Para nadie es un secreto que los Estados Unidos de Norteamérica, desea marcar un punto de inflexión sobre Venezuela y para esto, ha previsto un cronograma para ocupar un posicionamiento internacional y jugar con el Estado Bolivariano y su ejercicio democrático.
Se hace necesario revisar el tema de los Derechos Humanos, la autonomía de los poderes públicos, el respeto a las garantías constitucionales e, inclusive, revisar constantemente los factores de estabilidad y destabilización política del presidente en ejercicio, Nicolás Maduro Moros.
Para nadie es un secreto que, a nivel internacional, cada vez más observan lo que ocurre en Venezuela, a ratos con preocupación, otras veces con asombro. Pero ya no es noticia el país por sus misses triunfadoras en cuanto concurso acudían o por la bonanza y el derroche petrolero. Ahora el acento lo colocan aspectos como el hambre y la falta de medicinas que se vive en el país; las cifras de homicidios y la inseguridad. Más recientemente, las informaciones sobre la emigración masiva y las incomodidades que generan en algunas sociedades donde llegan venezolanos también se ven reflejadas en los medios de comunicación y redes sociales.
La internacionalista Giovanna De Michele asevera que en estos momentos Venezuela es percibida en el exterior como un Estado fallido y forajido. "Un Estado fallido es aquel que no es capaz de garantizarle la realización de un proyecto de vida a su gente, que no es capaz de garantizar el cumplimiento de la ley a lo largo y ancho del territorio nacional. Es una calificación que se da a cómo se comporta el Estado fronteras adentro", destacó.
Mientras que el Estado forajido es aquel que se mide en función de su comportamiento de cara a la comunidad internacional, vale decir qué tanto respeta la institucionalidad formal e internacional, si cumple o no con los acuerdos que ha suscrito, con las resoluciones de los organismos internacionales, detalla.
Dijo que en la medida en que seamos percibidos como un Estado fallido y forajido, no hay confianza a nivel internacional. "Somos un Estado que no tiene credibilidad a nivel internacional, eso ahuyenta las inversiones, los capitales e inclusive a los venezolanos, por eso vemos esa gran estampida sobre todo de la población joven que huye del país buscando otros espacios donde desarrollar un proyecto de vida", dijo. Esta diáspora masiva ha hecho que los gobiernos de América Latina también se sientan preocupados por esta emigración, pero lo cierto es que los venezolanos que deciden irse tratan de mantenerse, a toda costa, en el exterior, inclusive si no les va muy bien en sus nuevos sitios de residencia, acotó De Michele.
Pero, hay que documentarse bien, sobre la voracidad de las noticias y no convertirlas en Fake News. Es preocupante como grupos humanos difaman el nombre del presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, pero, su trabajo es solo en las redes sociales y, no hacen nada en su comunidad por lo que profesan y reciben con beneplácito los bonos del gobierno madurista.
Me preocupa, el cuestionamiento público hacia el presidente y, no se hace un trabajo en conjunto a través de cabildos abiertos para desplazarlo del poder y, la Asamblea Nacional con toda su majestad de su investidura como institución, no hace absolutamente nada, pura charlatanería, en esto, Alberto Fujimori lo hizo mejor, la elimino ante tantas adversidades y enemigos creados internamente. Sus presidentes, desde Henry Ramos Allup hasta Juan Guaido se encuentran comprometidos con el gobierno, Guaido a través de Leopoldo López. En vez de buscar una entrevista con el presidente de la primera potencia mundial, Donald Trump, a la vez con el Reino Unido y el Grupo Vox de España para reunir informaciones estratégicas que sean capaces de crear verdaderos dispositivos para el bien o mal, hacen juego político que incluyen a los ex candidatos presidenciales, Henri Falcón y Javier Bertucci, a quien le fue concedido la única compañía para traer medicinas al país, como sí fuese las Asambleas Cristianas un laboratorio.
Sin dudas, las alarmas están prendidas en Venezuela, por la persecución de periodistas, eliminación de diarios y la restricción operativa de los pocos que quedan.
A pesar de los días aciagos, el presidente Maduro sigue trabajando a su ritmo y, su imagen se posesiona aún más a nivel internacional, por la neutralidad de la Asamblea Nacional que prefiere ir al dialogo y no darle una razón cierta a los ciudadanos que continúan con sus protestas y la represión desatada por los organismos de seguridad del Estado. Pertinentes, resonantes y oportunas fueron las interrogantes acerca de ¿Qué pasa con los medios de comunicación en Venezuela?, ¿Dónde quedó el deber de informar y el derecho a estar informado?
Interrogantes todas, que encontraron inmediatamente un fuerte lazo con el sensible tema de los Derechos Humanos en el país. Viejas denuncias sobre los ataques a la libertad de expresión, libertad de circulación, derecho a la vida, garantías del debido proceso, e inclusive, la existencia de colectivos armados que actúan con la anuencia y hasta el acompañamiento de los organismos de seguridad del estado venezolano, encontraron innumerables pruebas documentadas en fotografías y videos, que generaron una verdadera conmoción en la opinión pública internacional; la cual inmediatamente comenzó a expresarse en las voces de connotadas personalidades como el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, su homólogo en la Organización de Estados Americanos, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Comisión y el Parlamento Europeo y hasta el Papa Francisco.
Ahora surge, Claudio Fermín a encajetar el agua política, cuando en su partido originario, Acción Democrática fue incapaz de manejar las masas que le dejo Carlos Andrés Pérez, generando una dinámica proselitista y populista que fue aprovechada por Hugo Chávez Frías.
Pero el presidente Maduro creó su propia inestabilidad, ante su ausencia de coraje para controlar al bachaquero y el aparato militar con su burocracia.