Desde hace más de 5 meses, el salario de los venezolanos se encuentra congelado en 40.000 Bs. En ese período lo que no se han detenido son los precios. Ellos han continuado su marcha ascendente. Al no haber ningún tipo de control, hemos estado a merced de especuladores inescrupulosos, sean éstos nativos o extranjeros, formales e informales. Tampoco se ha frenado la guerra criminal contra nuestra moneda. Ésta sigue siendo la principal arma de ataque contra nuestra economía. Ahora el dólar criminal, no sólo se incrementa a diario, sino que su venta se ha adueñado de nuestras calles y mercados e incluso es exigida como forma de pago casi obligatoria, por algunos comerciantes y prestadores de servicios. Es, al parecer sin que a nadie le duela, una progresiva pérdida de nuestra soberanía monetaria y descarada violación de nuestra constitución.
Una rápida mirada del salario mínimo expresado en la divisa norteamericana, en el contexto latinoamericano nos ubica a Costa Rica con 593 USD, encabezando la lista, seguida de Uruguay con 461, Chile con 423 y Ecuador con 394 USD. En los 4 últimos lugares se ubican en sentido descendente, México con 160 USD, Nicaragua con 126 USD, Cuba con 15 USD y Venezuela con 2 USD. Aunque estamos claros que el Salario Mínimo por sí sólo no define la calidad de vida de la población de un país, tampoco podemos ignorar que es una referencia válida para medir el bienestar o insatisfacción de la masa asalariada de los pueblos de América Latina.
En estos días hablábamos sobre el tema un grupo de amigos y nadie se explicaba o por lo menos tenía un argumento convincente para explicar cómo pueden sobrevivir en Venezuela las familias que dependen de semejante ingreso. Tampoco muchos analistas políticos de adentro y de afuera se explican cómo es que esto no haya causado una implosión social incontrolable. Quienes han aplicado esta estrategia desde el norte ven con asombro y cierto desespero que la misma no ha dado los resultados planificados y esperados por ellos. "Asfixiando la economía venezolana y matando al pueblo de hambre", se decían en castellano y en inglés, "Maduro cae y nosotros nos adueñamos del gobierno y las riquezas del país". Han transcurrido más de 5 años de medidas unilaterales de bloqueo económico y financiero y variadas formas de guerra multiforme y Maduro continúa en Miraflores, Guaidó se desinfla, resultando ya incómodo para el mismo Trump y la oposición extremista cada día se aísla más del pueblo que resiste con dignidad.
Ahora bien, retomando el tema económico y salarial es necesario que el gobierno le preste oídos a las distintas voces que le han alertado sobre su desacertada política implementada por el gabinete económico. Hasta ahora se ha girado en un círculo vicioso, donde el problema fundamental se mantiene. La causa de fondo, como lo es la fragilidad de nuestra moneda y su ataque criminal no se ha atacado debidamente y consecuentemente el deterioro del poder adquisitivo de nuestro pueblo no ha sido frenado, sino que cada día que pasa la situación es peor.
Cuando se produjo la Reconversión Monetaria y se anunció el "anclaje" del Sm a ½ Petro, nuestro Sm se estableció en 1.800 Bs, equivalente a 30 USD. Esto funcionó alrededor de 20 días, donde parecía que se había logrado el objetivo de frenar los factores inflacionarios y especulativos. Pero al no haber el control necesario por parte del gobierno, los especuladores comenzaron nuevamente a hacer de las suyas y todos conocen lo que ha pasado hasta hoy. Tres aumentos se han producido desde entonces, el 20-11-18 (4.500 Bs), el 22-01-19 (18.000 Bs) y el 28-04-19 (40.000 Bs). La equivalencia de estos salarios mínimos al cambio del dólar paralelo respectivo, al momento de ser anunciados, fue de 4.500= 7,5 $, 18.000= 6 $ y 40.000= 6,6 $. Como puede verse lo del círculo vicioso es más que evidente, el promedio de los Sm señalados es de 6,7 $.
Al momento de estar escribiendo este artículo circula por las redes sociales en el twitter de un constituyente un nuevo Sm de 150.000 Bs (no incluye la cesta ticket) que, ¡vaya casualidad! , equivale al cambio actual,. Incluso oficial, a 7,5 $. Nos mantenemos en el círculo vicioso y esto es realmente preocupante. Las expectativas mías y de otros camaradas con los cuales estoy en permanente contacto, eran otras. Pensábamos que cuando el Presidente dijo, palabras más, palabras menos, que en las "próximas horas" tomaría medidas para proteger el salario de los venezolanos con el Petro, definitivamente se iba a sincerar y mantener en el tiempo el anclaje ofrecido hace más de un año de un Sm igual a ½ Petro.
Algunos estudiosos de la materia como el Profesor Emilio Hernández, Doctor en Ciencias de la Computación, declaró recientemente después de lo dicho por el Presidente Maduro: "Es por eso que proponemos que el Petro sea la referencia del valor del bolívar, a un tipo de cambio fijo, una vez establecido su valor en materias primas" . En la misma dirección el Profesor Víctor Theoktisto, también PhD en Ciencias de la Computación, afirma: "Un primer paso sería reformular el Bolívar y anclarlo a una paridad fija con el Petro, que siempre se podrá mantener si el Estado y el BCV emiten cuantos petros sean necesarios para la economía, con respaldo correspondiente en un volumen de producción de petróleo, superior a los 100 millones de petros inicialmente emitidos". Para ambos catedráticos de la Universidad Simón Bolívar, no existe estabilización ni fortalecimiento de la economía que no pase por la protección de la moneda de curso legal, pero además " por preservar la coherencia entre ideología política y decisiones económicas." Y como para que no quede dudas en su planteamiento el Profesor Emilio Hernández sentencia: "LO PRIMORDIAL ES APOYAR A LA CLASE ASALARIADA. HAY QUE AUMENTAR LOS SALARIOS. PARA ESTABILIZAR LOS SALARIOS E IRLOS INCREMENTANDO A VALORES RAZONABLES, PRIMERO HAY QUE ESTABILIZAR EL BOLÍVAR".
Me tomé la molestia de indagar sobre los precios de 7 rubros de la cesta básica en dos ciudades de Suramérica: Santiago de Chile y Medellín. En ellas el costo de la vida es de los más altos del subcontinente. Pues bien, los rubros en cuestión fueron: carne de res, pollo, pasta alimenticia, arroz, azúcar, harina de maíz y carne de cerdo. La suma de los precios de estos rubros, a razón 1 Kg por c/u es de 18,1 USD en Santiago, 17,86 en Medellín y de 14, 1 USD en Venezuela. Ahora bien, con un Sm en Chile de 423 USD, se podrían comprar 23,37 combos de los ya aludidos, en Medellín un "paisa" con un Sm de 247 USD adquiriría 13,83 combos, pero un Venezolano con sus 40.000 Bs (2 USD), da hasta pena decirlo adquiriría 0,14 combos. ¿Es o no preocupante y peligrosa esta situación? ¿Se está o no abusando de la gallardía y conciencia del pueblo venezolano? ¿Qué hace más daño, el que estas cosas se digan o la actitud complaciente o cómplice de no decirlas?
Para los ubicados en la acera oposicionista, debo decirles que tampoco es cierta la frase mil veces repetida de que "antes vivíamos mejor" y que algunos de vista y memoria corta, comparten. Allí está el "caracazo" de hace 20 años como un mentís emblemático, con su lamentable cifra de gente humilde asesinada en las calles e incluso estando ya en sus humildes ranchos. Hay algunas cifras y realidades que es bueno recordarlas y quienes quieran verificarlas lo hagan. Para el 2007 Venezuela tuvo un Sm de 286 USD, uno de los más altos de América Latina para ese entonces. En 1997, diez años antes en la IV república, el Sm era de 154 USD, lo que quiere decir que en ese período la Revolución Bolivariana incrementó el Sm, expresado en divisa estadounidense, en 85,71%. A quienes les gusta expresar el "desarrollo" en crecimiento económico en el 2004 Venezuela tuvo un crecimiento de 18,3%, luego de superar los efectos de los golpes de abril de 2002 y el golpe petrolero de finales de ese año e inicios del 2003. El crecimiento promedio del Producto Interno Bruto entre los años 2004 al 2007, fue de 11,8%, el más alto de Latinoamérica y uno de los más altos del mundo para ese período. Pero ese era un crecimiento con justicia social, donde los índices en alimentación, salud, educación, deporte y recreación eran también de los más altos en América y el Mundo.
Entonces, se trata de que, dentro del asedio, el bloqueo económico y financiero y guerra multiforme a que es sometida nuestra patria, multipliquemos la eficacia en el orden económico. Tomando las palabras del mismo Presidente Maduro, "cambiar lo que haya que ser cambiado". No podemos permitir que los logros alcanzados en estos 20 años se vayan derrumbando y la Revolución Bolivariana "se nos vaya por la borda". Comenzar por la estabilidad de nuestra moneda es la premisa básica fundamental, para avanzar en una verdadera recuperación económica. Sea, a través del oro o a través del Petro, pero hay que atreverse a dar el paso audaz para derrotar el ataque criminal a nuestra moneda. "NO PODEMOS OPTAR ENTRE VENCER O MORIR, NECESARIO ES VENCER"