Una de las etapas más salvajes que tuvo el paro-sabotaje petrolero, ocurriría cuando nuestra industria petrolera comenzó a recibir ataques cibernéticos desde el exterior. Inéditos, en ese entonces. La godarria pro imperialista, ya estaba derrotada en el terreno de las diversas instalaciones de la industria petrolera, los trabajadores y trabajadoras revolucionarias tenían el control pleno de PDVSA. Fue entonces, que se manifestaron los ataques cibernéticos externos contra la industria y se da inicio a una nueva batalla por nuestra independencia tecnológica. El llamado cerebro de PDVSA, no era otra cosa sino el mecanismo de tercerización a una empresa externa: INTESA (Informática Negocios y Tecnología, S.A), de los servicios de automatización, telecomunicaciones e informática. INTESA, una empresa mixta, constituida entre PDVSA y la estadounidense Science Applications Internacional Corporation (SAIC), ésta última contratista del Departamento de Defensa de los EEUU, quien contaba con el 60 por ciento del capital accionario. Mediante esa empresa, el gobierno de los EEUU, ejerció su poder de control computarizado para paralizar la carga, descarga y almacenamiento de crudo en los terminales de embarques, llenaderos de combustibles y tuberías automatizadas, gracias al manejo de las claves secretas de acceso a los distintos sistemas. Incluso, mediante INTESA, el gobierno de los EEUU, se permitió hackear e intervenir la producción en los pozos, plantas de llenado y distribución en una industria altamente automatizada. Incluso, hasta las nóminas y pagos del personal de nuestra industria petrolera.
Desde Intesa, el gobierno de los EEUU saboteó permanentemente –incluso con virus– los equipos que controlaban la producción en pozos, plantas de llenado y de distribución, y también los sistemas de nóminas y pagos, entre otras actividades financieras y medulares de la industria petrolera. Llegaron al extremo de amenazar vía correos electrónicos personales, ejecutar acciones de intimidación por parte de los meritócratas hacia los trabajadores y gerentes patriotas que rechazaron obstaculizar las actividades y plegarse al criminal paro-sabotaje petrolero. Todo lo cual, afectó la producción y los volúmenes de exportación petrolera y, por tanto, de manera drástica la economía de nuestro país. Se trató, sin duda, de la primera guerra cibernética que se libró en territorio venezolano y que fue ganada por la conciencia de los trabajadores y trabajadoras patriotas de nuestra industria petrolera, que liberaron e independizaron el llamado cerebro de nuestra PDVSA. De esa gesta independentista, surgiría la empresa de capital íntegro de PDVSA: Automatización, Informática y Telecomunicaciones (AIT). Nacionalizándose por esa vía, el llamado cerebro de PDVSA, con tecnología auténticamente nacional, como evidencia de que sí podemos ser independientes y autónomos de tecnologías extranjeras.
Aquella experiencia, muy poco se asimiló en filas revolucionarias pues tres años después, el cerebro de Guri era entregado en bandeja de plata a una transnacional europea. La propia empresa, que ganó la adjudicación de la contratación para la "Modernización del sistema de control, protección e instrumentación de la central hidroeléctrica de Guri", así lo informa: "ABB se adjudicó un contrato para diseñar, suministrar e instalar los sistemas de control, de protección e instrumentación para la Central Hidroeléctrica de Guri". El llamado cerebro del Guri, se entregaba –su elaboración y diseño- a manos extranjeras. Como principal bondad de las obras a ejecutar, la empresa manifiesta que las mismas: "prolongará en 30 años la vida útil de la planta, lo ejecuta un consorcio trilateral en el que participan ABB Venezuela, ABB Canadá y ABB Suiza. La primera entrega está prevista para enero 2007" (Revista ABB 3/2006). Una de las características fundamentales del sistema automatizado creado por ABB, lo refleja en su Revista: "Tiene una arquitectura abierta que permite utilizar numerosos protocolos de comunicaciones con capacidad para interconectar con programas y bases de datos de terceros…"; lo cual, dice mucho sobre la capacidad de manipular desde el exterior a la Central Hidroeléctrica, como ha sido reflejado en la etapa actual de golpe eléctrico, comandado desde Miami por el senador estadounidense Narco Rubio. Requiere, eso sí, para tal actividad de saboteo externo, de complicidad interna; como demostrarán, las investigaciones que adelantan los cuerpos de seguridad del Estado Bolivariano.
Sobre esta materia de ciber ataques, importante ponderar la experiencia que ha vivido la Revolución iraní, esto, con motivo de su pretensión soberana de poder desarrollar libremente su tecnología nuclear. Tal atrevimiento, le ha convertido en un objetivo de guerra por parte del imperialismo estadounidense y su colonia nazisionista de Israel. Hasta de bombardeo nuclear, le han amenazado si no clausura su programa nuclear. A tal nivel de barbaridad, han llegado los EEUU y su colonia del Oriente Medio, ambas potencias nucleares. En 2010, el mundo pudo enterarse que la República Islámica de Irán había sido objeto de un ataque cibernético a gran escala. El más grande en la historia de la cibernética. El cual, afectó los sistemas de control de la central nuclear de Busheir y otras industrias. El 60 por ciento de todos los ordenadores de la República Islámica, el 20 por ciento de los ordenadores de Indonesia y el 8 por ciento de la India, también resultaron afectados por el ataque cibernético. Las pesquisas, sobre la autoría del ataque, conducirían hacia la unidad 8.200 de espionaje militar israelí y el Mossad. Irán, entonces, culpabilizó del ataque a los gobiernos de EEUU e Israel. Se descubrió la existencia de Stuxnet, un virus de una potencia sin precedentes, de extremada agresividad y complejidad. La empresa alemana, fabricante de antivirus Kepersky Labs, en sendo comunicado manifestó: "Stuxnet funciona como un arma cibernética y provocará una nueva carrera armamentista".
Una investigación independiente del periodista estadounidense James Raisin, develó entonces, que: "la CIA y el Mosad, planificaron un ataque cibernético contra líneas de alta tensión y otros sistemas vitales que proporcionan electricidad a las instalaciones nucleares iraníes". Investigación, que bien merece nuestra atención pues hay un hecho que ha pasado inadvertido para la mayoría, y tiene que ver con la llegada a la República Federativa de Brasil de un contingente de 150 integrantes de la fuerza armada nazisionista, en supuesta acción humanitaria de rescate de cuerpos de mineros muertos por el quiebre de una presa. Los medios de la derecha internacional, se limitaron a informar de su acción "humanitaria" y resaltar el estrechamiento de relaciones militares entre el gobierno fascista de Bolsonaro con el régimen nazisionista de Israel. Algunos otros, destacaron los equipos e instrumentos de alta tecnología con los que se hicieron acompañar en territorio brasileño las fuerzas sionistas. De resto, las actividades de la fuerza de tarea que estuvo o está en Brasil, se desconocen por completo, y coinciden con este ataque cibernético ejecutado contra el cerebro de la Central Hidroeléctrica del Guri. ¿Casualidad o causalidad?