Los gringos enchufados en la Casa Blanca, comenzando por Trump, son altamente peligrosos por manejar el arsenal bélico más grande del mundo, pero no dejan de ser tremendos pendejos. Se dejaron vacilar, burdamente, por unos "carajitos" hambrientos de dólares fáciles que, sin esfuerzo alguno, le sacaron al imperio, representados por Trump, Pompeo, Bolton, Elliot, Pence y Marco Rubio, todos los millones del mundo.
En efecto, unos carajos que ni siquiera saben hablar, se han llenado de billetes verdes sin sudar una gota. Ramos Allup y Edgar Zambrano, del "prestigioso" partido blanco, viendo esa papaya, se arrimaron a la candela, y se quemaron. Guaidó y su entorno, a medio hablar, sin coherencia alguna, convencieron a los dos pilares de AD para que participaran del festín. Y cayeron como unos bolsas.
Las evidencias de esa riqueza súbita están a la luz pública. Son tan brutos los petimetres, como los calificó Ramos Allup, en sus mejores tiempo, no esconden la condición de nuevos ricos. Se desplazan en lujosas camionetas blindadas, con chofer y escoltas armados. Se hospedan en lujosos hoteles, y frecuentan los mejores y más caros restaurantes de Las Mercedes, donde no sólo comen fino, sino que beben las más exquisitas bebidas importadas.
Los que están fuera del país, hacen lo mismo. Y adquieren lujosas viviendas, sea en Colombia, España o Estados Unidos. Sino que se lo pregunten al ex alcalde Antonio Ledezma, y a su hija, a quien parece que las autoridades españolas le pusieron los hierros, y no por santa, precisamente. Esos tipos son los que quieren gobernar a este país. Si ahora, sin el poder en las manos, hacen lo que están haciendo, se podrán imaginar lo que harían desde Miraflores. Los gringos están con la boca abierta… Y se lamentan haber sido engañados por una pandilla de ladrones, y aprovechadores, con ansias, elevadas a la enésima potencia, por el dinero fácil para vivir bien, como viven los ricos del jet set internacional… ¡Que descaro!
AGREGADO:
Mis próximos artículos estarán fechado desde la ciudad de Villahermosa, México. Dos motivos me obligan a viajar: uno, el de conocer un nieto que nació allí, y ver a mi nieta Arantza, y ver a mis dos hijas. El otro motivo, es el de someterme a tratamiento para mitigar mi cáncer. Gracias por todo.
Puerto Ordaz, 12 de mayo del 2019.