Es el turno de la Asamblea Nacional Constituyente

En las circunstancias actuales se notan más las malas decisiones de Maduro. En un conflicto verdadero, donde se pone en riesgo al país más allá del gobierno, inclusive, de los logros alcanzados por Chávez, la tozudez del presidente será responsable de la pérdida de la nación física y la nación espiritual, no nada más de la revolución, como diría el madurismo – o de su simbolismo, porque la revolución ya no existe de hecho –. Por su soberbia será responsable de que el pueblo no pueda resistir o pelear por una causa justa sino sacrificarse por la juvenil y estúpida petulancia de sus dirigentes.

Maduro y los "sobrados" de Jorge Rodríguez y Diosdado deberían ahora voltear la mirada hacia el chavismo y no seguir postrados a Trump para que los escuche; eso es humillante y ridículo, además de ser un pésimo ejemplo desmoralizador para el pueblo chavista, la base de apoyo del madurismo. Su ambigüedad no los salvará.

Sin el chavismo el madurismo no existe, y créanme que son dos cosas diferentes. El madurismo es lumpen, no cree en nada, solo aprovecha, es oportunista como los chacales. El chavismo popular sigue creyendo en que maduro representa a Chávez y que los malucos, los traidores son otros, que maduro es inocente de todo lo que pasa. A diferencia de muchos, nosotros no creemos en la inocencia de Maduro: es demasiado torpe inclusive para disimular su responsabilidad en todo por lo que ahora sufre la sociedad venezolana (después de seis años ¿Cómo se le ocurre pedir un informe de lo que está pasando dentro de PDVSA?, eso se llama cinismo)

La ANC tiene la pelota, es a ella a quien le corresponde el compromiso serio de volver por el camino de Chávez, pararle el trote a los intereses privados y alejarlos del gobierno o cambiar el gobierno, convocar a los líderes chavistas y trabajadores exiliados y expulsados, liberar los presos; relevar el gobierno por una junta patriótica de resistencia y reconstrucción nacional revolucionaria, con carácter revolucionario, moralizadora, de cambios profundos. Debe hacerlo ya, más tarde se perderá todo, mucho más que un gobierno escuálido que no gobierna, ¡todo!, la soberanía sobre el territorio nacional, sobre el gobierno, nuestras leyes, todo.

Con una sociedad dividida en pedacitos seremos presas fáciles del imperio y sus lacayos de Colombia y Brasil, el país quedará reducido a nada.

Sobre la Asamblea Nacional Constituyente – donde ahora legalmente reside todo el poder – recae el peso del destino de Venezuela, no es cualquier cosa, es un peso histórico. Las demandas que un constituyente, claramente ignorado en esa asamblea, Luis Britto García, les hace a sus colegas diputados (Compatriota constituyente, Aporrea, Por: Luis Britto García | Martes, 18/02/2020) deberían servir como orientación de todo lo que se puede y se debería hacer para corregir los entuertos de maduro y su gobierno fallido, desde el lado del socialismo y de los socialistas: volver a Chávez. Ya es tiempo de que sustituya a Diosdado, Pedro Carreño y similares, de esa presidencia impuesta por el miedo y la mentira, y se debata sobre el destino del gobierno inepto y de todas las directrices hechas por incapaces y agentes infiltrados de los intereses privados. De ellos depende una transición pacífica hacia un gobierno de recomposición social y rescate de la revolución socialista, un gobierno que de verdad gobierne, sin pragmatismos, sin caminos fáciles, verdaderamente revolucionario, que acompañe y se haga acompañar por la sociedad.

La Asamblea Nacional Constituyente debe generar debates, además de conformar un nuevo gobierno; es evidente que este no sirve. No se trata del equipo económico, se trata del gobierno en su totalidad, acabar con la mentira y la incapacidad, necesitamos un gobierno los pies sobre la tierra sin perder la estrategia socialista, sin dejarse embaucar con el cuento chino de la mano invisible del mercado, de la "autorregulación" económica y el pragmatismo.

Hay que volver a Chávez, y ahora le toca el turno a la Asamblea Nacional Constituyente ganarse un puesto en la historia. Constituyentes: apoyemos las demandas del diputado Luis Britto García, sin personalismo, con nobleza y desprendimiento patriótico.

Maduro, Diosdado, Pedro Carreño, los Rodríguez etc., solo representan una ideología fallida, al pragmatismo, al oportunismo reformista, o peor aún, al lumpen sindicalismo, como dicen en el Arado y el Mar, no son objetivos personales. Lo que importa en este momento es cambiar el rumbo político y económico y unir de nuevo a la sociedad, moralizarla, entusiasmarla, volver a tomar el control a favor de la revolución socialista.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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