Entre los silencios generados por los gritos infames de las propagandas politicas y los ruidos causados por los mutismos obscenos de la mal llamada justicia, unas voces brotan de nuestras almas queriendo articular un llamado que surta de suficiente sombra a las propuestas económicas y sociales que tanto sustento exigen para poder llevar a cabo la tarea de la reconstrucción.
Hoy, cuando clase gobernante, habiendo perdido por completo la sustancia que la acreditaba como lo que pretendía ser, nos presenta ante la situación solo propuesta extrañas y obtusas, debemos recordarnos y recordarle al país nuestra verdadera razón de ser.
¿De que nos sirve vivir en una realidad como esta si no podemos arreglarla? ¿De que nos sirve vivir en un mundo como este si no podemos cambiarlo? ¿De que nos sirve tener estas capacidades como hombres si no podemos construir cosas superiores?
Estamos cansados... ¡Hartos! de que nos digan que es lo que se puede hacer, mientras la realidad nos obliga a ver que lo que se ha hecho hasta ahora no basta.
Es por esto que decimos que no seremos grandes pensando como enanos y que seguiremos viviendo como enanos mientras eso sea lo que seamos.
Hacemos un llamado, no a los políticos, ni a los gobernantes, sino a la juventud patriótica a que transitemos de nuevo por el camino de la emancipación verdadera.
Los Estados Unidos de Suramérica.
¡Hermanos!
El sistema que nos ha tocado vivir no es justo, ni bueno. Nuestras historias coinciden en que nunca hemos logrado una estabilidad homogénea y duradera entre nuestros pueblos. Mientras tanto nosotros los jóvenes, hemos tenido que crecer y vivir con la frustración de ver como a través de la historia los más absurdos y abominables retrocesos toman forma en nuestras sociedades hasta convertirse en nuestra realidad cotidiana, sin poder hacer más que observar y, en el peor de los casos, adaptarnos al desastre.
Hoy, creyendo justo decir que la verdadera sustancia que hizo relevante al proceso revolucionario no fueron las ideologías importadas, sino la patria bolivariana, nosotros, impulsados por las ideas de integración de Miranda, Bolívar y Chávez, hacemos de nuevo un llamado al pueblo venezolano.
Nuestro llamado es a reenarbolar las ideas de integración e impulsarlas hasta llevarlas al siguiente nivel: desarrollar un proyecto para alcanzar, por caminos democráticos, esa nación de naciones por la que lucharon y murieron nuestros libertadores. A transitar los puentes construidos durante estos años, a rescatar los caídos librándonos de los lastres que los destruyen y a construir los que deben venir.
Por esto proponemos a todos quienes estén auténticamente interesados en la reconstrucción nacional, a superar los fundamentalismos políticos y a agruparnos bajo el marco de un proyecto realmente nacionalista y patriótico. Es decir, bolivariano e integracionista, antes que nada.
Por esto, y dada la más que comprobada tendencia de nuestros "líderes" a utilizar y a prostituir nuestros ideales para proteger sus intereses, nosotros excluimos, de manera enfática y tajante, tanto al gobierno como a la cúpula opositora de usar nuestras banderas y les recomendamos abstenerse de ensuciar aún más lo verdaderamente sagrado que nos queda. Y también hacemos un llamado a los patriotas a que no permitan que se siga vulnerando el ideal integracionista por parte de ningún grupo político moralmente desgastado, para sacar algún tipo de crédito político del cual carecen.
Y decimos: Es a través de la construcción de una sociedad justa, pacífica y humana que lograremos atraer hacia nosotros las voluntades de nuestras hermanas y hermanos, no a través de populismos fracasados, ideologías impuestas, ni por la fuerza.
Porque la patria, es América y América en nosotros existe en nación, los sueños de integración siguen en pie.
¡Venceremos!