La mayoría de la sociedad ya está de acuerdo que la solución para superar el desastre que sufrimos l@s venezolanos consiste en que Maduro renuncie. Ahora bien, el gobierno democrático popular de reconstrucción que asuma las riendas del nuevo estado deber impedir que repitamos caer en el mismo fango o sendero del devastador desarrollo capitalista, que tiene al mundo sumergido en un desastre. La solución está en edificar un modelo de vida superior, más avanzado, de productores libremente asociados (productores de alimento,de salud,de educación,de arte,de ciencia y tecnología,productores de vida buena) . Asumir una lógica distinta de hacer las cosas en la cual no priven los intereses de ninguna oligarquía y de las transnacionales sobre el interés del colectivo nacional. La sociedad venezolana está en capacidad de lograr esto,la nueva mayoría política emergente debe ponerse de acuerdo,es el momento.
Pero la ausencia de una construcción alternativa pone en peligro las posibilidades de encontrar una salida a la crisis.En la nueva mayoría, en ciernes, es donde empiezan a entrelazarse las expectativas y esperanzas de los empobrecidos del chavismo y de la oposición, de los sectores demócratas, revolucionarios y nacionalistas constituyéndose en una clase nacional para sí. Esta nueva fuerza popular debe tomar conciencia que tiene dos enemigos a enfrentar. Por un lado, el neoconservadurismo norteamericano con su lame medias,grupo de Lima. Del otro lado,el desgobierno de Maduro -instrumento de la nueva burguesia delictiva- , aliado despojado de dignidad y soberanía nacional, frente a las transnacionales rusas y chinas. Ambos enemigos, libran también entre ellos,una lucha para ver quién se queda con las riquezas de Venezuela. En consecuencias, ámbos son enemigos del pueblo venezolano.No existen capitalistas buenos y malos hay simplemente capitalistas .
Está demás decirlo pero hay que siempre recordarlo, el capitalismo desarrolla constantemente la producción no con el serafin propósito de saciar las necesidades de los pueblos sino por su insaciable afan de obtener ganancias y para lograrlo invade, destruye y asesina a los pueblos mismos (Libia,Afganistan,Siria e Irak).
Cualquier política de inversión extranjera que, sin ninguna duda, necesitamos en función de reconstruir el desarrollo y la modernización de la nación, deberá negociarse sin abandonar el marco de los principios de soberanía e independencia nacional y con total conocimiento y aprobación de la democracia popular para asegurar que los recursos se destinen a otros objetivo que no sea el trazado.
El nuevo bloque histórico popular debe construir, igualmente, una unión hecha de muchas uniones nacionales, e internacionales. Las luchas por la libertad, la igualdad y la fraternidad en el siglo xxi de los pueblos está suficientemente demostrado no es posible lograrse en los claustros nacionales. En este sentido, hay que crear una organización de organizaciones y redes sociales, políticas y culturales entre todas las naciones de Nuestra América incluyendo a los trabajadores norteamericanos y canadienses. Los pueblos del mundo estamos enfrentados a un enemigo común,el capitalismo malandro global.
De ahora en adelante,callar,ser indiferente,las zonas de confort o quedarse con los brazos cruzados es complicidad con el desastre.Decidamos entre Maduro y su devastador capitalismo, o una sociedad de productores libremente asociados.
06 / 01/ 2019