¿En verdad si una persona no es comunista o es sencillamente capitalista, que sentido tiene el ensañarse furibundamente contra el comunismo, que sentido tiene que le dedique horas de sueño y desvelo a algo que no existe, que finalidad halla en dedicarse a comentar sobre la fantasmagoría del comunismo, si algo es un fracaso, como pretendo tomar en serio lo que realmente es un fracaso?. Marx apenas dio unas pinceladas acerca de la nueva sociedad, el comunismo, no podía escribir al pie de detalle como se construiría en cada sociedad semejante proyecto, podemos imaginarnos el futuro social, decir que queremos una sociedad de iguales, de equidad de género, justa, solidaria, cooperativa, bondadosa y con un sinfín de virtudes a la que aspiramos en esta vida, pero la dificultad está en como lograr el cambio de la naturaleza social, el cambio de los fundamentos económicos, el cambio del edifico político, de la conciencia social.
De manera que cuando los que emprenden un proyecto social se encuentran con dificultades varias, seguro con avances y retrocesos, en medio de experiencias fracasadas tanto del capitalismo como del socialismo del siglo XX, ¿a quien endilgarle la culpa, a sus defensores, a sus progenitores o a quienes construyen el proyecto de la nueva sociedad?, ¿será verdad "Que cualquier modelo económico es bueno, solo que hace falta la persona con la capacidad apropiada para aplicarlo"?, no hay duda que quienes asumen la responsabilidad histórica de construir una "nueva sociedad" son netamente resonsables, ahora bien no es cualquier proyecto viable, en el caso de la economía, el capitalismo no es sostenible, ni sustentable, ha demostrado ser consumista de los recursos del planeta, explotador de la sociedad, deshumanizante,, proclive a destruir la paz del planeta, necesita de la guerra para dirimir sus asuntos, sostener su industria y el control de su imperio. Hay en su naturaleza, el axioma de "clara referencia a la corrupción. El hombre por naturaleza es corrupto", porque es egoísta.
¿Pero que hay del comunismo?, si bien no existe el modelo perfecto, hay clara evidencia de que en éste, la sociedad conjuntamente con el Estado se empoderan y comparten responsabilidades estratégicas de desarrollo, sectores de la economía, ni el Estado lo hace todo, ni la sociedad lo hace todo, cooperan con su trabajo para beneficiar a la sociedad, se valen de la palanca del mercado para redistribuir los beneficios, la renta. La corrupción en este sistema es una reminiscencia de la vieja sociedad, una rémora del pasado, ella está ligada a la expoliación del trabajo, al lucro, al robo del trabajo, a la creación de la pobreza social, el desnivel del desarrollo, la distribución desigual de la renta nacional, la concentración de la riqueza, lacras que el capitalismo sembró con la que a se arrastra en la nueva sociedad, con seres humanos deformes por el capitalismo.
De manera que el gobierno del comunismo tiene que lidiar con nuevas y viejas tareas, el libro extraordinario de Marx, El Capital se queda empequeñecido con las nuevas demandas practicas que exigen la nueva época, de allí que podemos pensar que lo peor de la aplicación del comunismo no es simplemente el haberse desviado de las lecciones un libro tan extraordinario como lo es El Capital, sino que no se le toma en cuenta su dialéctica y maiterialismo para avanzar de manera practica en los nuevos senderos que impone cada proceso histórico, de allí que se explique los errores que hicieron posibles la desaparición de la URSS y toda la Europa Oriental, a lo que no necesariamente está obligada Venezuela a incurrir en los mismos errores si de verdad desea construir el socialismo bolivariano del siglo XXI.
A diferencia del capitalismo cuyo sistema económico lo aplica los gobernantes, quienes legislan imponen sus leyes, sin consultar al pueblo, ni siquiera para reformar la Constitución, ellos liberales y neoliberales jamás consultan al pueblo, su democracia política es representativa, un modelo anclado en el siglo XIX, en el pasado colonial del siglo XX del Tercer Mundo, en particular en América Latina y el Caribe ni que se diga en Europa que aún perviven las monarquías constitucionales, cohabitando con demócratas liberales; por el contrario, el comunismo, es un sistema de amplia participación popular, cuyo gobierno es amplio, no son las elites quienes gobiernan, son representantes populares, no es la plutocracia, es el campesino, el obrero, el ama de casa, el estudiante, el profesional, el escritor, el periodista, el economista, el abogado, y un sinfín de representantes de los movimientos sociales, ecológicos de género, etc., quienes asumen el reto de dirigir la sociedad por primera vez en la Historia, dirigir un gobierno por la senda de la democratización de los derechos sociales, económicos y políticos.
En el socialismo bolivariano del siglo XXI, no se exige obligadamente ser comunista para disfrutar de los bienes de la sociedad, del bienestar social, tales como el derecho a la salud, a la educación, al trabajo, a disfrutar de la cultura, etc., cada quien piensa como quiere, solo que se exige, respetar la sociedad, la nación, el estado, el pueblo, los intereses sagrado de la Patria y sus bienes patrimoniales que no están en venta, enajenación alguna a proceso de privatización corporativa alguna como así se cumple en el capitalismo, se despoja de la sociedad de sus bienes sin consultar al pueblo mediante actos legislativos de golpes palaciegos.
Verdaderamente hay quienes apelan a la critica del comunismo, se hace habitual para ellos hablar de temas desconocidos, incluso ser mas marxistas que Marx, describir algo que en su cabeza solo existe, no en la realidad, imponen modelos desfasados, ven modelos donde no existe, revisan el pasado, sacan a Stalin de su tumba, rememoran el pasado, advirtiéndonos de lo que puede suceder o sucede, sin mirar si realmente sucede obsesionados por su critica al comunismo lo que hacen definitivamente es insultar la memoria de Karl Marx y ofender a quienes construyen la nueva sociedad sin aportar un gramo de verdad a la teoría de la construcción del comunismo en la nueva sociedad, se hallan dentro del mismo caldero del capitalismo para atacar desde allí con sus ideas el comunismo.
Por eso creo que es realmente insólito a que en este siglo XXI, después de haber transcurrido años de historia, de acumularse muchas experiencias económicas, políticas y sociales se siga desconociendo lo que es el comunismo, simplemente los anticomunista lo vilipendia, lo rechazan por cuanto ellos, como Perdomo, habituados a la vieja sociedad señalan "Porque nací y me crié bajo un sistema capitalista, sin colas, inflación, escasez y con todos los errores había oportunidades, nunca me imaginé al venezolano emigrando y dando lastima en otros países. Yo quiero vivir en paz, con mis pensamientos". Como es evidente el solo hecho de nacer en el capitalismo lo identifica, su crianza, ideas, idiosincrasia, valores todo son capitalistas, mal podrían defender el comunismo.
Por otra parte el haber nacido en el capitalismo sea cual sea su posición económica, el no haber hecho cola, no quiere decir que otros no lo hayan hecho, de igual modo, si la inflación es un fenómeno económico del capitalismo, también sufrió las consecuencias del alto costo de la vida, mas o menos dependiendo de la posición social, del mismo modo, en situación de crisis en Venezuela la escasez no es la primera vez que se presenta, ha estado ligado a esa lucha por la renta petrolera, por los petrodólares del Estado, el botín petrolero lo cual ha llevado al Estado a ostentar un medio de presionar a la libre iniciativa privada abaratar los precios y cuando a subsidiar los bienes que abaratan para que sea posible llegar al consumidor.
Lo nuevo del comunismo, de la sociedad de transición del capitalismo a la revolución bolivariana del siglo XXI, es la emigración forzosa, esa emigración resultado de la guerra económica, de la guerra del dólar contra los empresarios, comerciantes y productores, una guerra de precios despiadada contra el pueblo, asfixiante, criminal que le cercena el derecho a la vida, pues bien esa guerra ha obligado a la clase media principalmente al éxodo, en especial al Cartel de Lima, a esos países que propagaron el paraíso terrenal, y que ahora lo ve como estorbo, ya que no lograron obtener con la cacareada crisis humanitaria, un cambio del régimen de Maduro, por eso, denigran y despliegan xenofobia contra los venezolanos, para enfilar su odio contra Maduro, pero otra vez se les devuelve el yoyo, la Vuelta a la Patria revela donde se violan los derechos humanos, donde se atropellan los derechos del emigrante, las Naciones Unidas están conteste de estos hechos. Así que la lastima la dan otros.
Finalmente; el checo Karel Capek (1890-1938) hay que reconocerle dijo una verdad en su tiempo al revelar como nació o vivió, describe el mismo sufrimiento en la entonces Ecuador, Colombia, Perú y Brasil entre otros, en el caso venezolano a causa de la guerra económica de la burguesía y el imperialismo de los Estados Unidos contra la revolución bolivariana.
En cambio; es bandera de los comunistas unir su suerte con el pueblo, con sus desgracias, en las buenas y en las malas, al liquidar el sistema capitalista, el orden opresor que acompaña la miseria, es precisamente connatural al comunismo la cooperación y la solidaridad, la ayuda al pueblo, allí están las misiones socialistas en Venezuela como testigo, frente a un Estado que no deja de transformarse plenamente, y esto es lo atractivo del comunismo, que está con los sentimientos del pueblo, con sus aspiraciones espirituales, por eso declararse comunista en el caso de Capek reconoce "Si lo fuera me sentiría mucho mejor. Viviría convencido de que participo en corregir enérgicamente el mundo, seguro de que estoy de parte de los pobres y contra los ricos, de parte de los hambrientos y contra los peces gordos, sabría con exactitud qué y con qué motivo debo pensar, que debo odiar y que desdeñar. En vez de ello me siento como un hombre desnudo en los zarzales, con las manos vacías, no amparado en ninguna doctrina".
Fuente consultada:
Edgar Perdomo Arzola ¿Por qué no soy comunista?, Aporrea, Lunes, 25/06/2018.