La señora Tarcila Crítica de Todo Bello esperaba a su esposo, Jacinto Todo Bello, al frente de su casa. Y mirando la carretera, se pasó el peine por el cabello y se lo recogió con una "moñerita" en forma de cola de caballo.
"Este Jacinto Todo Bello es más tranquilo que la quijá de arriba", decía para sus adentros, cuando lo vio asomar en la vía. Jacinto entró y bajó del carro traspirando.
- ¿Mijito y a vos que te pasó que venís como un cocío? Yo creía que me ibas a dejar aquí en cuatro bloques...
- Si vos supieras lo que me ocurrió, Tarcila Crítica. Cuando pasé la tarjeta del Banco de Venezuela, no pasó, y siempre me quitó los cobres. Después salí, y se me espichó un caucho. Menos mal que cargaba el repuesto lleno.
- ¡Ar coco! ¿Y no pudiste comprar los melones?
- No yo tenía por ahí un sencillito -dijo Jacinto Todo Bello-, y abrió la maleta de su carro para sacar las frutas.
- ¡A la vaína, Tarcila!…
- ¿Qué paso, Jacinto Todo Bello?
-Puse el caucho vacío encima de los melones.
- ¿Se apachurraron?
-Sí, se apachurraron, Tarcila Crítica. La señora se acercó a la maleta y observó el accidente.
- Y se esfloretaron toitos toitos –comentó-. Será que los dejemos pa jugo y no le llevamos nada a mamá, qué podemos hacer limpios, eso sí, te bañáis, porque taís puro mono.
-Ese banco tiene problemas, Tarcila Crítica, como es revolucionario, ahí va la gente que juega marullo. Siempre ta full y se satura el sistema.
-Jacinto, vos definitivamente, estáis de mollejón, qué revolucionario va a ser ese banco, ese banco ta conspirando, será más bien contrarrevolucionario, too eso que pasa, lo hace adré. Ese señor, José Sant Roz, tiene razón. Hay una mafia en ese Banco de Venezuela desde hace tiempo, después si le parece llega el Fiscal General Tareck William Saab, y descubre el desastre, ya cuando los vagabundos tan escondíos en Miami, Bogotá o Madrid. Bueno, escondíos no, huyendo, porque desde por allá es que echan lavativas. No paso a creer que el único que no conozca el chanchullo de ese banco, sea el presidente Nicolás Maduro.
-Es que son tantas cosas para ese hombre, Tarcila Crítica…no es fácil.
-Mirá, Jacinto, ve, yo se que son muchas la cosas, pero no puede ser que el presidente Nicolás Maduro, no se haiga dado cuenta de eso. Maduro nunca sabe nada, y yo creo que ya está bueno de tantas justificaciones; no sabe que la gente pasa las tarjetas y sale que la tarjeta no pasó, pero le quitan a uno los cobres; Maduro no supo lo de los perniles, Maduro no sabe que promete los bonos a toos y a muchos no les llega, Maduro no sabe que después que a la gente le dan los bonos, el banco tarda más de diez días en hacelo efectivo, entonces, ¿qué es lo que conoce Maduro de las necesidades y los padecimientos del pueblo? Mijo, Maduro es el Presidente.
- ¿Hay jabón, Tarcila Crítica?
-No, aquí lo que hay es ese líquido que venden por ahí pa lavar los corotos, ¡más aguao!, es casi agua.
-Bueno, tráeme ese, qué más…
- De todas maneras, no te váis a echar mucho en el moco ‘e pavo ese, porque te podéis pelar… Que ya eso es lo que falta.
- ¡A coño, traeme esa vaina, chica!
-Pero no se ponga bravo, señor Jacinto Todo Bello, se lo toy diciendo por un bien, imagínese, eso que ta casi muerto, si larga el cuero, ¿no es peor?
- ¡Coño, Tarcila Crítica, en este país padecemos una crisis económica muy arrecha! ¿Coño, ustedes cuándo van a entender eso? ¡Y lo que hacen es joder!
-Ta bien, Jacinto Todo Bello, hay una crisis, no lo voy a negar, pero hay cosas que el Gobierno puede resolver y no las resuelve, como esa del Banco de Venezuela. Como esa de los bonos que da por el carnet de la patria y se los sabotean los mimos bancos. Los Clap tampoco le llega a too el mundo como el mismo Maduro dice. A no ser que no haiga Clap pa toos y digan que sí. Jacinto, la gente se pone brava con razón, le prometen y le prometen y después le salen con las patas torcías.
- Aquí lo que pasa es que la gente se acostumbró a que too se lo den, señora Tarcila Crítica de Todo Bello.
-No es eso, Jacinto Todo Bello, la gente no se acostumbró a que le den, es que el Gobierno sabe que, si no le da, se mueren más rápido de hambre, porque aquí hay hambre, Jacinto Todo Bello. ¿Pa que alcanza el sueldo ahorita, váis, decime? Y yo no quiero que me den, yo lo que quiero es trabajar, que me paguen, y con mis cobres comprar lo que yo quiera. No como ahora.
- No joda, vos tenéis más salidas que San Jacinto. Ta bien, Tarcila Crítica de Todo Bello, es como vos decís.
- Sí, pa que sepáis, es como yo digo, porque ustedes los chavistas que lo ven too bonito, no quieren ver las cosas como son, too lo quieren justificar, y la gente no es boba… Ponete otros interiores, que ya esos tan muy llevaítos.
Jacinto Todo Bello se alistó y salió con su esposa, Tarcila Crítica de Todo Bello, ya directo a la casa de su suegra, pero cuando llegaron al carro, se percataron que el caucho de repuesto que Jacinto montó, también se vació.