La Tecla Fértil

Venezuela, Ropaje de izquierda o bajo el manto de la bota militar

Para algunos países es una desdicha carecer de imagen propia; para otros, pareciera que el riesgo está en tener una imagen demasiado fuerte. Con un perfil consistente ante el mundo, a los venezolanos, tal vez nos tienta el pensamiento de proyectar un perfil más complejo a nuestros propios ojos, que a la mirada ajena. Este es lujo propio de países viejos, como los europeos. Ante nuestros pares, sin embargo, hemos sido en distintos tiempos el pueblo más festivo y más ruidoso y también la estampa misma de la gravedad y la circunspección; del mismo modo, nuestra vida pública se ha juzgado paralizada por un sentido oriental del honor tanto como movida por el interés y la astucia.

Venezuela, esta en su mayor desafío por la unidad en un período Constitucionalista y democrático, donde unos golpistas buscan seducirla para seguir gobernándola, proclamándose de izquierda, cuando verdaderamente no lo son, parten de un concepto militarista para desarrollar las libertades públicas, cuando, entendemos que ese cuerpo militar transige con la violación de la legalidad constitucional al controlar todos los poderes del Estado y las instituciones bajo el tutelaje extranjero, léase cubanos que de una vez conquistaron y concordaron los sueños del comandante Fidel Alejandro Castro Ruz en los años 1970- 75.

La repuesta de los venezolanos esta condicionada hacia un solo sentir. No hay paliativos, las fuerzas de izquierda progresistas se encuentran confusas, ante los conceptos de fraude democrático que se fraguan para llevarnos inexcusablemente a una serie de acertijos para imponer una dictadura, bajo un criterio civico- militar. Termino que Ernesto Guevara de La Serna en cierta forma cuestiono y le valió en el tiempo, su sálida de La Habana.

Hay que destacar acá, que los inmigrantes venezolanos no viajan; huyen de la pobreza, de las mafias que los extorsionan y engañan para hacerles creer que viajan a un mundo mejor. A sabiendas que, tienen que laborar doble jornada, pero, están distantes de la bota militar que se le dio derechos para proteger al pueblo, pero, la realidad es cuestionada y hay cercenamiento de la libertad.

Por esto, Nicolás Maduro Moros no puede cumplir todo lo que promete, su ideario por querer una patria libertaria, lo condujo a entregar el poder civil y militar a un grupo de castrenses que, se encuentran a espalda de la verdadera izquierda y el pueblo venezolano y extranjero residente en el país, basta escuchar al ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica.

Es bueno, viajar por la historia, leer los perfiles de cada protagonista de la llamada izquierda en el gobierno y, observamos una gran pesadilla. Son los principales protagonistas de Washington.

"Algunos, es verdad", escribió Jon Juaristi en Sacra Némesis (Espasa), "tendremos que irnos a otra parte, pero no porque se nos expulse. Imperará aquí la norma primera de todo conformismo, la que Arzalluz me ha recordado con frecuencia en los últimos meses: si no estás contento, ancha es San Esteban, pueblo. Yo, lo confieso, me siento incapaz de presenciar el apasionante proceso de construcción de las etnias españolas del siglo XXI, de la Euskal Herria nacional, que llegaron a Venezuela cuando Carlos Andrés. De la utopía abertzale (...) Sé que, fuera de aquí, añoraré las sombras del hayedo de Urquiola, el dulcísimo acento del eusquera de Vizcaya y algún rincón de mi Puerto Cabello castizo, pero eso está indisolublemente unido a un mundo que se acaba, si no se ha terminado ya sin que lo hayamos advertido".

Sin duda, prefiero a los vascos que a los cubanos y a Hezbola y el ELN.

Toda la izquierda que se formó en el ciclo 1970- 80 es nacionalista y luchadora, allí se fue toda una juventud que yace en fosas comunes. Ahora, los nuevos marxistas, se dicen guerrilleros y viven como oligarcas, llenos de dinero, cumplen con las estrategias de una verdadera banda o grupo anárquico, no saben disparar un tiro.

El pueblo con Chávez consiguió una victoria justa, cuando estuvo a punto de ser derrotada, pero, el militarismo se impone y acaba con nuestra juventud y los ancianos, solo una fuerza de poder será capaz de silenciar esas pesadillas, provenientes de los Legado Vasco, Chávez y la voluntad de un pueblo en izar su bandera.

Franco, que era un gran vasquita, favoreció a los vascos frente al conjunto de los pueblos españoles, por eso, el nacionalismo salió del franquismo bastante preocupado por la posibilidad de una nivelación democrática y, por lo tanto, de una pérdida de los privilegios ancestrales, que vienen de la noche de los tiempos, de Tubal, y van pasando por distintas manifestaciones históricas, incluso por codificaciones forales.

Hoy, ese mismo Generalisimo Francisco Franco se pasea por América Latina y nos levanta para salir a cacereolar y decirles a los falsos burgueses y a los bolichicos que, somos una patria independentista y libre, de la verdadera izquierda y restituir la Constitucionalidad de la República Bolivariana de Venezuela.

El propio nacionalismo español, desde sus orígenes, tuvo una posición muy ambigua. Por un lado, se inventa a los vascos, en el siglo XVI, como comunidad primitiva para justificar que España existía ya en el Paleolítico, para poder decir nosotros venimos de ahí, de ese mamut hablando en euskera. Los vascos, por tanto, tenían que ser miembros necesariamente de la nación española, pero, por otra parte, tenían que mantenerse como un grupo separado del resto de los españoles, y eso crea una comunidad de esquizofrénicos. Una vez que se ha resuelto lo de ETA, que ya todos los partidos políticos son de Euskadi y se ha consolidado el privilegio, han vuelto a ese planteamiento. La definición de la identidad vasca que da el lehendakari Urkullu es que son la nación foral, que es como decir que son el agua seca, porque o eres nación o eres foral. Pero mientras esa situación se mantenga estarán conformes.

Quienes me criaron fueron militares de La Armada, hombres hidalgos y rectos en el arte militar, hoy son puros bufones, mi tío, quién me crio, guio uno de los destructores venezolanos, desde España hasta su base madre, Agustín Armario en Puerto Cabello.

Fueron militares dignos de una patria libre, hoy, el alto mando militar es una vergüenza para mi país, están bajo el control de fuerzas extranjeras, las cubanas y hombre envejecido por las frustraciones. Deseamos una patria socialista y democrática, siempre hemos sido de izquierda. Pero, la decente, La izquierda vasca, la catalana. Es historia política.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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