La diáspora, es una palabra griega, llevada por la dispersión, llevada la diáspora por la dispersión de los judíos por el mundo, llevada la diáspora por la dispersión de los grupos humanos que abandonan su lugar de origen. En tanto que, la antípoda, aspecto límite contradictorio, de la diáspora es la concentración. La concentración es combinación latina libre, llevada, la concentración, por la resistencia aguantadora llamarada encendida batalladora del convite civil mílite conductor victorioso.
Los casos límite contradictorios, diáspora/concentración, ya real/ya virtual, asina, certidumbre/incertidumbre, certeza/duda, de la forma exceso/defecto, son aspectos límbico anversos, y siempre, entre aspectos antagónicos, ha de haber un medio gradiente abismal, palabras del filósofo estagirita, tercio incluso aristotélico profundo, punto inflexivo límite topológico, punto crucial decisivo, partícula partitiva viva, centro universal unificado, verdad profunda cortazariana socrática, verdad golondrina andarina ramossucreiana socrática, de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático, de unidad complementaria contradictoria, cuartel del golpe feroz cesarvallejoiano, presente eclesiástico oscarwildeiano borgesiano, al que tienden y del que trascienden todos los aspectos límbico anversos, hacia nuevas conceptualidades fluctuantes revolucionarias transformadoras, eterna noria notoria, movimiento real histórico espiralino sinusoidal, eterno retorno nietzscheiano. Ahí, en el tercio incluso aristotélico profundo, es donde dase, densa densa, la optimalidad ortogonal pitagórica, esto es, en donde se obtienen los mejores resultados optimalizados, de todos los métodos usados comúnmente, así, entre, medio y fin, entrada y salida, pregunta y respuesta, insumo y reacción, método y resultado socrático, método y contenido, conocimiento y poder, metas y recursos, diagnóstico y prospectiva, o sea, método y plan, de todo lo cual, nútrese la diplomacia dialéctica dialógica justa pacífica mundial negociada.
Los casos límite contradictorios, diáspora/concentración, ya real/ya virtual, de la forma exceso/defecto, en que, entre, ha de haber necesariamente un medio gradiente profundo, el tercio incluso aristotélico abismal, en donde se han de dar todas las resoluciones, contenidas en la optimalidad ortogonal pitagórica, ahí, ha de nacer el Derecho. El Derecho es creación, constitución y afirmación de la persona humana, llevado, el Derecho, por el consentimiento, la necesidad y la costumbre. Luego, de este principio establecido de la modernidad ilustrada originaria romana, determínase la subjetividad y la objetividad, las atribuciones y las obligaciones del ser y la persona humana, facultades y deberes del Continente Derecho Usual Ordinario contra el Continente Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano en pleno desarrollo waltermartineziano, en pictóricas pirámide pareadas paradójicas kelsenianas o pareadas pirámides kelsenianas límbica paradójicas, o pareados triángulos rectángulos pitagóricos villaverdeianos límite paradójicos de los casos límite contradictorios, consciencia/inconsciencia, Continentes Derechos de lo Nacional e Internacional, y entre, la Carta de la ONU, pisoteada complementariedad andarina golondrina venezolana.
Los casos límite contradictorios, diáspora/concentración, ya real/ya virtual, de la forma exceso/defecto, entre aspectos límbico antagónicos, necesariamente ha de haber un medio (1/2), el tercio incluso aristotélico profundo (1/2). La diáspora y la concentración, es uno de los casos límite contradictorios, de los más de ocho millones, llevado por el tercio incluso aristotélico profundo. Con digresión y sin digresión, una de las diásporas archiconocida del mundo, que este cura ignaro raro cleuasmo asno ha tenido en su entendimiento, es la emblemática del siglo IV, Antes de Cristo, la del pueblo judío, y que Rosa María, nombraba siempre, cuando referíase a alguien que no tenía paradero alguno en algún sitio fijo: "Fulanito, está como judío errante.", de ahí el conocimiento de esta expresión, que la vieja de la calle Alegría de San Carlos, expresara, y que traemos a la titularidad del artículo, la sinonimia diáspora y la antípoda concentración, así el carácter quijotesco cervantesiano de los términos límite trastrocados.
Los casos límite contradictorios, diáspora/concentración, ya real/ya virtual, de la forma exceso/defecto, entre aspectos límbico antagónicos, necesariamente ha de haber un medio (1/2), el tercio incluso aristotélico profundo (1/2). Fue después de la Segunda Guerra Mundial, siglo XX, Después de Cristo, cuando al pueblo judío errante, deja de ser diáspora, dispersión. Fue en 1948, fecha en que la ONU, otorgóle un franja de territorio, en donde estaba concentrado el pueblo palestino, que resiste ahora los embates del sionismo judío, que se ha dado a la tarea de dispersar al pueblo palestino, que concentrado resiste estoico, que busca recuperar su territorio conculcado, su Estado, hollado por Israel, que adquiere estatura estatal por estatus resuelto ONUiano absurdo plenitudinario planetario Seglar XXI.
Los términos límbico trastrocados, diáspora y concentración, ya real y ya virtual, de la forma exceso y defecto, han de cumplir las condiciones ya dichos, entorno al tercio incluso aristotélico profundo, indicáralo Villaverde en la Dinámica de Grupos y Educación, en Torbellino de Ideas, esquematizada mecánica imaginaria, procesos mentales resultantes óptimos ortogonales pitagóricos entre antagonismos, sin que desarróllese uno de los aspectos anversos, pues, significaría limitar posibilidades de la imaginación, que no supo barajar la directiva ONU en 1948, helo ahí, Siglo XXI, Después de Cristo, caos mundial en la zona contigua conflictiva limítrofe, Israelí-Palestina, negación absoluta del tercio incluso aristotélico profundo de equilibrio dinámico dialéctico diplomático dialógico justo pacífico, y muévese más, el tercio excluso estagirita georgebushiano, sobre el derrumbe y ruinas de Las Torres Gemelas Neoyorquinas: "O estás conmigo o estás con mi enemigo.", afirmación tan antiguo como la lógica aristotélica, símil ONUiana con Siria, Libia, Irak, Afganistán, migratoria diáspora forzosa.
Si los términos límbico trastrocados, diáspora y concentración, de la forma exceso y defecto, ya real y ya virtual, han de cumplir con las condiciones ya indicadas del tercio incluso aristotélico profundo, establecidas con firmeza diplomática. Entonces sea dicho que la negociación, que pueda acordarse entre las partes opuestas, casos límite contradictorios, de cualquier naturaleza, ya real y ya virtual, se ha de someter a los designios del tercio incluso aristotélico abismal de equilibrio dinámico dialéctico diplomático dialógico distintivo, designios, que faltóle a la ONU Siglo XX, Después de Cristo, con respecto a la diáspora judía, explícanlo los platos rotos diplomáticos, que páganlo el pueblo palestino, concentración que resiste estoica en su propio territorio para hacer valer su Estado. Ergo vergo sea dicho que la mesa negociadora dilógica maduroiana animadora de todos los países que acompañan a Venezuela por la Paz, ha de someterse a los designios del gradiente tercio incluso estagirita profundo posONUiano SXXI. Ergo vergo se dicho que, solo y sólo, la mesa negociadora, ha de someterse a los designios y admitir la tendencia del tercio excluso aristotélico georgebushiano dispersivo y ha de permitir la trascendencia del tercio incluso estagirita maduroiano concentrado fortalecido. Ergo Mesa Pacífica, no exhibirá violaciones de condiciones ni parcialidades de aspectos, mas sí, equilibrios y paradojas.