La decisión del Tribunal Supremo de Justicia, al establecer la omisión legislativa de la Asamblea Nacional nombró a los nuevos rectores del CNE, para corregir tal omisión, de acuerdo con lo establecido en el texto Constitucional Bolivariano, abrió el camino para la realización de las elecciones de diputados al parlamento nacional este año, como corresponde de acuerdo con la CRBV. A los fines de ampliar la participación en el proceso electoral parlamentario próximo de los partidos políticos de la oposición, que han optado por el camino electoral, institucional y democrático. La Asamblea Nacional Constituyente, aprobó un acuerdo constitucional que permite la participación de todos los partidos políticos de la Republica, en las próximas elecciones aun no estando al día en su reglamentación. La ultraderecha y el fascismo apuestan a la violencia y a la muerte para destruir la Revolución Bolivariana. El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó, por votación unánime de las rectoras y rectores que lo integran, declararse en sesión permanente para organizar las elecciones en las que se elegirán a las diputadas y los diputados a la Asamblea Nacional para el período 2020-2025. La decisión del cuerpo colegiado del CNE se ajusta a lo establecido en artículo N°7 de las normas sobre el régimen de sesiones y deliberaciones del organismo comicial.

En cuanto a la decisión tomada por el TSJ Y asumida con valentía por los nuevos miembros del CNE, encontramos reacciones de los EE.UU, la Unión Europea, el cartel de lima, la OEA, la banda de los cuatro y para sorpresa de muchos el grupo de contacto internacional sobre Venezuela, evidencia el carácter profundamente antidemocrático, son los mismo que durante veinte años han sometido a Venezuela a la agresión y al asedio. La democracia no son solo elecciones, es la participación del ciudadano común en la conducción de Estado, la diferencia con el capital que nos agrede es que en Venezuela hablamos de democracia participativa y protagónica: Consejos Comunales, Comunas, Misiones, Grandes Misiones, como lo indica el Preámbulo de la CRBV. Solo el socialismo garantiza los derechos de los pueblos, incluido el derecho democrático de elegir y ser elegidos.

El 7 de diciembre de 2015, el mundo se enteró de la primera derrota electoral del chavismo, una derrota en las elecciones parlamentarias en Venezuela. A los revolucionarios nos dejó un trago amargo esa derrota de hace cinco años: lidiar con una derecha envalentonada, apoyada por el imperio estadounidense y sus aliados internacionales. Eso conllevó al PSUV y a sus movimientos políticos y sociales aliados a trabajar duro, para recuperar los espacios perdidos y reorganizar las fuerzas políticas y gubernamentales, a fin de prepararse para la nueva batalla parlamentaria. Las masas revolucionarias desmovilizadas electoralmente y algunas descontentas, dejaron que la ultraderecha conformada por 24 partidos y agrupadas en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se apoderaran de 112 diputados contra 55 del Gran Polo Patriótico (conformado por 18 partidos). La derrota del 7 de diciembre del 2015, fue inmediatamente reconocida después que el CNE, dio el resultado que proclamaba ganador a la oposición, no cantamos fraude, no descalificamos al árbitro, actuamos como Chavista, como demócrata que, somos y hoy decimos que vamos a elecciones parlamentarias en democracia.

En estos últimos cincos años, el PSUV y sus aliados, se ha fortalecido y ha venido madurando como partido. Ha reagrupado sus fuerzas, las ha organizado en todo el territorio, en las comunidades y sectores. Los ataques imperiales a nuestra economía, las medidas coercitivas y el bloqueo financiero estadounidense contra nuestra patria, han fortalecido la unidad nacional revolucionaria. El PSUV y los partidos del Polo Patriótico y más de 60 organizaciones y movimientos sociales a nivel nacional están más unidos que nunca. Hoy tenemos en mejores condiciones un PSUV, una RASS, líderes de UBCH, jefe de comunidades jefe de calle, Consejos Comunales, Comunas que, no son de papel, es gente real, son líderes reales. Con esta fuerza vamos a las elecciones parlamentarias en democracia.