Las medidas intimidatorias de la ONU y OEA hacia Venezuela, es solo un proceso de debilitamiento ante realidades políticas, donde un conjunto de líderes se encuentra involucrados. El sumario de investigaciones es sumamente fuerte y amplio. Por esto, no se aceleran las medidas de respeto, coacción y sanciones a un país soberano. Nadie, va a renunciar a su derecho de ser libre, y como en el caso Odebrecht, cada uno tiene su impedimento de ejercer justicia, por razones de derecho. Solo, se atrevieron a ejecutar las primeras pesquisas en Perú, por el caso de Alán García y Alberto Fujimori, los dos únicos presidentes que se han preocupado por el Estado andino.
Lo que resulta contradictorio es la propaganda de controversias y deformación que se da, por las redes sociales. Cuando el silencio, le es propio a la OEA y ONU, donde el presidente Hugo Chávez Frías, ha sido el único en decirlo: "Aquí, huele a azufre".
Bien, nosotros callamos y otorgamos, como sociedad civil, nos ofendemos en las redes sociales, cuando el enemigo a vencer es otro. Lo peor de todo, es que muchas veces son personas que conocimos en nuestra juventud y conocemos nuestra procedencia y, hemos compartido las costumbres y hábitos del mismo pueblo. Me ha sucedido dos veces.
No son uno, ni dos, sino varios amigos, directores de instituciones que se dan baños de pureza y se dicen miembros del pacto anticorrupción, pero se les ha visto con frecuencia socializando con quienes critican, porque al final del día lo único que desean es pertenecer a esa élite que dicen despreciar y añoran ser parte de ella. Y si no me creen, pongan atención a los eventos de estos grupos de poder, ¿quiénes están presentes, quienes llegan? Las fotografías no mienten, ahí llegan todos y cada uno de estos actores. Llegan porque se sienten importantes de que fueron invitados, ¡vergüenza les debería de dar!
Sí tuvieran un ápice de honor, muchos funcionarios públicos y de congruencia social, serían los primeros en rechazar las invitaciones de los altos jerarcas del poder público, cuando son invitados a participar. ¿Será una voz de protesta válida? Bueno, depende de los principios y creencias de estos ciudadanos. Pero todos desean escalar y prosperar en la vida. Muchos, prefieren aliarse al bando que consideran ganador para mantener o ganar privilegios, como Poder.
El mismo fenómeno, lo observamos en quienes toman partido por las organizaciones. Donde, estas alianzas, los manipulan y engañan. Allí, lo que hay es farsantes y burdos.
Parecería ser que todos los hombres somos consumidores y productores. Y en este sentido parecería que no debe haber ningún conflicto entre ambas facetas de nuestras vidas. Y, sin embargo, en el mundo que vivimos, globalizado, sí parece haberlo.