El Laberinto de Maduro:
El escenario ideal marcaba, luego de la muerte de Chávez, una gran convocatoria a lo mejor del país. Las mejores mentes, los más sabios, la vanguardia, para generar un proceso de reestructuración de los liderazgos... La revolución era una idea todavía, una simple semilla y se requería un acto consciente para transformar todos los esfuerzos materiales en algo superior. Las fuerzas contrarrevolucionarias, es decir, los defensores del nuevo statu-quo no tenían ningún interés en que esto sucediera y el liderazgo, impulsado en sí mismo por los elementos políticamente mejor posicionados de la coyuntura, distaba mucho de comprender la complejidad de ésta en ninguno de sus planos de manifestación. Así pudimos ser testigos de como la concepción bolivariana de la realidad latinoamericana, que dió validez y vigencia a Chávez, se desvaneció.
Mi Responsabilidad ante la Historia
Poco tiempo después de la muerte del comandante Chávez comenzaron a verse las cabezas de la bestia surgiendo en todo lo amplio del espectro nacional. Frente a esta imagen comenzamos a formular un discurso consecuente con la necesidad de un giro radical, el cual solo parecía tener un origen posible: un cambio de conciencia. Así, con el mismo cuidado de quien no da carne a las criaturas débiles, comenzamos a vertir poco a poco numerosos conceptos fundamentales para preparar el terreno de dicho cambio. Por eso nuestros discursos, escritos, participación en foros, reuniones, etc. Debemos recordar que el legado que cayó en manos de la desviada dirección actual era grande: Unasur, Celac, el proceso de paz en Colombia, los gobiernos afines al bolivarianismo y la llegada de nuevos elementos gran-patriotas a los países hermanos.
El escenario requería una etapa de grandes sacrificios para evitar el colapso del proceso, ya que una victoria histórica para la revolución bolivariana parecía estar cada vez más cerca. Poco imaginábamos en ese momento que el primer bolivariano había sido el último y que esta realidad sería rapidamente revertida. Tampoco pensamos que la cúpula remanente vería a Bolívar como un pensamiento muerto o como un santo para prenderle una vela, tal como comprobamos en la última cumbre del ALBA. Quizás es por esta razón que, más allá de tratar de convertir el magnetismo de nuestro discurso en algunas consignas de TV y spots publicitarios al servicio de la inoperancia geoestratégica y gran-patriótica, la dirección no podía escuchar: no entendían el trasfondo real de nuestras ideas porque nuestras lealtades divergían. De esta manera sucedió lo inevitable: se detuvieron, pero el rio no se detuvo y nos pasó por encima. Y ahora la misma dirección fracasada, nos dice que ellos prevalecerán? Nuestro plan nunca fué abarcar más de lo que nos correspondía. Por el contrario, un sistema solo funciona en armonía si cada una de las partes se centra en su cometido.
Al Gobierno de Nicolás Maduro
Ustedes tiene varias salidas. Nosotros le proponemos la vía patriótica: convoquen a elecciones y háganse a un lado todos los que hayan participado de su gobierno. Devuélvanle el partido a las bases y que la dirección quede a cargo de quienes hayan advertido y no tengan responsabilidad ni participación en este desastre.
Nuestra Propuesta al País
Vamos a unas elecciones donde todo lo que tenga que ver con el actual estado de cosas deberá ser extirpado como un cáncer. Por suerte para el país, el bolivarianismo no forma parte de esta enfermedad. Muerto el presidente Chávez es momento de pasar la página, por eso proponemos poner un digno fin al capítulo chavista de la revolución bolivariana para dar inicio a un nuevo capítulo, profundamente integracionista. La patria grande no es un cliché, para nosotros es un objetivo vivo como lo son la Comunidad Europea o los Estados Unidos para sus pueblos... Lo que buscamos no es una integración a medias. Así, teniendo clara nuestra razón de ser, proponemos ir con esa misma claridad a la confrontación de dos modelos: el originario y el de oposición. Y para eso presentamos nuestra propuesta, personal al movimiento bolivariano y patriótico:
1- Depuración profunda de las fuerzas del orden. Amnistia cero. Quienes estén envueltos en actos de corrupción deberán enfrentar a la justicia y quien no lo haga, deberá ser enfrentado con todo el poder del estado. Rescate de la dignidad nacional. Militares afuera de las instituciones y empresas del estado.
2- Cambio cultural: el terreno que da vida al yo-nacional deberá ser renovado. Ni materialismo ni sumisión. Revolución moral. Estado de emergencia frente al embarazo adolescente. Castigos ejemplares a sus padres. Zonas de esparcimiento libres de borrachos.
3- Revolución judicial: La sociedad no pagará por los crímenes de nadie. El pueblo venezolano no seguirá pagando por las acciones de desadaptados o desorientados, por el contrario, la sociedad será resarcida por éstos. Los reclusos pagarán por su celda, vestido, alimentación y por los salarios del personal con trabajo. Construirán escuelas, caminos, iglesias, etc. Además, una cuota especial de trabajo les será agregada según sus delitos para ayudarlos aún más a resarcirse moralmente frente a la sociedad. Haremos un referendum para el aumento de todas las penas y que sea el pueblo el que decida, no los tratados que lo traicionan. El nepotismo será castigado con máxima severidad. Todas las instituciones del estado deben ser depuradas de mafias, amiguismo, nepotismo. La inmoral práctica de utilizar a los empleados públicos como propaganda política deberá ser eliminada.
4- Plan de pacificación nacional: De nuevo, revisaremos la pertinencia y el nivel de penetración de ideologías extrañas y sus efectos sobre el individuo. Comités de defensa popular. Prepararemos a ciudadanos de todas las comunidades para limpiarlas de delincuentes, borrachos, indigentes, malvivientes. Proponemos la creación de un "consejo nacional de sabios" donde las figuras más prominentes de las escuelas filosóficas, del ser y religiosas tengan una entrada y poder de decisión para influir directamente en la sociedad y en el desarrollo moral del individuo.
5- Cambio económico: Solo con un país saneado moralmente será posible recuperar la confianza a nivel nacional e internacional. Respeto a la propiedad privada, controles con reglas claras, fin de los subsidios a parásitos. Proponemos un equipo económico sin prejuicios ideológicos. Que sean los mejores.
6- Bolivarianismo e Identidad: Pondremos fin al proceso de permeación de ideologías e intereses externos. Ni Cuba (materialismo eurocentrista) ni USA (servilismo a bloques rivales). Que quede claro: Bolívar no es para nosotros lo que Martí es para el partido comunista de Cuba.
7- Repatriación de capitales: Una vez demostrado el regreso del orden y del estado de derecho, recuperaremos los fondos de la república a través de un proceso de repatriación de capitales robados a través del cadivismo.
8- La Patria Grande: La integración es nuestra razón de ser. No descansaremos en este objetivo: la construcción de una verdadera comunidad suramericana (no un órgano burocrático ni de propaganda ideológica) y la progresiva integración de nuestros países para, más temprano que tarde, alcanzar la creación de unos Estados Unidos de Suramérica, como Bolívar soñó. Para finalizar, dejamos este escrito como un aporte a la democracia, con la esperanza de comenzar el debate, no de los prejuicios ideológicos, sino de los líderes nacientes y los ciudadanos librepensantes. Y hacemos un llamado a nuestros compañeros a unirse a este, a sumarse con lealtad a la bandera venezolana por encima de las banderas ideológicas. Construyamos un programa con ideas propias, originales. Esto era para ayer! El candidato de la revolución saldrá de las bases! No queremos figuras, ni imposiciones, queremos ideas! Y si el nuevo presiente termina siendo el jóven Guaidó o algún bolivariano patriota, bienvenido sea, mientras la voluntad de la mayoría del pueblo y no la de un grupete quede manifestada. Lo que en este momento debe quedar claro es que los venezolanos, indistintamente de nuestra posición ideológica y a diferencia de quienes hoy gobiernan, si tenemos con que. Y si como tú dices, tu lealtad está donde de verdad debe estar, entonces hazte a un lado, no tienes excusa. Es momento de democracia, de elecciones.