La medida de todas las cosas

Hemos recibido de Protágoras de Abdera, antes de Aristóteles de Estagira, que: "El hombre es la medida de todas las cosas: De las existentes, que son; de las inexistentes, que no son." De Parménides de Elea, antes de Aristóteles de Estagira, que: "El ser es; el noser no es." De Heráclito de Éfeso, antes de Aristóteles de Estagira: "Vivimos en un mundo plagado de sucesiones armónicas simultaneas contradictorias, del descender y del ascender." De Buda de Lumbini, antes de Aristóteles de Estagira: "Vivimos en un mundo plagado de contradicciones de la forma ser y noser." De Pitágora de Samos, antes de Aristóteles, la optimalidad ortogonal samosiana en la hipotenusa del triángulo rectángulo." Del Quijote de Cervantes: "En la naturaleza cada cosa engendra su semejante y su antípodo." Y, entre todos los casos límite contradictorios, la ironía quijotesca cervantina, tal tercio incluso aristotélico profundo. De Alicia de Carroll: "Los niños son la medida de todos los hombres." De Whitman de EEUU: "De la penumbra surgen iguales elementos contrarios." De Antonio Machado de España: "Busca tu complementario, que marcha siempre contigo y suele ser tú contrario." De Julio Cortázar de Argentina: "La verdad profunda rayuelaiana es la similaricadencia tautológica imitativa del perfecto enunciado profundo." Tanto como el tercio incluso aristotélico profundo. De José Antonio Ramos Sucre de Venezuela: "La verdad peregrina andarina golondrina socrática entre el medio y el fin, entre el método y el resultado." Tanto como la similaricadencia imitativa platónica del tercio incluso aristotélico profundo. De Kosko de EEUU: "La ciencia es la medida de todas las cosas." De este cura ignaro raro cleuasmo asno de Cojedes: "La ciencia es la medida de todas las cosas y nocosas, del entendimiento y del no entendimiento, y, entre estos casos límite contradictorios borrosos, el tercio incluso aristotélico profundo, la filosofía abismal, el hombre abisal." De los Vedas de La Enciclopedia Religiosa más antigua del mundo, de la modernidad ilustrada originaria de la nueva orientación einsteiniana: "El ser y noser, casos límite contradictorios borrosos, continente de continentes, que contiene a los contenidos del entendimiento y de la estética ética espiritual, esto es, ciencia y estética ética religión."

Hemos recibido de Protágoras de Abdera, antes de Aristóteles de Estagira, que: "El hombre es la medida de todas las cosas: De las existentes, que son; de las inexistentes, que no son." Protágoras metía su teodolito contradictorio borroso, en los aspectos límbico antagónicos difusos, las cosas existentes y las cosas inexistente; en las perspectivas límite paradójicas difusas, lo que es y lo que no es. Protágoras metía su teodolito contradictorio borroso en lo que afirmó, endespués, Aristóteles en La Gran Moral, que entre el exceso y el defecto, forzosamente, ha de haber un medio. Y, ese medio brotó del derrumbe de Las Torres Gemelas Neoyorquinas, el 11/09/2001, con el sublevado discurso ahistórico georgebushiano: "Estás conmigo o estás con mi enemigo", en que aparecióle criada respondona al tercio excluso aristotélico de la lógica elemental, el tercio incluso estagirita, y entre los tercios, excluso e incluso, tal como exceso y defecto, el medio, el tercio incluso aristotélico profundo. A este tercio incluso aristotélico profundo, endenantes, violo Protágora, antes que Aristóteles, entre las cosas existentes, que son; de las cosas inexistentes, que no son, entre lo que es y lo que no es; Protágoras viole la coleta a Aristóteles y tomósela. Protágora, vio al hombre como el medio de equilibrio dinámico dialectico dialógico difuso, entre lo que es y lo que no es, o sea, el tercio incluso aristotélico profundo, que estuvo escondido por más de tres mil años en La Gran Moral. El hombre abisal, en correspondencia y relación con la filosofía abismal, lo que le ha faltado a la política, a según don Pepe Mujica, a mas y a más, a la política le ha faltado la ironía cervantina quijotesca, en que una buena dosis hale de asentar a los pronunciamientos de Donald Trump de EEUU, padre del embuste, la mentira, el engaño, la añagaza y el arrugue, en que no puede ver que alguien grúñele altisonante, que vésele la pata lisa, a la deplorable mentira llameante imperial, junto a todos sus satélites y seguidores, y, entre tantos, el ministro de relaciones exteriores de don Pepe Mujica, Luis Almagro, endenantes, execrado por el presidente uruguayo, después de sus andanzas y santas agitadas en la OEA. El presidente Pepe, aró en el mar, al presidente charrúa, fallóle la filososfía y fallóle la política, al punto de que Uruguay, hoy, es territorio de la derecha, danzando entorno a Almagro, endespués, querido Pepe, tarde piaste pajarito, como decía el presidente refranero venezolano, Luis Herrera, en similaricadencia imitativa repetitiva del Quijote (II, 53). Con digresión y sin digresión, el hombre es la medida de todas las cosas protagoraianas, entre natura y persona.

Hemos recibido de Protágoras de Abdera, antes de Aristóteles de Estagira, que: "El hombre es la medida de todas las cosas: De las existentes, que son; de las inexistentes, que no son." Protágoras metía su teodolito contradictorio borroso, en los aspectos límbico antagónicos difusos, las cosas existentes y las cosas inexistente; en las perspectivas límite paradójicas difusas, lo que es y lo que no es. De Kosko de EEUU: "La ciencia es la medida de todas las cosas." A Kosko, lo obnubiló Aristóteles, pese a que en su texto, El Pensamiento Borroso, Bertrand Russell, mando al carajo a Aristóteles, no sabemos si el filósofo matemático lógico británico escudriñaría afondo la Gran Moral Aristotélica, y su teodolito lógico matemático, capturara en los textos del filósofo de Estagira, la necesaria y forzosa clave de la borrosidad el medio entre el exceso y el defecto, casos límite contradictorios difusos, y, por la calle de en medio, el tercio incluso aristotélico profundo, en que dase, mas y más de tres mil años de mandato el tercio excluso estagirita, y el filósofo de Estagira, dase con las espuelas en La Gran Moral, con el tercio incluso aristotélico profundo, que hízole falta a Albert Einstein como elemento para la concreción de la teoría holística unificada, pese a que, Einstein, rozó la borrosidad, cuando expresara que : "En la medida en que las leyes de las matemáticas se refieran a la realidad no son ciertas, y en la medida en que son ciertas no se refieren a la realida." Einstein, muestra los casos límite contradictorios borrosos, la realidad y la irrealidad, lo cierto y lo incierto, mas y más, Aristóteles negárale el tercio incluso estagirita abismal, que no barruntara el científico de la teoría de la relatividad para la teoría holística unificada. Más y más, Kosko, tampoco vio este dato, del tercio incluso aristotélico profundo, del exceso y del defecto, de la Gran Moral Aristotélica. Mas y más, aun y aún, que sí viéronlo, Gustavo Cirigliano y Aníbal Villaverde, en la Dinámica de Grupos en el torbellino de ideas dialécticas einsteinianas, en que presentan los aspectos límbico antagónicos, tanto lo consciente y lo inconsciente, como la realidad y la irrealidad, como lo cierto y lo incierto, einsteinianos, en que expresan su equilibrio dinámico dialectico dialógico difuso, para los mejores resultados inmejorables en la optimalidad ortogonal pitagórica, en la diagonal contrarrecíproca socrática del cuadrángulo rectángulo, de los casos límite contradictorios, tanto de lo consciente y de lo inconsciente, como de los insumos y de los resultados, del método y del resultado, del cuadrángulo rectángulo del esquema básico cibernético de la retroalimentación, en que está presente el tercio incluso aristotélico profundo, que sostiene el equilibrio dinámico del sube y baja, del descenso y del ascenso, el equilibrio entre natura y persona, el hombre en equilibrio con la naturaleza, contra el calentamiento global y el cambio climático, sin preponderancia de ninguno de las singularidades de las palabras pareadas paradójicas luisalbertomachadoianas. Y, decir esto, es porque Kosko, limitase a que la ciencia como entendimiento, arrumba a la ética como moral; arrumba a la estética como belleza; y, arrumba a la espiritualidad como religión; a sabiendas que la filosofía abismal, la deseada de don Pepe, es equilibrio dinámico dialectico dialógico difuso, la filosofía abismal, es el hombre abisal la medida de todas las cosas. El hombre abisal el desconocido de Kosko, y, que cuadra su balanza a favor de la ciencia, y el sube y baja, se sostiene del lado de la ciencia, niega a Whitman, niega a Cortázar, niega a Alicia, al Quijote, y al venezolano José Antonio Ramos Sucre, mas y más, aun y aún, a todos los arriba mentados, niega a Einstein, y, niega, hasta a los vedas profundos, o sea, no ve en el exceso y en el defecto, el tercio incluso aristotélico profundo. No ve, la filosofía protagorasiana abismal, el hombre abisal que es la medida de todas las cosas, y, si esto no se ha visto todavía, no es sino por culpa de una sola y sóla persona, de los casos límite contradictorios, natura y persona, la persona de Aristóteles, que descuadró la balanza, que escondió el tercio incluso estagirita profundo por mas y más de tres mil años, en preponderancia del tercio excluso, contra la tesis de ciriglianovillaverdeiano, de lo consciente y lo inconsciente, y, el equilibrio entre estos aspectos límbico antagónicos borrosos. Tercio excluso aristotélico de la lógica elemental estagirita, hasta que George Bush y demás presidentes del imperio de EEUU, abusaran, de él, y, con señalada saña audacia imperial, sobreviniera el derrumbe de Las Torres Gemelas Neoyorquinas. Todo esto ha sido expresado, y, encuéntrase en depósito en la página web de Aporrea, para mayor información.

Si hemos recibido de Protágoras de Abdera, antes de Aristóteles de Estagira, que: "El hombre es la medida de todas las cosas: De las existentes, que son; de las inexistentes, que no son." Entonces sea dicho que Protágoras metía su teodolito contradictorio borroso, en los aspectos límbico antagónicos difusos, en las cosas existentes y las cosas inexistente; en las perspectivas límite paradójicas difusas, lo que es y lo que no es. Ergo vergo sea dicho que el atraso en el desarrollo equilibrado de la ciencia ética estética religión, tiene nombre altisonante bien grande ¡ARISTÓTELES! Ergo vergo sea dicho que hase de afirmar: ¡Viva Protágoras, la filosofía abismal y el hombre abisal, tercio incluso aristotélico profundo, como medida de todas las cosas, entre natura y persona!

Otrosí: Hase de entender que Protágoras veía al hombre sin preponderancia sobre la mujer, en que mujer y hombre, macho y hembra, masculino y femenino, varón y hembra, cóncavo y convexo, casos limite contradictorios borrosos, en el contradictorio borroso 69 cojedeño, seis y nueve, que han de sostener el equilibrio dinámico dialéctico dialógico difuso, desde donde han surtido y surgido nuestras leyes, en que la mujer avanza, tiende y trasciende de dicho equilibrio juntamente y en coyunda con el hombre abisal quijotesco, de entre las semejanzas y las antípodas.


 



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Miguel Homero Balza Lima


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