Para el logro del socialismo en Venezuela necesitamos "nuevas capacidades transformadoras", en este sentido, la etapa de transición siendo muy compleja requiere de la política pero también de la economía en una solida relación consciente socialmente, como dice Sanz R., " a objeto de diseñar y ejecutar los arreglos sociales que prefiguren el transito hacia una nueva estructura socio-económica….que revitalice la economía política….la política desempeñando un rol determinante …dado el complejo proceso de transición" (Sanz R., p. 230).
Como hemos dicho, la política al servicio de la sociedad, no de clases sociales, jerarquías, sino del interés nacional, políticas que preparen el terreno social, para ello acudieron en Venezuela, las misiones sociales, ellas abonaron el terreno de la igualdad social, de participación, de creación de condiciones para el desarrollo social, en salud y educación todo esto concurría a "la política de arreglo social" de la creación como decía el Libertador de la creación de "la igualdad fáctica", aprovechándonos del apalancamiento de la renta petrolera para nivelar la sociedad, esa estructura socioeconómica de desigualdad social heredada del capitalismo.
Debemos acabar con lo que frena el desarrollo social, el desarrollo económico y el desarrollo político, una de esas políticas en caso venezolano es la cultura del rentismo petrolero, su dependencia y el consumo a causa de la inexistencia de una economía productiva, ella no deja de cambiar los valores y patrones de comportamiento de los venezolanos, sustituir la cultura del subsidio, de los dólares, de las importaciones, de la redistribución de las rentas, por una cultura productiva, de creación de riquezas compartidas desde la perspectiva de la coevolución social del desarrollo.
¿Como se logra esa economía productiva, solidaria, cooperativa, humanística?, adoptando políticas resocializantes, una ideología humanística, descosificar las relaciones sociales, des mercantilizarlas, para eso se necesita presentar al hombre de carne y hueso, en sus necesidades, desmitificarlo, hay que develar lo que hay oculto en el mercado, el dinero, el capital, las mercancías, la fetichización del salario, la alienación del trabajo, superar la visión económica del individualismo, la contradicción mercado-anti mercado, Estado versus mercado, economía privada versus economía social, aproximando la ciencia economía al humanismo, a la expansión de las capacidades humanas, que la producción tenga como centro las necesidades humanas y no un mercado anónimo, despojar la riqueza de la piel burguesa, superar lo micro y lo macro, el enfoque cuantitativista de los factores productivos (Ver Sanz, R., p. 198-199), la economía no es dual, ni puede ser dual, la economía es una sola, es política y es social.
Debemos acabar con esa creación histórica, el capitalismo, en forma gradual, según sea las circunstancias, debemos hacer lo mismo con el Estado y con el Mercado, "hacerlo sostenible", y armonizarlos en ese proceso complejo de la transición, por ahora debe haber tanta economía de mercado como tanta economía social, pública, colocar los recursos en las manos del trabajador, acumular riqueza social, adoptar una nueva filosofía productiva y de consumo racional, sustentada en la política de ganar-ganar, "acceder a tecnología y conocimientos que faciliten una transformación productiva asentada en la competitividad" (….) orientada mas en una incorporación deliberada y sistemática del progreso técnico al proceso productivo" (Sanz, R., p. 192).
Fuente:
Sanz, Rodolfo (2002), La economía política humanística. Editora tercer Milenio S.A., Los Teques, estado Miranda, Venezuela.