Fotografías de Iván Piña
"2019 LAS AVES DEL SEMIÁRIDO VENEZOLANO REQUIEREN PROTECCION"
Las aves del semiárido están amenazadas por la deforestación, tala de árboles, arbustos y cardones para carbón vegetal, leña, combustible para hornos de cerámicas, artesanías, corrales, viviendas, además de la cacería y la contaminación. Se propone declarar el 2019 como el año para la protección de las aves del semiárido y sumarse a la campaña "Ni un grado más, ni una especie menos".
Este 10 de enero es el día mundial de las aves, fecha creada para reflexionar sobre la importancia ecológica, social, cultural, sanitaria, económica, científica, geopolítica y espiritual de estas especies y coordinar acciones para su conservación. Es la primera eco-efeméride del año y marca el inicio del activismo ecologista en Venezuela.
Este año la propuesta es la defensa de las aves del semiárido Larense, el cual cuenta con una importante diversidad de especies, muchas amenazadas por la deforestación, la tala de especies para realizar artesanías, producir carbón vegetal, uso como leña, construcción de viviendas, corrales de animales, cercas de fincas, combustibles para hornos de cerámicas y el sobre pastoreo de caprinos que afecta la composición florística de la región.
A los daños a la vegetación, se suma la captura de especies, bien sea para consumo humano (guacharacas, perdices, patos, codornices, paujies y otros); o para el comercio ilegal como mascotas (guacamayas, loros, periquitos, turpiales, canarios de jardín, etc), matanzas constantes que realizan cazadores furtivos y "deportivos" y las que realizan niños con fondas (hondas, resorteras o chinas) por "diversión" ante la mirada indiferente de sus padres o de los adultos de la comunidad.
Por si fuera poco lo anterior; existe, un gran vacío de información sobre las especies, sus poblaciones y amenazas y una insuficiente representación del semiárido en el sistema nacional de Parques de Venezuela, con excepción de los Parques Nacionales Cerro Saroche, Médanos de Coro, Dinira y el Monumento Natural Lomas de León. Se requiere ampliar los parques existentes y decretar nuevos espacios como el Parque Nacional "Guacamuco" o "Tierra de Ayamanes" el cual sería el primero en el municipio Urdaneta y preservaría fuentes de agua en este sediento territorio.
Las aves dependen estrechamente de los árboles para obtener alimentos, construir sus nidos, posarse y realizar la mayoría de sus funciones vitales en ellos (crecimiento, reproducción, cortejo, competencia por el espacio o por parejas, etc). Esta es la razón; por la cual, al deforestar los bosques o ecosistemas de espinar, cardonal, matorrales espinosos, no solo se pierde la vegetación también se reduce la cantidad y variedad de especies en una región y si esto se hace masivo incidirá drásticamente en la supervivencia de las especies asociadas al semiárido.
Papagayo, Loro Chacaraco o Pericón (Thectocercus acuticaudatus), antes llamado Aratinga acuticaudata. Fotografía de Iván Piña. Esta ave es comercializada en los caseríos del semiárido.
¿Para qué sirven los días mundiales de aves?
Básicamente para
-Alertar a la sociedad en general sobre la importancia ecología, social, cultural, científica, económica, política, espiritual de las aves y evitar su extinción.
-Son importantes para la geopolítica y la integración continental, motivan a los países a trabajar mancomunadamente para preservar las especies migratorias, como la creación de Zonas de Especial Protección para las Aves
- Contribuyen a mejorar la autoestima de los ciudadanos al saber que viven en un país con una alta riqueza de especies que ocupa un lugar entre las diez naciones mega diversas del planeta. Lamentablemente para Venezuela, la pérdida de territorio con Colombia una zona de gran biodiversidad y el litigio activo con Guyana por el Esequibo, en este caso las especies no se contabilizan para Venezuela (¡Por ahora!).
– Iniciar o consolidad acciones efectivas para la conservación de las aves
– Conservar y mejorar los hábitats de las aves y las rutas migratorias con apoyo internacional.
– Contribuir a preservar la vida en el planeta y mejorar la calidad de vida o promover el buen vivir de las personas.
-Recordar el aporte que hacen las aves en la salud cuando eliminan cadáveres de animales (zamuros, Cóndor, Gavilán Caricare) que provocarían enfermedades y controlan especies de roedores, insectos, serpientes, escorpiones evitando ataques masivos a los humanos o el ganado, si se reprodujeran en grandes cantidades.
-Polinizan especies comestibles, maderables y controlan roedores y artrópodos que acabarían con los cultivos.
Zamuro (Coragyps atratus) Fotografía de Iván Piña.
¡Puro buche y tuna! ¡Puro comedero é chivos!: Ecosistemas xerofíticos despreciados, olvidados, subvalorados y degradados.
Contrariamente a lo que se piensa, el semiárido es una región caracterizada por la presencia de especies con espinas como Cujíes, Uvedas, Yabos, Tunas, Cardones, Buches, conforman el hábitat de una gran variedad de especies, destacando los paseriformes (pajaritos) como el Cardenal Sangre Toro confundido con el Cardenalito de Venezuela, Turpial, Arrendajo, los Psitácidos (Loros, Periquitos, Pericos y Guacamayas), las rapaces integradas por Águilas, Gavilanes, Buhos y Lechuzas, las llamadas aves playeras y las acuáticas. Se estima que existen más de 100 especies de la avifauna en el semiárido
¿Qué es la biorregion semiárido?
En el libro Biodiversidad en Venezuela caracteriza esta biorregion: "Es un amplio y extraordinario ecosistema que se extiende por 41.023 km 2 representando el 4,5% del territorio venezolano, a lo largo de las costas Venezolanas y enclaves aislados en la cordillera andina (Matteucci 1986). Estos ecosistemas se clasifican en base a criterios florístico-fisonómicos, (Huber y Alarcón 1988) como cardonales (predominan los cardones), arbustales (predominan los cujíes y Uvedas) y matorrales xerófilos (son una transición entre los xerófilos y los bosques con especies de porte medio (Ferrer 2011)
"Estos ecosistemas pueden dividirse en dos grandes grupos: el primero, ocupa áreas de tierras bajas, con altitudes comprendidas entre el nivel del mar y los 600–700m, conformando un cinturón angosto, casi continuo a lo largo de la costa Caribe, desde la Península de Araya (estado Sucre) hasta la Península de la Guajira (estado Zulia) incluyendo algunas islas, como Margarita, (estado Nueva Esparta) La Tortuga, La Orchila y Los Roques, (Estado Insular Miranda) entre otras."
Además de estas áreas costeras, la vegetación árida penetra al interior de la parte norte de la Cuenca del Lago de Maracaibo, la depresión del Río Unare, así como la región de montañas bajas y depresiones de los estados Lara y Falcón llamadas Sistema Coriano o Serranías Lara-Falcón. El segundo grupo, se encuentra conformando por pequeños enclaves ubicados en la Cordillera de los Andes, desde 1800 m.s.n.m. aislados entre sí por formaciones vegetales húmedas.
"Durante el Pleistoceno, ambas áreas estuvieron conectadas con la formación árida de la costa Caribe (Sarmiento 1975) pero, en la actualidad, forman una cadena de «islas biológicas» a lo largo de la Cordillera, desde el Ecuador hasta Colombia y Venezuela. En estos enclaves, la altitud ha determinado dos tipos ecológicamente divergentes en razón de sus características climáticas: el primer tipo está constituido por aquellos ubicados en altitudes inferiores a 1800m.sn.m de clima macrotérmico (altas temperaturas) y verdaderamente similares en ecología, flora y vegetación, con los de la costa Caribe (Sarmiento 1972, 1975). Se reconocen, al menos, cuatro áreas bien definidas en los Andes de Venezuela: La Puerta (estado Trujillo), Lagunillas (estado Mérida), Ureña y La Quinta (estado Táchira).
"El segundo tipo, está conformado por enclaves de tierras altas (más de 1.800 m.s.n.m.), se caracterizan por climas meso o microtérmico (bajas temperaturas) y bajas precipitaciones. La vegetación presenta especies y características xeromórficas, pero posee pocos rasgos en común con la de la costa Caribe, lo que se evidencia, entre otros aspectos, por la ausencia de cactáceas columnares. Estos enclaves se encuentran principalmente en el páramo de Cendé y los valles altos de los ríos Chama y Mocotíes (Sarmiento 1976) Son llamados Paramos".
El Semiárido Larense:
Según el portal Semiáridos de Latinoamérica, se determina que: "La región semiárida venezolana más importante es la que se conoce como el Semiárido de los estados Lara y Falcón, que está situado en el noroeste del país, abarcando unos 15 municipios y sumando aproximadamente 30.000 km2, con alrededor de 1.790.000 habitantes, de los cuales 288.000 (16%) son rurales. La vegetación está compuesta principalmente por especies adaptadas a las condiciones de semiaridez, como el arbustal espinoso (fundamentalmente cardonales) y el bosque deciduo, los cuales están en serio peligro de desaparición ante la deforestación para agricultura, ganadería y urbanización".
"En cuanto a la estructura agraria, son predominantes las unidades de economía familiar campesina tradicional, que están sujetas a la escasez de agua y a la inestabilidad debido a la ocurrencia de sequías. Las actividades económicas principales son la cría extensiva de caprinos, destinada en gran parte al autoconsumo, el cultivo de especies adaptadas al clima, como la sábila, el sisal y el cocuy que en gran medida se recolectan en forma silvestre, y el cultivo de hortalizas mediante riego. También las producción de artesanías con especies como la Vera y la Uveda, instrumentos musicales, telares, cerámicas".
En el sistema montañoso Falcón-Lara se distinguen las serranías siguientes: Sierra de San Luis, Sierra de Buena Vista y Churuguara; Matatere; Bobare; Aroa; El Empalado, formada por la de Siruma y Jirajara y Baragua. Las porciones costeras comprenden las llanuras de la costa norte.
Forman partes también, las depresiones Carora-Barquisimeto y la de Yaracuy-Turbio; y las llanuras litoralenses y La Península de Paraguaná está constituida por una isla unida al continente por el Istmo de los Médanos. Este se caracteriza por la presencia de grandes depósitos de arena, con alguna vegetación xerofítica, que constituyen los médanos o dunas. En esta península, se encuentra el punto más septentrional del país continental, en el Cabo San Román situado a 12º 12" latitud norte. El punto culminante de la región se encuentra en el Cerro Cerrón de 1.900 m.
Representación de relieves desde las costas de Paraguaná hasta las depresiones de Barquisimeto, Quibor, Carora forman parte del semiárido. Semiáridos de Latinoamérica
Aves de Venezuela
Según Andigena "de las 9.799 especies de aves conocidas en el planeta, más del 33% se encuentran en América del Sur y de este porcentaje, Venezuela posee el 44%. Esto nos ubica como el sexto país de mayor diversidad de aves en el ámbito global con un total estimado de 1.420 de especies, de las cuales 48 son endémicas, 6 han sido introducidas por humanos y 34 son consideradas raras o accidentales".
Venezuela ocupa el segundo lugar, después de Colombia, en especies viajeras; al recibir 135 visitantes de Norteamérica, 10 especies migran desde Centroamérica y 23 vienen del sur del continente. En promedio duran en Venezuela entre 4 a 8 meses y luego continúan su viaje hasta el próximo año que retornan al país. A Barquisimeto la visitan dos especies la golondrina (Prognea tapera) y el Atrapamoscas Tijereta (Tyrannus savana), ambas del sur y que llegan a varios puntos de la ciudad a finales de junio hasta octubre aproximadamente.
Cardenal Coriano (Cardinalis phoeniceus) Fotografía de Iván Piña Es común en los hogares rurales del semiárido tener especies como mascotas, esta situación está acelerando su extinción.
Aves del estado Lara.
Según la Unión Venezolana de Ornitología el estado Lara cuenta con 478 especies registradas, de las cuales 435 especies son residentes, 35 especies migratorias y 7 especies endémicas de Venezuela. En https://www.uvo puede descargarse la lista completa de aves de Lara.
Perico Cara Sucia (Eupsittula pertinax), antes llamado Aratinga Pertinax. Fotografía de Iván Piña. Nótese la alimentación con sobras de "comida casera" pocas frutas y semillas. Esta falta de alimentación adecuada genera la mortalidad de 8 de cada 10 aves en cautiverio.
2019 año de las aves del semiárido y campaña ni un grado más, ni una especie menos
Es por esta razón, que proponemos el 2019 como el año de las aves del semiárido para contribuir a su conservación y la defensa de estos ecosistemas despreciados o subvalorados por la población. También, nos unimos a la CAMPAÑA NI UN GRADO MAS, NI UNA ESPECIE MENOS, resaltando la contribución de estos bosques espinosos para contrarrestar el cambio climático, evitar la desertificación y alertar sobre la urgente necesidad de regular las actividades de la población y sancionar los delitos ambientales para evitar las extinción de especies.
Recordamos que quedan solo dos años para que concluya el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (década 2011-2021) y la situación de las especies del semiárido ha empeorado. Es urgente un plan de acción que inicie de inmediato para evitar la degradación de los ecosistemas xerofíticos y la desaparición de las especies de la avifauna asociados a ellos.
Rechazamos la proliferación de la extracción de minerales no metálicos sin cumplir los estudios de impacto ambiental, sin consultar a las comunidades locales y organizaciones ambientalistas, para beneficio personal de unos pocos y sin realizar el aporte social de ley.
¡Que vivan las aves en su día!... ¡Ni un grado más, ni una especie menos!
Semiárido: zona de vida.
Fuentes
Libro Biodiversidad en Venezuela (Fundación Empresas Polar y Ministerio de Ciencia y Tecnología Tomo II, año 2003)
Libro geografía Ambiental del Estado Lara Edilberto Ferrer-Veliz
https://www.andigena.org/fetival_aves/observacion_aves_venezuela.asp
https://www.semiaridos.org/publicaciones/