Amigo opositor no se haga de rogar para asistir el 16 de este mes a lo que será el mayor acto de transición que según -Ramos Allup- debe significar el redescubrimiento de Venezuela y, para usted y los suyos y los demás hay un mundo infinitamente fabuloso de libertades por delante para volver a la democracia juanbimbera de la Patria grande como nunca vista que, siempre con los adecos se gobierna mejor, pero por ahora le corresponde el turno al compañero autoproclamado. Eso sí tienen que asistir vestidos de cualquier color que puede ser, de blanco, de azul, de verde, de negro y hasta de morado, pero menos de rojo, no señor, recuerde que lo rojo no nace donde quiera, no se le ocurra disfrazarse de traidor que, ese es un color inoportuno como pavoso, además que ese día es el día de la resurrección de todos los muertos políticos que todavía andan en Venezuela pagando penitencia que, los acerque al poder y, ustedes como retrógrados victimarios lleven en ebullición la bandera de siete estrellas, la que ondea en todos los corazones que aman esta Patria y, quiéranla como un deber de la Constitución a lo Guaidó.
Ese día los asistentes se deleitarán hasta el cansancio, por lo que no se escatimará esfuerzos para que ustedes muertos de rabia y de hambre aguda: dejen de disfrutar hasta que sus cuerpos aguanten, de hallaquitas con chicharrón, dulce de lechosa con vainilla, huevos chimbos maracuchos a lo Guanipa, pastel de chocolate sucrense pintado de celeste, morcilla carupanera picante, salchicha rosada al ajillo, besitos de coco coreano, pan de jamón, pernil apureño, y como buenos comensales no les faltarán las Hayacas caseras de los adecos, además, se bailará y habrá bebederos de ron criollo a costilla de la nueva independencia en camino que, Guaidó la ha recubierto de mucha alegría, para que sean felices sin angustias que la angustia mata cuando no, seca el ánimo, tal como lo ha hecho este gobierno que, no tiene consideración ni comprensión de entender que le ha llegado su hora. ¡Manos a la obra, compañeros!
Eso sí, se hace imprescindible, traer gomeras o chinas, tumbarranchos, molotov en sus distintos manejos, piedras puntiagudas, enlatados de picapica curepiana, arroz con clavos, manolitos, y todo lo que a ustedes se le ocurra fabricar para celebrar a lo grande ese día que, marcará la nueva Historia de Venezuela con la oposición democrática haciendo uso de su poder, poder que como mayoría en reserva de acaparamiento político le corresponderá ejercer al inolvidable presidente Guaidó que, resurgirá ese día como un Lázaro renovado para ponerse a administrar lo suyo. ¡Gloria a Dios y a la CEV!
Es obligatorio como oportuno y hasta necesario: hacer público que se escogió ese día por el ser: Día Internacional para la Tolerancia y, como tolerante que ellos han sido están hartos de que Maduro siga en el poder con tantas revueltas que hay en la actualidad en varios países de Latinoamérica y, Venezuela no podía ser la excepción como sí lo es Colombia, Perú y tantos otros modelos para el mundo de excelentes gobiernos que hasta Trump los ama y colabora con ellos a cómo sea. ¿Será que Trump odia a los socialistas?
Entonces, pueblo de Venezuela, que la incompetencia no los cubra de miedo como enemigo de todo proceso que enderezará las malascostumbres de este gobierno dudoso de porvenir que, ha invadido nuestros espacios económicos y, la buena gente como loca se ha ido a pasar más trabajo a otros países que por ellos en particular se buscará su regreso para que vengar a defender y trabajar después ese afortunado día 16 con el nuevo gobierno de transición, que los vestirá de victoria. ¡Victoria popular por siempre!
El presidente Guaidó anda como un mismo soldado levantando las banderas de la prosperidad por venir -lo que no sabemos si es para los pobres o, para los ricos o, para ambos por el bien de toda Venezuela, para que no lo olviden nunca, nunca más. ¡Guaidó, Guaidó! Toma tu tomate.
Desde el 16 de noviembre, nuestras Navidades están aseguradas en manos de Guaidó, pero Navidades en paz, ni con candela, ni con guarimbas que es lo más seguro como hombre serio y responsable de palabra y acciones por demás, que es el presidente Guaidó y, por él en lo adelante seremos felices y nadaremos en el río de la riqueza sin pobreza como debe ser.