Con la globalización de la economía mundial la distancia no son barreras para el desarrollo y el comercio, el capitalismo no ha cambiado en esencia, se ha dado mas los cambios técnicos y organizativos, las adaptaciones en la economía mundial se ha ajustado a la normativa mundial y se crea características universales de bienes y servicios en dimensiones, funcionalidad, confianza y utilización de los insumos (Valdés, L. p.134). Fluyen las transacciones mundiales, los intercambios, si embargo, en ese "cambio estructural", se destacan por su importancia "la economía del conocimiento" y la innovación tecnológica, como principal factor de acumulación y desarrollo económico.
Debido a esa necesidad de compartir saberes, conocimientos e innovaciones así como las técnicas se impone "La deconstrucción de jerarquías y fronteras para imponer sobre ellas un comportamiento gobernado por relaciones sociales y técnicas. Nos servirá como eje de acción critica en la construcción de una humanidad que pueda servir de acuerdo Con las leyes del progreso que ella misma ha creado como estrategia propia en el transcurso de su evolución sobre el planeta tierra" (Carbonell y Sala (2003: 97). Las organizaciones tienen que dar ese salto, desmantelar las jerarquías, las barreras que impiden la integración, la cohesión del sistema, aprovechar los frutos del progreso de la revolución científico técnico para establecer la coevolución social sin jerarquías o frenos del desarrollo social.
Las empresas al igual con los Gobiernos, hoy se encuentran en una carera contra el tiempo bajo presiones de la competencia a las exigencias del mercado, se ven obligadas a desarrollar capacidades de competitividad, a flexibilizar la producción a escala mundial, aprovechar las ventajas del comercio, de empresas flexibles, de pequeñas. Medianas y grandes empresas integradas, ensambladas y articuladas por el mercado mundial bajo una estrategia global cohesionadas por una misión, visión y valores sostenida en una cultura empresarial solida donde el concepto tradicional de trabajo desaparece, al estricta especialización y división del trabajo, cada empleado actuará para el éxito de acuerdo a lo que haga, piense, contribuya al desarrollo sostenido de la empresa (Ibid., L., p., 135).
Por eso es tan importante manejar la cultura organizacional, dotarla de una misión, visión y valores acorde con el interés nacional, desarrollar "capacidades competitivas", diseñar una estrategia nacional de desarrollo, hacer hincapié en los cambios que demanda el concepto de trabajo en el siglo XXI, de ello depende el desarrollo de la economía del conocimiento e innovación y las ventajas comparativas que deriva de ello, hablamos concretamente del desarrollo de las fuerzas productivas, elemento estratégico para el desarrollo de las empresas como instituciones públicas.
La Nueva Empresa o instituciones públicas del Estado de acuerdo con lo anterior, la fuerza productiva encarnada en el hombre deja de ser "una cosa manipulada", un autómata, un recurso sujeto al capricho ciego de la organización, para proceder a potenciar la organización, liberando sus capacidades, "enriqueciendo el trabajo" con nuevas habilidades y destrezas, organización por procesos completos, rompiendo las barreras departamentales, reduciendo los controles y la burocracia (Ibíd., p., 137), se enriquece el trabajo, asimilando el conocimiento y la innovación, cada trabajador desarrolla procesos múltiples, abarca varias funciones y ocupa distintos puestos según la necesidad de la empresa (Ibíd., p.137), se desarrolla nuevas habilidades y destrezas para optimizar el conocimiento (Ibíd., p.138).
La nueva organización empresarial demanda altos niveles de educación, nuevos tipos de relaciones sociales de trabajo, relaciones de confianza, información fluida, trabajo en redes, democratización de la toma de decisiones, propiciando nuevas estructura, reconfiguración de estructuras por equipos de proyectos y estructuras por redes, incluso fuera de la empresa contratada como staff para nuevos procesos de producción, con tecnología limpia, ecológicas que minimicen los impactos ambientales basado en nuevos diseño del trabajo.
La Transición hacia el Nuevo Paradigma Empresarial de Desarrollo y del Trabajo
La base del nuevo pensamiento organizacional se sustenta en el desarrollo humano, en el desarrollo del ser social pleno, integro, específicamente humano, tanto en la producción de las nuevas necesidades como un hecho histórico, en la creación de valores sociales, basado en la potencia social del conocimiento universal y eso implica la administración de la economía del conocimiento, por lo se requiere un cambio estructural de la organización, plantearse la coevolución del desarrollo, no como se venía haciendo tradicionalmente, un proceso de evolución sustentado en el aislamiento de los sistemas, agotable, despilfarrador, fundamentado en crear mas cantidad de bienes y servicios, al menor costo sin prestar atención a la calidad humana, a la calidad humana y la economía ambiental, toda vez que los frutos del desarrollo científico-técnico sigan siendo usufructuado por minorías sociales, por elites opulentas en sacrificio del resto de la sociedad condenadas al empobrecimiento gradual.
La nueva organización parte de una realidad mucho mas amplia, mas allá de los intereses privados y estrechos de la empresa privada, se apoya en un sistema de mayor escala, la nación, la cultura, la economía mundial, el sistema político, el planeta orgánico e inorgánico (Valdés, L., p.128), Este consiste en liberar el potencial humano de la empresa hacia una visión social compartida (Ibíd., p.114) del desarrollo, al contrario de la visión mecanicista que no contempla "el libre desarrollo humano" sino la esquilmación sistemática y gradual del ingenio del hombre o la mujer dentro de la organización empresarial, el conocimiento y la innovación científico-técnica. En el viejo paradigma empresarial, el trabajador es "intercambiable" por otro, por no decir desechable, sustituido y desplazado por la maquina, por los autómatas.
Finalmente el nuevo pensamiento organizacional demanda "…superar visiones y actuaciones que se alejan de la acción social y técnica de una verdadera humanidad. Tenemos que rebatir desde la base de una serie de planteamientos que parecen asumidos totalmente por las comunidades humanas. Es necesario que nos dotemos de contenidos y estrategias sociales bien fundamentadas históricamente y abandonemos idealismos simbólicos y morales inútiles si queremos que el homo sapiens adquiera responsabilidad que le corresponde a su proceso de humanización". (Carbonell y Sala (2003: 97).
Fuente:
Séve, Lucien (1975), Marxismo y teoría de la personalidad. Amorrourtu editores, Buenos Aires, Argentina.
Valdés, Luigi (2002), La Re-evolución empresarial del siglo XXI. Grupo editorial Norma, Bogotá, Colombia.
Carbonell E. y Sala R. (2003) "Aún no somos humanos. Propuestas para la humanización en el tercer Milenio. Ediciones Península, Barcelona, España.