Gracias al Señor que nos ha dado tanto, nos ha dado la voz, nos ha dado la risa y también el llanto que, si a ver vamos a los venezolanos nos darán en lo adelante un santo, a quien lo han tenido en el Vaticano encerrado en penitencia de años y, tardíamente le han reconocido uno de los tantos milagros que el Dr. José Gregorio Hernández, ha hecho por los pobres venezolanos que, quizás por eso la demora de canonizarlo, que quizás si hubieran sido en pro de los ricos, estaríamos saltando de alegría desde hace años y, a lo mejor con más milagros en su reconocimiento de un verdadero santo, que en lo adelante lo compartiremos con el mundo como todo un santo próspero que nos pondrá cuando, se lo pidamos a disfrutar de su benevolencia espiritual espacial sin exigencia ninguna. ¡Epa doctor, acuérdese de mí!
El Dr. José Gregorio Hernández desde hace años ha sido el santo más solicitado por los venezolanos cuando en problemas han estado, porque somos tan malos agradecidos que cuando tenemos algún percance o, somos sometidos a cualquier martirio vivencial, acudimos a los santos, es decir, que de lo contrario no los tomamos en cuenta y cuando somos desahuciados, no encontramos forma que alguien nos dé más vida y, entonces apelamos a los santos y vírgenes por su poder divino y, en ese derretir de emociones nos entregamos de lleno sin ningún capricho. Te necesito, te necesito y Venezuela más.
Hemos de recordar que José Gregorio Hernández sin ser santo todavía se le aparecía a la gente y realizaba sus milagros ocultos que después se hacían públicos a su agradecimiento que, hasta hay quienes dicen que fueron operados o, algún familiar por él y de allí comenzó a ganar fama, porque la fama también existe dentro de la iglesia, viéndolo desde el punto de vista de realización más oportunamente cuando se necesita o se ha solicitado llegará el milagro y como la fe jamás, según, la iglesia se debe perder, y con fe, posiblemente llegará el milagro de la salvación y, la gente del pueblo, solicita la ayuda y ofrece a cambio cumplir con ese ofrecimiento en beneficio de la iglesia que, es la que se queda con el regalo ofrecido y entre más clientes, mejor para la iglesia que, acá en la isla como caso particular: unos ladrones se robaron el tesoro de la iglesia del Valle, donde la Virgen tiene todas sus adquisiciones que ha logrado acumular por sus milagros concedidos o no, y, no han de creer que los ladrones naufragaron mar adentro rumbo al estado Sucre y, meses después un marino que buceaba encontró el botín y han de creer que ese fulano lo devolvió todo al cura de esa iglesia, olvidando la frase de El Quijote, "A quien Dios se la diere, San Pedro se la bendiga". Un verdadero milagro para la iglesia de ese santo buzo, que pudo haber sido el mismísimo José Gregorio. "Pedir más sería tentar a Dios", ¿no les parece?
De ahora en adelante Dios nos iluminará con más misericordia y, nosotros felices, gracias a la iglesia católica que siempre se sale con la suya pues, los santos hacen sus milagros y ella acapara los beneficios de los santos y santas que reciben en recompensa por los milagros que, por agradecimiento se bajará -pobre o rico- con lo ofrenda que, si no es en oro es en plata que después partirá al Vaticano a ofrendar su riqueza que lo más seguro será convertida en qué, pues en algo, en algo.
Por bien, porque por mal no es, aspiramos que nuestro santo en parte, que ahora será de todo el mundo, nos ayude a salir de este atajo en que nos tienen Maduro por un lado y Guaidó y los Estados Unidos por el otro, y no vaya a ser cosa que los milagros en lo adelante lluevan a favor de uno y del otro que, José Gregorio, es del pueblo y no sabemos si era revolucionario o capitalista que lo más seguro de algo debió de ser y, que en lo adelante no debería tener ningún dueño y, más bien nos llene de prosperidad como llena a la iglesia católica y, no lo conviertan en un negocio solamente de ellos que se acuerden de los pobres, aunque sea en sus oraciones, algo así como, Dios que no haya tanto pobre dentro de la pobreza mundial y, que los pobres desaparezcan para siempre que entre más pobres más problemas, pero no para el loco de Trump que los mantiene enjaulados.
Y, que nos queda decir si algo pudiéramos decir, que Dios ilumine a Venezuela que los problemas que tenemos, difícilmente lo resuelva ningún santo por muy milagroso que sea, pero, son tantas las dificultades que tenemos que hasta un buen milagro a nuestro progreso y grandeza será bien recibido, ni importa el día ni la hora, lo que importa es que sea lo más pronto posible. Que todo milagro ilumina una ilusión y ella envuelve un sentimiento que con la paz del Señor, lo esperaremos. Y bendito aquel que será bendecido.