Insólito!: migrantes venezolanos reclutados por EEUU para sembrar y recolectar coca

  1. La pandemia haciendo estragos en la economía mundial y Colombia aumentando a la vez su producción de coca. Pero ya todo esto se venía previendo. En los dos últimos años, gran parte de los braceros para la siembra de coca venían siendo tomados de los miles de inmigrantes venezolanos. Un negocio muy bien planificado y que debe investigarse profundamente. En los últimos meses, por ejemplo, Colombia ha podido expandir sus áreas de producción a tres mil hectáreas más. Va viento en popa el negocio predilecto de los gringos, y esto por exigencia de Estados Unidos y la Unión Europea. ¡Lo que van a ver es de terror! Esto, al tiempo que Trump duplica el despliegue de barcos de combate y soldados en el Caribe para así ayudar a que los cárteles se afiancen durante la emergencia mundial del coronavirus. Es una estrategia que busca intensificar la presión contra el gobierno revolucionario del presidente Nicolás Maduro, intentar su derrocamiento, en momentos en que le urge a la mafia gringa del narcotráfico, con sede en la Casa Blanca, aumentar los envíos de cocaína a los mayores centros de consumo del mundo.

  2. Lo que tanto Estados Unidos como la Unión Europea quieren evitar es que se les torpedee el movimiento de la droga hacia el Norte y hacia Europa. Obsérvese que el consumo de droga tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, a pesar del CORONAVIRUS sigue imparable y creciendo. Es el crecimiento de la distribución lo que impulsa a que Colombia ordene el crecimiento de sus siembras de coca, todo esto con la protección de las nueve bases militares que Estados Unidos tiene en Colombia.

  3. El estadounidense Toby Muse acaba de publicar un libro en el que pone al descubierto gran arte de este monstruoso negocio de Estados Unidos, y en todo momento apoyado por la Unión Europea. Toby Muse realizó multitud de entrevistas en Colombia para su estructurar este libro sobre el comercio de la cocaína. En él, el narcotraficante llamado Alex es una figura central, hasta que lo asesinan. "Yo no quería que me dijera nada que pudiera lamentar más tarde", recuerda Muse de esos encuentros. "Mi temor fue siempre que se iría a casa, se pusiera a mirar al techo y dijera: ‘Ojalá nunca hubiera dicho eso. Tengo que ocuparme de atar esos cabos sueltos".

  4. Toby Muse es un periodista que vivió en Colombia 15 años, y pudo publicar "Kilo: Inside the deadliest cocaine cartels – from the jungles to the streets" [Kilo: Dentro de los carteles más mortales de la cocaína, de las junglas a las calles], un trabajo en el que él le sigue el rastro a la cocaína desde los campos del oriente de Colombia, donde raspachines venezolanos (recogedores de hoja de coca) viven bajo el control de grupos armados, hasta las costas del mayor consumidor mundial de la droga: Estados Unidos. Estos raspachines venezolanos no son otros que los reclutados por miles de los que ingresaron a Colombia por la misma campaña comunicacional mundial para propiciar que cientos de miles compatriotas emigrasen al "paraíso colombiano".

  5. En el proceso, Muse ofrece un vistazo sin precedentes al ejército de pandilleros, asesinos, proxenetas y traficantes necesarios para que un gramo de cocaína llegue a un bar en South Beach. Fíjense como este norteamericano pone hincapié en el asunto de la distribución de la droga en EE UU. Todo lo que cuesta llevarla, es la clave y para eso la gran operación al mismo tiempo para protegerla. El mayor cartel de droga del mundo, por lo tanto está en la Casa Blanca.

  6. El que introduce en todo este mundo de la droga a Muse fue un tipo que trabajaba para los narcos, un tipo que les buscaba mujeres, y una persona muy importante en ese mundo social… Dice Muse: "Cuando estos hombres están pensando en el trabajo —los autos deportivos y el dinero— también piensan en las mujeres. Es imposible separar el sexo del comercio de la cocaína. Y con el paso de los años pude conocer a muchas más personas a través de él". Resulta que el Servicio Guardacostas de Estados Unidos procesa numerosas pacas de cocaína decomisadas en un barco en el Pacífico oriental. Los carteles de la droga muchas veces imprimen un logo en las pacas que identifica a quién pertenecen. Este traficante escogió el logo de Gucci. Esta carga, valorada en $18 millones, fue encontrada flotando en medio del océano.

  7. Agrega Muse algo revelador de que todo está planificado en este mundo para que el narcotráfico nunca se acabe, sino que por el contrario vaya creciendo, en popa: "Cuántas veces hemos tenido estas entrevistas con policías o personas que libraban la guerra contra las drogas y todo lo que decían seguía la línea oficial, pero al final de la entrevista, cuando apagaba la grabadora, decían: ‘Naturalmente, sabemos que no podemos ganar en esto’. Queda claro que la Casa Blanca es la primera interesada en que este negocio crezca y se mantenga en el tiempo.

  8. Muse dice que en este asunto es la historia no oficial la que está más cerca de la verdad. Sostiene tajante: "Muchas personas saben que la guerra contra las drogas no se puede ganar. ¿A qué se parecería entonces una victoria? Yo no tengo la solución, pero puedo decirle que la parte más crítica y brutal de la guerra contra las drogas no está funcionando. Eso lo puedo afirmar al 100 por ciento. ¿Y ahora qué hacemos? No tengo idea".

  9. Sostiene tajantemente Muse que los narcotraficantes de medio pelo entienden muy claramente que el alto nivel de riesgo les da derecho a mucho dinero. "No quiere reducir el riesgo, porque eso reduciría las ganancias. El bajo mundo, el mercado negro, se nutre de estas personas comunes y corrientes y las convierte en millonarios. Fíjese lo que sucedió durante la Prohibición [de vender alcohol] en Estados Unidos. No creo que Al Capone tenía nada de extraordinario. Era un tipo violento, implacable, cualidades que le permitieron triunfar en el mercado negro. No creo que El Chapo o Pablo Escobar tuvieran nada de extraordinario, pero tenían esas cualidades: violencia, crueldad, inhumanos, ambiciosos. Así que si colocamos a estas personas en el mercado negro, se vuelven multimillonarios. Nuestras políticas son las que han creado a estos hombres". Y con esas políticas, mafiosos como los Reagan, los Bush, los Clinton, Obama y Trump han podido ser presidentes.

  10. Hay a la vez otra guerra solapada que se está produciendo tanto en EE UU como en Europa, y es impedir que el negocio de la cocaína se legalice. "Miren –dice Muse-: cuántos decenios demoró el movimiento de legalización de la marihuana en lograr su meta. Fueron décadas de activismo de base, el apoyo de personalidades, y finalmente lo están consiguiendo. No veo que el movimiento de legalización de la cocaína y la heroína siquiera haya comenzado… No hay una organización política activa. Incluso si comenzaran la próxima semana, demorarían 30 años en conseguirlo… Y en los próximos 30 años no sé qué haríamos para impedir que sigan muriendo tantos hombres y mujeres en esta guerra contra las drogas que ya sabemos está perdida. El cultivo de coca aumentó 52% entre 2015 y 2016, de 96,000 hectáreas a 146,000 hectáreas…".

  11. Y dice Muse algo clave que revela los montones de carteles de la droga que maneja la Casa Blanca. Dice "-Por una parte, los consumidores tienen una responsabilidad total en esto, y creo que es importante que sepan de dónde sale la cocaína que consumen, toda la miseria, la avaricia y la violencia que tuvo que imponerse para producir ese gramo de cocaína. Por otra parte, y regresamos a la Prohibición, no creo que miremos atrás y pensemos que el villano eran los hombres y mujeres que querían tomarse una cerveza al terminar su semana de trabajo…. Sí, el consumidor es totalmente responsable de la demanda, y la cocaína es capitalismo sin tapujos ni respeto: es pura oferta y demanda. Pero me parece que son las políticas las que crean el caos."

  12. Ahora bien, la oligarquía colombiana se ha prestado dócilmente a este negocio con Estados Unidos, siempre apoyada por la Unión Europea en todo. Dice Muse: "Cuando se mira a Colombia como el mayor productor.... se puede decir que Colombia le falló al mundo, pero eso es un error. El mundo (entiéndase EE UU y la UE) le falló a Colombia. ¿Qué país en todo el mundo implemente una mayor reducción de demanda de la cocaína? No conozco ninguna iniciativa importante en Estados Unidos o Gran Bretaña para reducir el consumo de cocaína. De la misma manera que exigimos a Colombia ir a estas zonas y destruir los cultivos de coca, ¿qué hace Estados Unidos para reducir su demanda de cocaína? Pienso –dice Muse- que los colombianos son capaces de criticar a otros países de la misma manera que los critican a ellos. Pienso que Colombia puede preguntar a Europa y Estados Unidos qué han hecho para reducir la demanda".

  13. Cuando a Muse le pregunta El Nuevo Herald: En este momento, Estados Unidos ha lanzado una campaña masiva de interceptación de narcóticos en el Caribe con el fin de detener la salida de drogas de Venezuela. ¿Qué piensa de esto? Muse responde: "Es una cosa rara cuando la gente alega que Venezuela es un narcoestado, aunque no produce un solo gramo de cocaína. Entiendo que la cocaína se mueve por Venezuela y obviamente hay que seguir investigándolo. Pero cuando se habla de la cocaína que llega a Estados Unidos, el mayor corredor mundial es el del Pacífico oriental. Esa es la cocaína que sale de la costa oeste de Sudamérica, la costa de Colombia y Ecuador. La mayor parte de esa droga se dirige a esta zona sin ley entre México y Guatemala… Yo estuve tres semanas con el Servicio Guardacostas de Estados Unidos y estaban deteniendo embarcaciones que llevaban tres, cuatro, cinco toneladas de cocaína. Muchas de esas embarcaciones se dirigían a la frontera entre México y Guatemala, donde son recibidas por los carteles mexicanos, que se ocupan de llevarla a Estados Unidos, que el mayor consumidor mundial de drogas".

  14. Al preguntársele a Muse: En las casi dos décadas que usted vivió en Colombia, ¿observó que la guerra contra las drogas tuviera resultados positivos?, CONTESTA: Cuando yo llegué a Colombia estaba en vigor el Plan Colombia, un esfuerzo de $7,500 millones del entonces presidente Bill Clinton. El objetivo era que los militares desarticularan la industria de la cocaína. La meta del Plan Colombia era reducir el cultivo de la coca en 50% para 2005. Veinte años más tarde, tenemos más cocaína que nunca antes. La gente piensa que la era de Pablo Escobar fueron los años dorados de los carteles. Eso no es cierto, ahora hay más cocaína que nunca antes. El gobierno colombiano ha anunciado una nueva meta: para 2023 quiere reducir la producción de coca a la mitad. Sencillamente nos movemos en círculos, y cada vez que la gente dice que hay que reevaluar la guerra contra las drogas, muchos afirman: ‘Todo lo que hace falta es un poco más de guerra y podemos ganar’. No tengo la menor idea de cuál sería una victoria en esta batalla". Y CONCLUYE: "Si usted cree que la guerra contra las drogas debe continuar, muy bien, alegue a favor de eso. Es algo que puede alegarse. Pero nadie cuestiona buena parte de la guerra contra las drogas. Es posiblemente el mayor fallo de política pública y rara vez veo decir nada sobre eso en los medios de comunicación".




 



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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