Los EEUU nos tiene acostumbrados a que, quien no sucumba ante sus objetivos estratégicos, debe ser desestabilizado desde todo punto de vista, incluso, pensar en secesión o medias lunas para ir debilitando y desmembrando el territorio hasta lograr el caos y la supuesta destrucción del estado – Nación, así actúan ellos. Ya lo han hecho en otros países, lo hemos comentado, incluso en Venezuela lo han intentado en reiteradas oportunidades, cambian los tiempos, las circunstancias y los actores, pero la acción injerencista por el secuestro de nuestras riquezas es la misma desde Cipriano Castro. Hoy la oposición sigue empeñada en la salida de la revolución por la vía que sea, mantienen su tesis radical de la intervención extranjera, un ala de ella está dispuesta a ensangrentar nuestras calles, pero que salga Nicolás. En Noruega se dan conversaciones para una salida pacífica, democrática y sin condicionamientos a esta situación tan critica que vivimos los venezolanos, ojala la oposición pida a Trump el cese al fuego.
Venimos con bachaqueo, desabastecimiento de alimentos y medicamentos, merma del poder adquisitivo, una tesis muy bien sembrada de ineficiencia y narcogobierno, que además los pendejos lo repiten a diario y por si fuera poco, ahora se suma el tema de la gasolina, que nos trae a esta esquina.
La situación es bien delicada sobre todo en Guayana, porque desde Barcelona hasta el Tigre hay paz, si de combustible se trata. En Bolívar la cosa se pone pelua’ el tema minero y la desesperación de nuestra gente enciende la mecha, quien tiene ¼ e´ tanque de gasolina genera la cola, Justo Noguera como vicepresidente del PSUV echándole pichón para poner orden, junto a nuestros alcaldes y la dirección estadal del partido en cada Municipio, igual los equipos políticos municipales y parroquiales que han venido asumiendo tareas siempre en función de la tranquilidad de nuestro pueblo. No merecemos estar en esta situación, tenemos los recursos necesarios. La revolución en la necesidad de hacerla irreversible, debe ser enmarcada en un proceso de planificación gerencial con visión y noción política. Lo que ocurre en el Zulia y en Táchira es desesperante y suscribo cosas que escribía mi amigo Luis Prieto hace días "el Lago y Occidente han significado para Colombia un espacio vital para el comercio mundial de carbón, petróleo, cocaína y otros opiáceos, amén del bachaqueo de alimentos y de gasolina, más de 30.000 pimpineros, con cuyos impuestos se mantiene el funcionamiento de las alcaldías fronterizas" y resulta que la tesis del narcogobierno la siguen aplicando en Venezuela. Que descaro!
Arranca un nuevo plan para atender el tema gasolina en Bolívar, mi reconocimiento a los equipos desplegados en cada estación de servicios, estoy convencido que más pronto que tarde, saldremos adelante y venceremos esta situación. Nos tocara prepararnos para la siguiente batalla, porque si ellos insisten, con su tigre de papel, nosotros no descansamos.
A LO INTERNO: Yo quiero gasolina, dame más gasolina.
