La oposición una vez más demuestra ante el país que no desea cambiar. Sigue cabalgando por los caminos verdes, al menos los que toman a diario las redes sociales. Claro está con menos ímpetu, con menos fuerza, diríamos casi disminuidos, ante la perseverancia de continuar buscando un cambio por las orillas, sin un norte definido, fuera del marco constitucional.
Los días próximos al 10E, previsto para que el presidenta Nicolás Maduro inicie su segundo período constitucional, la oposición pretende utilizarlos para crear ante la opinión pública nacional falsas expectativas, que a la larga ni se van a dar, ni tampoco conducirían a nada bueno, pues detrás de sus intenciones lo que vendría sería inestabilidad y por qué no, presagiando malos momentos, derramamiento de sangre, que sería algo nefasto para el país.
A escasas horas de la toma de posesión, por ejemplo, vemos que a través de las redes sociales lo que se plantea y se dice no tiene pie ni cabeza, ni mucho menos sentido, al menos en ese país que tiene "cinco dedos de frente", pues la nación en pleno sigue a la espera que la oposición de verdad enmiende sus errores, que por lo visto no desea superar.
Las ofensas y el descrédito que se promueve a diario en contra del presidente Maduro rompen ya con la tolerancia. En lo personal no encontramos explicación que estos desafueros se sigan tolerando así, como así, sin darle importancia.
Pero no solo ofensas personales en contra del jefe de Estado vemos a diario que son difundidas, al menos en el Facebook, a manera de reto y provocación, sino también prácticas y planes desquiciados que nos indican que detrás de la oposición prevalece más el odio y la venganza que un proyecto o un programa viable que permita enrumbar al país por caminos distintos o más prósperos.
Desde "requetoneros", hasta cantantes de música criolla, vienen utilizando su talento para mal poner la imagen del Presidente, y desde luego, la del país, más allá de nuestras fronteras, pero como cosa extraña nunca han promovido una canción en contra del imperio que pretende pisotear la tierra por la que el Libertador Simón Bolívar entregó su vida.
Lo último que hemos visto a que apela la oposición para exacerbar los odios y las protestas son las publicaciones de años anteriores relacionadas con nuevos aumentos de sueldos y entrega de bonos que previamente anunció, a lo largo de su primer período, el presidente Maduro.
La táctica es hacer creer, en estos momentos, que un nuevo aumento de salario viene de manera inmediata para todo el país, igualmente importantes bonos, que a la larga ni están anunciados ni se sabrá si habrá dinero, en el supuesto negado que así fuese, para cumplir con sus pagos. Al menos así está demostrado con algunas notas de prensa viejas que han sido publicadas de nuevo en las últimas horas.
¿Qué se busca o qué se desea con todo esto?. Desde luego se quiere crear malestar ante semejante engaño y con ello ganar de nuevo la calle para promover la violencia con las viejas guarimbas, que pudieran dar con el traste del gobierno, o evitar, al menos, que el presidente Maduro inicie su segundo mandato.
A solo pocas horas de lo que estamos seguro es un hecho irreversible, es notorio entonces que la oposición sigue empeñada en buscar erradamente el poder por la vía del golpe de Estado, sin respetar, desde luego, la voluntad de las mayorías que quedó plasmada en la pasada elección presidencial. Razón hay de peso, finalmente, para ver que la oposición cada día está más disminuida, mientras que el país sigue esperando que cambie, sin tanta alharaca.