El movimiento espiralino sinusoidal cíclico ludovicosilvaiano, es contenido de la segunda ley de la dialéctica, de la acción recíproca, en que tesis implica hipótesis, en que teorema indirecto implica teorema directo, en que slash (/) es diagonal del cuadrángulo rectángulo socrático, de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático diabético difuso, optimalidad ortogonal pitagórica, en que han de darse los mejores resultados del entendimiento ético estético espiritual, políticos económicos sociales, inmejorables, en que el torbellino de ideas einsteinianas define los conceptos, en golpe feroz cesarvallejoiano teleológico hacia niveles superiores, eterna noria notoria del cambio de la primera ley de la dialéctica, engastada la primera ley con la segunda ley, en que en el slash (/), ha de darse la unidad y lucha de contrarios budaiana heraclitoiana, en que abrevaron Hegel y Marx, y, la transformación de los valores jerarquizados y los valores polarizados, a saber, la transformación de los valores cuantitativos en valores cualitativos, sin saltos de talanquera, sin vuelos de gallera, sin saltos cuánticos, en la difuminación continua espectral del trecho estrecho arrecho del dicho y del hecho, en que el análisis sociológico indica que a los hechos políticos económicos sociales correspódeles la ley que ha de regirlos. A lo que el filósofo venezolano Ludovico Silva, dijera: "Una de las cosas más difíciles que hay para la mente humana es captar, aprender, aprehender, y, percibir el movimiento espiralino sinusoidal cíclico real histórico, o sea, el movimiento histórico eterno en el momento mismo en que estamos viviendo, en el momento mismo en pleno desarrollo, y, es bien difícil de aprehender." Vale decir, que el movimiento espiralino sinusoidal cíclico es continente que contiene los contenidos de los acontecimientos en pleno desarrollo, en que tirios y troyanos, amigos y enemigos, conocidos y desconocidos, le es difícil de procesar en la mente y en el magín, debido a la parcialidad de los aspectos límbico antagónicos, lo que genera un desequilibrio, un desajuste real emocional mental, en que el sube y baja, slash, no es de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático diabético difuso, lo que crea el salto de talanquera y el vuelo de gallera, y, engendra, desajustes reales emocionales mentales políticos económicos sociales ecológicos culturales mundiales, en que han de manifestarse los acontecimientos justos y exactos en el momento de producirse, en pleno desarrollo ludovicosilvaiano.
El movimiento espiralino sinusoidal cíclico ludovicosilvaiano, algo nuevo ante el sol ludovicosilvaiano, que nada nuevo bajo el sol eclesiástico, es contenido de la segunda ley de la dialéctica, a lo que el filósofo venezolano Ludovico Silva, lo dijera, ut supra. Vale decir, que el movimiento histórico real espiralino sinusoidal cíclico, eterna noria notoria, es continente que contiene los contenidos de los acontecimientos en pleno desarrollo, que tirios y troyanos, amigos y enemigos, conocidos y desconocidos, en valores jerarquizados y polarizados, le es difícil de procesar en la mente y en el magín, en que surge la conjuntiva disyuntiva "O" exclusiva aristotélica georgebushiana, del 11/09/2001, voladura de Las Torres Gemelas Neoyorquinas, debido a la parcialidad de uno de los aspectos límbico antagónicos, lo que genera un desequilibrio, un desajuste real emocional mental, en que el sube y baja, no es de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático diabético difuso, lo que crea el salto de talanquera y el vuelo de gallera. Todo esto deviene de la página web del correo del Orinoco, http://www.correodelorinoco.gob.ve/la-historia-es-siempre-ciclica-en-animal-politico/, a saber: "La historia es siempre cíclica en «Animal político», original de Jesús Farías, está haciendo reflexionar mucho al espectador que se sumerge en esta obra de apenas una hora de duración. El relato nos centra en un encuentro en Nueva York a finales de 1948 entre el tumbado presidente Isaías Medina Angarita y Laureano Vallenilla Lanz, futuro asesor ideológico del dictador Marcos Pérez Jiménez. Una reunión donde entre líneas ambos sueltan mucho de su forma de ver el poder, aparte de realizar muchas comparaciones con nuestra historia política latinoamericana, hace que estos protagonistas de nuestra historia en el pasado siglo, muestren que todo es posible «en la asquerosa política». Juan Carlos Ogando, quien interpreta a Medina Angarita destacó que «el teatro sigue siendo una referencia, porque se dicen cosas que no nos gustan. Es interesante que el teatro venezolano trate la historia para que ver pasó y que podemos hacer para no repetir los errores. Esta oleada de teatro histórico es una forma de reencontrarnos. Y además este texto de `Animal político` nos pega de frente, porque nos muestra que la historia es muy cíclica. Todo lo que dicen estos personajes en esa época, tú les cambia los nombres y pareciera que estuvieras diciéndolo esta misma tarde. O la historia es cíclica o cometemos los mismos errores. Por eso esta obra impacta a la gente. Estamos hablando de algo que pasó en 1948, pero las palabras resuenan en este 2019. Esto es lo que me conmueve, pero a la vez me angustia, me arrecha. La obra nos pone frente a la nariz que somos gente repetitiva una y otra vez como sociedad, que no aprendemos de nuestros propios errores». Cuando se le inquirió sobre si Medina conspiró o no contra Gallegos, fue muy cauteloso: «Él aunque no conspiró directamente por estar enfermo, busca a Vallenilla Lanz y lo marea. Esta conversación existió, fue real. La deja anotada Vallenilla en un libro. Aunque es una especulación mía, la conspiración de Medina era porque quería regresar a Venezuela. Y tal como estaban las cosas no podía hacerlo. Quería morir en Venezuela. No tenía sentimientos de venganza y sinceramente fue el más civilista de nuestros militares en el poder. Yo no soy partidario de los militares en el poder, porque ellos están para otras cosas. Yo soy más de buscar al gerente, el que arma equipos, que trabaja en pos de un desarrollo y donde el bienestar de cada individuo es lo que lo inspira». Por su parte, Germán Anzola interpreta a Vallenilla Lanz: «Lo que más me llamó la atención es que la historia es cíclica. Mi personaje vino a jugar el mismo papel con Pérez Jiménez, que el que jugó su padre con Juan Vicente Gómez. Aparentemente es un tipo de principios y lo interesante es que todo lo que él critica lo hace. Esa arrogancia por su apellido, donde dice defender la democracia, pero él ayudó a montar en el poder a Pérez Jiménez y a mantenerlo. Él fue el poder intelectual que estaba detrás del dictador y eso pasa con todos los dictadores: siempre tienen unos intelectuales que los montan, aunque muchos no siguen porque se dan cuenta que han creado un monstruo. Sin embargo, hay otros que siguen hasta el final como Vallenilla, quien estuvo con Pérez Jiménez hasta su caída». Anzola considera que «los políticos se forman con unos principios maravillosos como los abogados o todos los que estudian una carrera humanista que influye directamente en la sociedad por su manera de pensar. Sin embargo, los sistemas políticos son bellos en el papel, pero cuando los tienes que poner en práctica, vienen el dinero, las cuotas de poder, los intereses de otros. Tú no llegas como presidente de un país con una manera ingenua de pensar, el que quiere hacer las cosas bien sin dejar presionarse por nadie. En la realidad eso no es así, porque siempre alguien te monta ahí, sean empresarios, otros políticos o diversas personas. Para satisfacer a todo el mundo, al final tú tienes que ceder en muchas cosas, en especial en tus principios»." La obra de teatro, está fundada en la segunda ley de la dialéctica, en la acción recíproca, en el encadenamiento de procesos históricos espiralinos sinusoidales cíclicos, que hay que soportar con análisis sociológicos sostenidos, a ver si los hechos históricos nefandos no se repitan, en alguna espira o ciclo de lo espiralino cíclico que reclama la obra, y, de esa forma significativa conmovedora ideológica, llénase la conciencia, del teatro animal político, que choca dos veces con una misma piedra y muérdele la mano a quien le da el pan, y a buen seguro que no se ha de arar en el mar. Que al decir asquerosa política, es repetir la frase del Libertador, con las experiencias, endenantes, de Colombia, Argentina, Brasil, Perú, Ecuador, Panamá, Chile, Mexico, y, tener pendiente, endespués, a la ironía cervantina quijotesca de la historia: "Depósito de las acciones, madre de la verdad, émula del tiempo, testimonio de lo pasado, aviso y ejemplo de lo presente y advertencia de lo porvenir." La historia, nos advierte de los hechos y del comportamiento.
Si el movimiento espiralino sinusoidal cíclico ludovicosilvaiano, algo nuevo ante el sol ludovicosilvaiano, que nada nuevo bajo el sol eclesiástico, es contenido de la segunda ley de la dialéctica. Entonces sea dicho que con el filósofo venezolano Ludovico Silva: "Una de las cosas más difíciles que hay para la mente humana es captar, aprender, aprehender, y, percibir el movimiento espiralino sinusoidal cíclico real histórico, o sea, el movimiento histórico eterno en el momento mismo en que estamos viviendo, en el momento mismo en pleno desarrollo, y, que es bien difícil de aprehender."