las personas que asumían sus mentiras como verdad y que las compartían como si hubieran venido de sitios web de noticias reales. Todo, en el tiempo y espacio quedo al descubierto.
Se Crearon identidades, usando seudónimos y alias como Busta. Troll y Flagg Eagleton.
Ahora, los liberales y patriotas se encuentran indignados, los islamitas radicales tomaron el liderazgo, sobretodo los estadounidenses con Obama. las feministas, el movimiento afroestadounidense Black Lives Matter y otros
Es que se ven cosas increíbles, con el bono dado por el presidente Maduro Moros en este diciembre, pude ver con mis ojos a los adecos haciendo colas en una casa en construcción para niños especiales para escanear su carnet de la patria y, son los primeros que sufragan al gobierno por estas dádivas, es decir, el pacto Ramos Allup- Psuv- Primero Justicia están dando resultados positivos, luego de diez años de intensa campaña de convicción y mediática por los medios impresos, televisivos y de radio. La conciencia de estas personas ya está condicionada para darle el triunfo a la izquierda, así no tengan como alimentarse en sus casas.
Ahora, la campaña esta dedicada contra Donald Trump y la Monarquía Española, desean sacar a los reyes y princesas de esos castillos medievales y, buscan para ello generar una respuesta emocional y, el Grupo Español Podemos y la coleta de Pablo Iglesias como símbolo son los encargados para ello. Es un objetivo que América Latina debe compartir. Los titulares son sensacionalistas y, a veces, hasta ofensivos. Tienen un objetivo: generar una respuesta emocional que motivara a las personas a compartirlas.
El gobierno populista de las minorías es un fenómeno novedoso en la historia de los populismos en el poder. En este contexto, el trumpismo presenta un déficit democrático mucho más agudo que el de otros populismos históricos y actuales.
Trump juega el juego democrático, pero no sigue todas las reglas o solo las sigue cuando le conviene. Recordemos las afirmaciones antidemocráticas (y sin fundamento) de Trump sobre una "infección" masiva de boletas electorales en Florida. Es difícil pensar en este momento que Trump quiera o pueda ir en la dirección de la dictadura —al estilo madurista— o incluso en la dirección del fascismo que teme las elecciones constantes y destruye la democracia desde adentro, como lo hicieron Hitler y Mussolini. Sin embargo, es claro que quiere constituir una forma de "populismo apartheid", donde la voluntad de una diversa mayoría es despreciada y minimizada por una minoría étnicamente homogénea que respalda el racismo de Trump.
¿Cómo debería actuar la oposición en este marco? ¿Tiene sentido jugar fortaleciendo las bases como lo han hecho los demócratas o se necesita otra estrategia? Obviamente, Trump no reconoce esta creciente falta de legitimidad democrática ni esta lo va a disuadir de buscar la reelección. Pero la falsa representación del pueblo debería ser remarcada por la oposición demócrata. Las voluntades populares poco tienen que ver con las propuestas e intereses del presidente. A diferencia de Trump, las mayorías no son ni millonarias ni racistas. Los demócratas tienen que distinguirse de Trump eligiendo candidatos que representen mejor a la mayoría.
Desde un punto vista histórico, el trumpismo presenta un déficit democrático mucho más agudo que el de otros populismos pasados y actuales: los resultados de las elecciones no son reflejo del número de votos; las mayorías pierden y las minorías eligen a los gobernantes. Este déficit de democracia en Estados Unidos es la verdadera crisis de representación que alimenta al movimiento trumpista. Es necesario incluir esta falta de legitimidad del trumpismo como un argumento central en las futuras campañas por el poder en Estados Unidos. Es indispensable enfatizar que el populismo minoritario puede abrir la puerta a la tiranía y definir estrategias electorales para evitarlo. Porque, pese a cantar victoria, el gobierno de Trump continuará representando solo a una minoría.
Pero, Donald Trump cuenta con el favor y voto de Vladimir Putin, de los sionistas y la administración pública para reorganizar los números que destrozaron Barak Obama, Blair y Los Clinton. De allí que, las falsas campañas son el mejor remedio.