El Socialismo en lo económico no surge de la nada, debe ser obra heroica del pueblo trabajador, su papel participativo en la economía, en la construcción de la base económica del socialismo, se hará en plena convivencia con los vestigios de la vieja sociedad, en la transición durara el tiempo necesario que lo permita el desarrollo de las fuerzas productiva de la clase trabajadora, el comportamiento cultural, la asimilación de la nueva cultura del trabajo, el dominio de la técnica, la ciencia del socialismo y la misma socialización de los medios de trabajo permitirá el desarrollo de la inteligencia humana, la inteligencia operativa para manejar las herramientas necesaria para potenciar las fuerzas productivas.
La vieja economía, la del capitalismo está signa por el comportamiento etológico animal, condena a la humanidad al sufrimiento, a la renuncia de los placeres de la vida, al ocio destructivo como resultado de "la permanencia de estructura prehumanas" (Carbonell y Sala, p. 227), Marx al respecto estaba claro, mientras existan clases sociales el ser humano no ha trascendido la historia, desde este punto de vista, la economía capitalista está atada a la estructura de los antiguos primates, sometidos a un proceso de hominización, todavía no somos humanos, nos limita las pautas jerárquicas, la territorialidad, la propiedad privada, los estamentos, los linajes, estamos truncados por "la etología arcaica y atávica" de una sociedad de clases generando un proceso de deshumanización sujeto "al marco redistributivo por estamentos, la familia y el país" (Ídem).
En esta época, la de transición de la humanidad al socialismo, será un proceso largo, desvincularse del "sistema de jerarquías", crear la base económica hoy significa una revolución de la agricultura, dar de alimento a la sociedad, crear una economía agrícola solidaria, productiva, capaz de asegurar de alimento a toda la sociedad, a precios accesibles, de productos de calidad, orgánicos y ecológicos ajustados a la visión eco socialista del trabajo, ajustados a la seguridad del entorno, y no solamente eso, a la par de la agricultura, un nueva rama de la misma basada en el uso de las plantas para uso medicinales, uso farmacológico, uso humanitario para prevenir las enfermedades no solo por inanición sino también por aquellas del entorno.
Se requiere una nueva "redistribución solidaria" emanada del trabajo, una nueva filosofía característica de lo humano, subordinar "la selección técnica" para humanizar la sociedad, nada debe faltar al desarrollo humano, crear mecanismos de ajustes del trabajo y el capital, un adaptación gradual, "la técnica socializada" para profundizar el desarrollo humano, el "organismo y nuestra actividad cerebral complementándola o ampliándola" (Ibíd., p.228), necesitamos desarrollar la transformación de las relaciones sociales de primate en relaciones sociales humanizadas, en relaciones sociales técnicas, "deshacernos de los hábitos de la primitiva humanización (sociedad del desarrollo desigual, de dominación, la nota es mía), de sus temores y ritos, para emerger como seres con conciencia social técnica" (Ídem).
No solo es la conciencia técnica sino también la conciencia social de las relaciones es lo importante en el caso venezolano, la expropiaciones de empresa al parecer no crearon estas premisas, la nueva cultura socialista del trabajo, tampoco se dieron en las cooperativas apalancadas por el Gobierno, la complejidad del cambio de conciencia demanda tiempo, preparación, formación, teoría y practica, una nueva ética socialista del trabajo, "situar los medios técnicos al alcance de todos….la emergencia de una nueva ética materialista para la sociedad técnica y capaz de sustentar esa transformación consolidaría el cambio" (Ídem).
Ahora bien ese "cambio" debe impulsar lo que Carbonell y Sala llama "la ultima de las socializaciones, la humanización". Debemos alcanzar el camino de "ser humano", la sociedad debe prepararnos para ello, abandonar el modelo de desarrollo desigual, de jerarquías, de deshumanización, de clases sociales, de estamentos, de elite burguesa, de clase colonizadora, dominadora, superar "el peldaño de la evolución biológica" para llegar a ser humano, humanizar la sociedad, recuperar las cualidades humanas, solidarias, cooperativas, fraternales, colectivas, emanciparnos de cualquier tutela, dominación, solo dignificándonos con el trabajo, el conocimiento y la resocialización.
Otro desafió de la revolución bolivariana, aparte de la resocialización, "el enigma de la conciencia", la alienación del trabajo y la vida, la capacidad de transformación de la revolución bolivariana debe estar en sincronía, con estrategias humanas, resocializantes, no podemos seguir a la cola del capitalismo, seguir sus políticas, financieras, monetaristas, fiscales, laborales, seguir los moldes que solo hacen reproducir el metabolismo capitalista, impedir el nacimiento del socialismo. Pongamos un ejemplo, los aumentos de salario al nivel de la canasta mínima, la redistribución populista de la renta, el estimulo del crédito a pequeños y medianos empresarios, los ajustes económicos en desmedro del trabajador, el aumento de los impuestos en particular el IVA a los bienes básicos, etc.
El socialismo necesita aumentar su "capacidad transformadora", y esto se logra solo mediante la resocialización de la cultura, el conocimiento social, la técnica, el patrimonio, los bienes, impulsar políticas de contenido y respuesta social, por ejemplo, transporte colectivo, programas de autoconstrucción social, viviendas colectivas, áreas sociales para el disfrute del ocio, tenemos que crear el rescate de la vida social, de la identidad social, la identidad colectiva, la cooperación social del trabajo, valores de solidaridad e igualdad social, la economía social productiva y solidaria.
Fuente:
Carbonell E. y Sala R. (2003) "Aún no somos humanos. Propuestas para la humanización en el tercer Milenio. Ediciones Península, Barcelona, España.