El contrato firmado entre la compañía estadounidense Silvecoop y el diputado a la Asamblea Nacional (AN), Juan Guidó y difundido por el Gobierno Nacional podemos definirlo como pacto de exterminio masivo de la población venezolana, concebido bajo la dirección Donald Trump con la supervisión del Presidente de Colombia Iván Duque. El objetivo central de la incursión armada de Macuto (La Guaira) y Chuao (Aragua) era quitarle la soberanía a los venezolanos y a su vez detener o asesinar al presidente de la República, Nicolás Maduro. Igualmente el pacto tenía como fin la destrucción de los servicios públicos del país como los acueductos, hospitales y centrales eléctricas, neutralizar puentes viales y aeropuertos. Esta acción de invasión de Venezuela, va unida a la incautación de bienes propiedad de Venezuela, lo mínimo que debe hacer el Gobierno venezolano es demandar el hecho ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU. Han pasado los días y lo que los venezolanos exiliados en Florida consideraron un chiste se ha confirmado como realidad, con muertos y detenidos. Entre estos, dos exsoldados del Pentágono, Luke Denman y Airan Berry. El asunto incluso ha llegado a la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump y el secretario de Estado Mike Pompeo negaron cualquier responsabilidad en la trama.
La incursión de un grupo armado, que hace una semana intentó iniciar acciones terroristas en la República Bolivariana de Venezuela, y derrocar al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros, hecho de extrema gravedad que atenta contra el principio que define a América Latina y el Caribe, como una zona de paz. El imperialismo estadounidense y su aliados de manera especial: la Unión Europea y el cartel de lima no valoran la férrea unidad del pueblo venezolano, su conciencia pacifista, ante estas agresiones exhortamos a todas las fuerzas progresistas del mundo, a respaldar la iniciativa de Diálogo Humanitario de Paz, formulada por el Presidente Nicolás Maduro. Además debemos de reconocer el titánico esfuerzo realizado por el pueblo y el gobierno Bolivariano por contener, con éxito, la pandemia del Covid-19 que hoy azota al mundo entero.
A pesar de que la misión de la OEA es defender la unidad regional, este organismo se ha convertido en un instrumento colonizador dominado por el gobierno norteamericano y ello ha devenido en la suspensión y expulsión de algunos de los miembros opuestos a esta postura, como es el caso de Cuba en 1962. Debido a la política entreguista de la OEA y al papel de bufones que desempeñan sus máximos dirigentes al servicio de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, algunos Gobiernos regionales lo catalogan de ministerio de colonias de Estados. El silencio de la OEA, la hace cómplice de la invasión ordenada a territorio venezolano por Donald Trump, con la participación de Iván Duque, sin el silencio de la OEA es una vergüenza, también lo es no señalarla como tal, hasta ahora el ministerios de las colonias ha pasado al margen de este proceso de invasión, esto indica de que esta hecho Almagro, que guarda este peón del imperialismo estadounidense en su corazón y en su conciencia, que hará la historia con este traidor. Me pregunto si Pepe Mujica duerme tranquilo que, es el creador de este hombre que no tiene Patria.
En mi condición de venezolano, de militante de la revolución y conocedor de la realidad política venezolana, considero que en este momento debemos de colocar todos los esfuerzos del Estado, en seguir atendiendo la Pandemia del Coronavirus de manera exitosa como lo hemos hecho hasta ahora, aumentar la producción en todos los productos y elevar a nivel de excelencia la prestación de todos los servicios. También es prioritario retomar el activismo político partidista, nombrar el nuevo Consejo Nacional Electoral, avanzar en el proceso electoral de la Asamblea Nacional, sin violentar las normas establecidas para la protección del País contra el Coronavirus.
