Bueno, lo hecho, hecho. Querían a Bachelet en el país como un clamor popular y quien no haya quedado complacido además, de preso político, cualquier otro inconforme. Pues, la tuvieron, la vieron, quienes pudieron conversar con ella lo hicieron y, ella hizo su trabajo como Alta comisionada para los derechos humanos y, lo más seguro que cuando afloje sus apreciaciones a nadie de los implicados les va a gustar por, bien o por mal.
Cómo consiguió el país y cómo lo dejó, eso viene después, que mejor o peor, no puede ser, ni nada va a mejorar que empeorar, lo más seguro en un país que, solamente los venezolanos cuando se lo dispongan, tendrán el país que quieran, pero por supuesto, pasarán más de mil años y muchos más y, mientras haya que robar, quién se va a preocupar por mejorar, sino sirve, ni el gobierno, ni la oposición y, los que tenían ideas de mejorarlo se fueron y, lo que queda es llorar, porque ni Trump quiere saber más de Venezuela, parece ser que le da asco, ¿y a quién no?
Y cuál pudiera ser la primera conclusión de la señora Bachelet. Pudiera decir, sin ánimo de entremeterme en las cosas de los venezolanos y venezolanas, allí no hay nada que hacer, nadie se preocupa por lo del otro, por mejorar o superar, sino en echarse mierda entre ellos mismo y, no se les ve voluntad de arreglar nada, ni de ponerse de acuerdo y su situación que depende de ellos mismos son tan mal interesados que no tienen preocupación por nada, todos dicen y nadie dice, lo vamos hacer, pareciera que se envenenaron de tal forma que están muertos, pero bien muertos en vida, no hay quien lo convenza que pueden vivir mejor, ni que Dios salga de donde está y, le diga: ya se acabo, hijos del diablo, tienen de todo y a la vez no tienen nada, ni paciencia, ni visión, ni pretensiones de salir de su crisis que ustedes mismos se han impuesto y, que todavía creen en el gobierno como en la oposición y siguen con las mismas pendejadas de todos los días, no quieren trabajar, no quieren estudiar, no quieren un carajo que en sí no saben, ni lo que quieren y, aún así siguen viviendo y lo peor y más arrecho, cada día el mismo trajín y, tienen el cinismo y quieren que otros le solucionen sus problemas que son de ustedes mismos, odiándose con una orfandad de desconsuelo que mete miedo como mentirosos y engañosos que son, con una flojera mental como si fuera la maldición de nunca acabar y, para mayor vaina, tienen la pretensión de tener dos presidentes jugando al escondite cada uno -y como hablan con una autoridad que ni en Roma- y, las decisiones que toman, lo que da son ganas de reírse de lo irresponsable que son, si es que lo son, porque en ustedes todo es dudoso, hasta la lógica se la tragaron, dejaron al país sin lógica sin razonamiento en un caos que lo que da es lástima como el pobre país en que se han convertido. Tienen y no tienen nada a no ser, unos más "vivos" que otros.
Y, lo otro es, que pudiera decir, hagan lo posible como sea, arrasen con todo que nada sirve, ni el modo de pensar, ni el modo de ser y, los que nada tenían que aportar fueron los que se entrevistaron conmigo, para alabarse cada uno a su manera como mejor que el otro que lo que daba era rabia oírlos como justos pecadores, si no tienen interés de nada, a no ser cada uno tener el poder y, para qué... quién lo responde, si todos son unos irresponsables y, unos se quejan de los Estados Unidos y, otros del gobierno y, otros de los Estados Unidos y del gobierno y, en sí en eso pierden su tiempo y nadie dice, por mi culpa, por mi grandísima culpa, en fin, allí no hay nada que hacer que no quieran hacer los mismos venezolanos que, lo quieren es la salvación de sus males de otros y ellos cómo si nada.
Y lo peor que pudiera ser la gran lección de la señora Bachelet, que dijera, que puedo yo decirles que hagan si ellos se tragan los derechos humanos como si fuera el pan de cada día y, para no tirar la piedra escondida, nos tiraría la católica frase, perdónalos Señor que sí saben lo que hacen.