Veamos el plan de Amaranta desde el objetivo final: "Es una oportunidad para recomponer y recuperar a Chávez, porque la idea (de la derecha y EEUU) es liquidar a Chávez con la intervención o el cerco sobre Venezuela."…. Para quienes hemos leído los escritos de Amaranta Rojas, "recomponer y recuperar a Chávez" nada tiene que ver con salvar a Maduro y su gobierno... ¡Estamos de acuerdo con ella!
Lo que no está claro del todo es el método, porque no se pude dejar fuera al actor principal de esta tragicomedia, es decir, al pueblo chavista que eligió a Maduro como presidente, confiando en que éste iba a cumplir un bojote de promesas, todas ellas obligadas con la palabra, el sentimiento y la imagen de Chávez. Es necesario convocar a ese pueblo y a los líderes chavistas quedados al margen mediante todos los recursos y medios de información públicos y masivos, promover debates públicos radiados y televisados, asambleas públicas y populares en espacios abiertos, Ministerios, plazas, auditorios, ¡sin "pases especiales" ni carnets!, para elegir una junta de gobierno de transición socialista. Hay que corregir el mecanismo de las manipulaciones, tanto de la derecha como de la otra derecha infiltrada de Maduro y Diosdado. Qué los venezolanos sigan decidiendo, pero mediante una forma de participación, sin manejos raros.
La sola propuesta puede resultar conflictiva, solo pensar en eso ya nadie querría tomarla en serio. Sin embargo, en el momento que se intente, seguro que la gente reacciona en la calle de forma masiva. Lo que no se intenta siempre será imposible, dicen por ahí.
Luego Amaranta dice que "Jugar a la injerencia, implica llevar por delante la Constitución Bolivariana de Venezuela." ¡Esto también es correcto!, en la Constitución Bolivariana está, además, el soporte legal de esta acción, en ella las decisiones tomadas en asambleas, cabildos abiertos, etc., son vinculantes… Lo primero es defender la Constitución, en ella está todo para volver al camino de Chávez. Hay que nombrar una justa de gobierno originaria, nacida de la voluntad popular en asamblea. Pero hay que deslegitimar a la ANC inconstitucional, convocada y manipulada por Maduro, no por el pueblo, la cual, además de no producir resultados que beneficien a las mayorías, no representa los intereses colectivos ni nacionales. Esta vez será el pueblo chavista en la calle quien convoque una junta de gobierno.
Luego, llamar a elecciones con otro árbitro electoral. Con la participación de los candidatos chavistas, no nada los de Maduro o Maduro, y la otra derecha tarifada por EEUU.
El Plan de la Patria
Por otro lado, nosotros queremos rescatar el Plan de la Patria original, la "propuesta del candidato de la patria Hugo Chávez para la gestión socialista 2013 – 2019", que es como se llama realmente, donde está elaborado un plan de acción política claro, con una estrategia fundamental que es ir de manera sostenida hacia la construcción de una nueva sociedad socialista; ¡vencer la lógica del capital! Esta es una estrategia que va dirigida a contrarrestar las consecuencias de la crisis del capitalismo mundial, ambientales, atmosféricas, detener el proceso de concentración del capital, el hambre, las guerras coloniales, todos los males derivados de esa concentración. Eso está a la base del Plan de la Patria original, así el ciudadano de la calle no lo pueda ver claro ahora. Si no cambiamos el modelo de consumo, la cultura del derroche y el lujo, el "individualismo gregario", indolente, idiotizante, el planeta se va a consumir en guerras, miseria y desequilibrios atmosféricos y ambientales quizás irreversibles. El socialismo es la única solución, el verdadero contrapeso a las manías por la ganancia insaciable del capitalismo mundial, a la competencia internacional por el control capitalista del planeta, la anarquía en la producción, todo lo cual es indetenible sin la contraparte que lo niega: una producción racional, planificada y bien repartida, que libere al individuo para su desarrollo pleno, físico y espiritual.
Todos estos asuntos son tratados en el Plan de la Patria como un sistema, el cual fue roto por una adulteración compulsiva, por un injerto sobrescrito como una especie de palimpsesto, borrando el sentido original del documento. En ese escrito está un plan político que pretende comenzar una verdadera gesta por la salvación del planeta y la humanidad, a manera de ejemplo para el resto del mundo. No se puede perder. Salvar nuestro país es salvar a la vez al resto de la sociedad en el planeta. Venezuela no se liberará ella sola de las miserias del capitalismo, y el capitalismo no exterminará a los pobres sin que destruya al planeta entero. Es imposible que todos los seres humanos vivamos como las Kardashian, sin embargo esas son las aspiraciones de vida de medio mundo. Hay que acabar con eso, hay que distribuir los recursos y la riqueza de forma equitativa y racional (a cada cual según sus necesidades y exigir de cada quién según sus capacidades), liberar al ser humano de la esclavitud al dinero y la acumulación de propiedades, rescatar el verdadero sentido individual humano, a la persona, del gregarismo consumista e idiota: ¡todo el mundo quiere ser rico! Como si eso fuera posible, por lo menos sin que en el intento desaparezcan la humanidad y la vida que la hace posible.
En eso coincidimos muchos, en rescatar el rumbo de la revolución de Chávez a través de la Constitución de 1999, en ella está todo lo necesario, conformemos una junta de gobierno chavista convocada por el pueblo chavista en la calle y desde sus propios espacios, y por todo aquel que no quiera la intervención extranjera.
¡Defendamos la Constitución! ¡Elijamos una Junta de gobierno de transición socialista! ¡Llamemos a elecciones donde Maduro y la otra derecha compitan con el candidato –o los candidatos – socialista, chavista!
Marcos Luna 27/01/2019
