Mucho fue el esfuerzo que hizo Miguel Angel Pérez Pirela, para evitar dudas y suspicacias a raíz del cese de su programa Cayendo y Corriendo en Venezolana de Televisión (VTV), después que se ganó pulso a pulso con alto profesionalismo y mucha habilidad periodística, el espacio y el respeto del televidente, sobre todo, el de los chavistas y, entre los chavistas, principalmente, el de aquellos que no comulgamos con el "todo bello".

Un comunicador versátil, audaz, tan audaz que se esmeró en convencer a la gente en que renunciaba porque iba a nuevos desafíos, a nuevos retos desde el punto de vista laboral, profesional, en la plataforma 2.0; el problema es que, por los comentarios que veo en las redes sociales, no logró el objetivo.

Pérez Pirela es un hombre que goza de buena credibilidad, además, siempre se encargó de sustentar con argumentos sólidos sus opiniones y cada una de las noticias leídas de otros medios de comunicación social, o procesadas por su equipo reporteril, sin embargo, pienso que no le creyeron. Probablemente sea la primera vez que los chavistas no le creyeron, pero eso es lo que siento que se respira en el explosivo ambiente del ciberespacio.

Y no podemos culpar a los incrédulos, primero, el Gigante Chávez nos hizo desconfiados en esas lides de la política mediática, segundo, hay casos puntuales desde el punto de vista comunicacional, que de la misma forma nos han hecho maliciosos, recelosos, como, por ejemplo, la salida intempestiva del aire de los programas de Vanessa Davies, Earle Herrera, Alberto Nolia que, por cierto, era un duro crítico de la ex fiscal Luisa Ortega Díaz.

Pérez Pirela, a medida que avanzó el proceso revolucionario y se agudizó la crisis económica, social, política, y no pudieron ocultar más el desastre que hicieron muchos corruptos revolucionarios que hoy permanecen en la boca del Fiscal General, Tareck William Saab, se fue haciendo un duro crítico del proceso. Como chavista siempre mantuvo el hilo central del daño causado por la oposición golpista nacional e internacional al país, pero sin perder de vista la evidente acción de un Gobierno que, lamentablemente, no es capaz de controlar al especulador que tiene en la punta de la nariz y que, aparte de desafiarlo, se burla del pueblo.

No tengo una bola de cristal para saber si ciertamente el moderador o conductor de Cayendo y Corriendo renunció, para asumir nuevos retos como él afirmó en su programa o, si por el contario, lo hicieron renunciar.

De cualquier manera, estoy convencido de que este es un Gobierno al que no le gustan las críticas, llama a la crítica, habla de la conveniencia de la crítica en la revolución como termómetro del desarrollo de la gestión roja rojita, y en el fondo le indigna, no la digiere, la mascotea y la expulsa con eufemismos.

Me hice esta opinión por los mismos programas televisivos de los chavistas del "todo bello". Dicen que la revolución acepta la crítica, mas contrariamente quieren justificar hasta lo injustificable del Gobierno. No admiten nada. Y la culpa siempre la tienen los demás.

Les voy a decir algo, camarada lector, camarada lectora, ya para concluir, esa actitud complaciente de los chavistas del "todo bello", le hace tanto daño a la revolución como la causada por los corruptos y los gringos con sus sanciones y bloqueo financiero.

Por lo consiguiente, me despido del camarada Pérez Pirela deseándole muchos éxitos en sus nuevos retos que, estoy seguro, los tiene como muchos jóvenes inteligentes y talentosos en Venezuela.