Es curioso. Cuando alguien de la cúpula madurista decide abandonar el poder, como si por analogía se viese a las ratas abandonando un barco que se hunde, independientemente de las funciones que ocupe en la estructura de gobierno sean éstos del ejecutivo, legislativo, judicial, ciudadano y electoral, y sin obviar el mundo militar, tales individuos de un día para otro se convierten en una suerte de seres sin pecados, a ser parte de los demonios del infierno.
En tal sentido, el hecho de que el ahora magistrado desertor del "Tribunal Supremo de Justicia" (TSJ), Christian Tyrone Zerpa, quien también se desempeñó como diputado por el estado Trujillo, antes de llegar a ser parte de la cúpula judicial, haya decidido irse de Venezuela hasta el mismísimo imperio, ha desatado cualquier cantidad de acusaciones por quienes hasta ayer eran sus colegas, aliados y camaradas.
Uno de sus acusadores es precisamente el presidente del TSJ, quien jamás ni siquiera mencionó que existía alguna investigación en contra de altos funcionarios de su despacho, para que ahora veamos como regalo de Reyes, que el magistrado desertor, según las declaraciones de Maikel Moreno al frente de lo que llaman "poder judicial" en nuestro país, señale a su compañero de tribunal, un día después en que se oficializa su abandono del cargo, nada más y nada menos que de estar siendo objeto de investigaciones por "acoso sexual y actos lascivos"¹.
Y nos preguntamos: ¿Por qué Maikel Moreno no informó sobre estas "investigaciones" con antelación, y separaron al magistrado señalado de sus funciones antes de los días de receso judicial por fechas decembrinas? ¿Cómo es eso que después que Zerpa ha abandonado el país, es que aparece Maikel Moreno para hablarnos sobre tan graves acusaciones? ¿Es qué independientemente de lo que hubiese ocurrido con el magistrado señalado, el presidente del TSJ en este día de Reyes, iba a pronunciarse en relación con semejantes imputaciones? A todas éstas ¿Dónde está el "fiscal constituyente" haciendo un pronunciamiento sobre la negligencia en su despacho al también haber omitido hechos de esta naturaleza? Es obvio que esas interrogantes nunca tendrán respuestas porque quien acusa está tan infestado sobre quienes pretende acusar.
Aquí la única verdad es que nuevamente el madurismo se queda sin careta, pero lo que es más grave, se siguen sumando pruebas que demuestran la ilegitimidad e ilegalidad de todas las decisiones que se han generado con esta cúpula del TSJ, razón por la cual, todos los actos que se han derivado de tales acciones seudojurídicas, además de ser nulas, representan sendos delitos en sus ejecutantes, con responsabilidades civiles, administrativas y penales, porque no solamente han sido violatorias de la Constitución y las leyes, sino que ha habido claras usurpaciones de funciones de Estado en desmedro de la estabilidad política, económica y social del país.
Maikel Moreno es el primer culpable que tenemos en Venezuela porque sus funciones han ido conforme haya sido la voluntad de Miraflores, y él como todos sus congéneres "magistrados", incluyendo a Zerpa que ha desertado de tal bazofia jurídica, nunca han tomado las decisiones judiciales en función de los intereses de la nación, sino por el contrario, sin importarles la naturaleza de la constitucionalidad, convirtieron el ordenamiento jurídico en el papel higiénico de la cúpula madurista, a expensas de una población que fue sumergida en la pobreza, la miseria y la muerte.
Para los maduristas sin excepción, y en especial para los enchufados y la senectud resentida que apoya el neototalitarismo, la cúpula que controla los distintos poderes del régimen son una clase de apóstoles. Verbigracia, cualquiera de ellos puede ser corrupto, malandro y hasta conformar una red de acoso sexual y actos lascivos, pero mientras sea fiel al "Jesucristo" que los comanda sus pecados les serán "perdonados" por quien ellos consideran su dios. Por el contrario, si por cualquier hecho, alguno de esos apóstoles decide abandonar el "apostolado", pues sólo le queda la cruz mediática como parte de la condena, y simplemente de ser quizás el mejor ejemplo que pueda existir en la sociedad, se convierte de un día para otro, en la peor y más putrefacta lacra social que haya sido parte de nuestra historia.
Lo ocurrido con Zerpa es el capítulo de una historia que se irá repitiendo en la medida que el madurismo siga desmoronándose como estructura de poder. Este es un gobierno que ha entrado en cuenta regresiva, mientras la corrupción, la hiperinflación, los problemas financieros, la quiebra de la industria petrolera, el colapso de los servicios públicos, y las presiones sociales se van a multiplicar. Si Maduro piensa, que más allá de la cúpula del poder, el resto de los funcionarios están dispuestos a inmolarse por su neodictadura y corrupción, vaya viendo al espejo de magistrado desertor.
Lo que hace Maikel Moreno es la descripción de un libreto que perdió toda credibilidad. Más allá de si son ciertas o falsas todas esas acusaciones contra el desertor, las palabras que tendrán validez en lo sucesivo son las que diga Christian Zerpa porque éstas representan las múltiples vagabunderías y delitos que se cometieron desde el TSJ en el tiempo de su permanencia, y al ser tales decisiones, actos violatorios de la Constitución, son actos criminales ejecutados por la cúpula madurista.
Maikel Moreno puede acusar a Zerpa o sus colegas magistrados que se conviertan en desertores de "acoso sexual y actos lascivos" ¿Están el resto de los miembros del TSJ, incluyéndole como presidente de ese "organismo" libres de pecado y delitos, o está esperando volver a denunciar a sus colegas "magistrados" para cuando se produzca una nueva deserción? A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.