La eficacia gubernamental debe mezclarse con la aceptación social para tener éxito. Hay un área real en la estructura del Estado que crea tramos valientes para el bienestar social que, a su vez, origina un tejido político para confeccionar programas sociales y abrazar a los hombres de la ciudad, tanto esclavos como libres. Los primeros se encuentran sometidos al Estado y los segundos o el segundo nivel descriptivo son aquellos que mantienen su rebeldía. Es el quehacer político diario que aparece como una construcción simbólica para elevar un proyecto común y omiten en la sociedad sus grupos al cual pertenecen.
En Venezuela, hay una caracterización del gobierno que lo proyecta como un Estado Socialista, cuando esto, es falso y sus determinantes son totalmente neoliberales y utiliza el dólar como su moneda y de allí su fracaso en la proyección económica por su devaluación monetaria original y las contradicciones geopolíticas- territoriales en los límites fronterizos, donde se están excavando los ríos y montañas para extraer minerales preciosos en detrimento de nuestra fauna, especies naturales y población ancestral que vigila por años nuestro escudo amazónico.
Ciertamente, hay muchos temas por mostrare y, otros con caracterizaciones políticas e ideológicas. Es que nos muestran en ese campo una noción de gobernabilidad, pero, esta combinada con hilos de distintas formas o manera de visualizar el pragmatismo. La gobernabilidad, es una nueva concepción metafórica y controversial que enriquece la discusión pública y ha creado confusiones en la agenda de las políticas mediocres del presente tiempo, multiplicando las confusiones y, ha dificultado el aprovechamiento eufórico de algunos debates públicos, es una manera elusiva de alejarse de los diálogos y conversatorios que implican un rechazo social y el destino de una sociedad venezolana que refleja un tránsito incierto en este ejercicio democrático, a pesar de tener bajo su enfoque un aproximado de siete canales televisivos y una multiplicidad de emisoras radiales.. Simplemente, estamos controlados en tres áreas, un ala militar triple, donde no hay una voz de mando única, nos encontramos entre cubanos, iraníes y por último una oficialidad venezolana neutra, cuyos oficiales ejercen oficios menores como monitorear soldados limpiando las playas, limpiando áreas de vegetación o sembrando árboles en los cerros.
Necesitamos un verdadero campo militar y urbano para resguardar la sociedad civil. Políticos como líderes y de la política. Como conducción. Somos socialistas desde 1959, lean la historia política nuestra.
Necesitamos, dialogar de una manera sincera y clara y abrir polos de relación de gobierno a oposición, teniendo presente el entorno social, tenemos ciudadanos alimentándose de la basura y esto, implica no tener gobernabilidad. Estoy refiriéndome que necesitamos niveles de aplicación en las políticas públicas del Estado, (sistema, régimen, Estado, gobierno), por lo que el concepto de gobernabilidad jamás puede reducirse a un esquema dicotómico simple a la hora de caracterizar una situación empírica concreta.
De este modo, necesitamos eficacia en la acción del gobierno y aceptación social para romper la inestabilidad del Estado y lograr una confortable fuerza económica que desarrolle sus paradigmas. Los ciudadanos, debemos ser capaces de tomar verdaderamente esas decisiones por nuestro bienestar social y aceptación política para generar legitimidad en la acción del gobierno populista y caracterizar una situación empírica concreta y adecuada para el desarrollo de una verdadera dimensión geopolítica.
Por ello, los modelos de orientación del Estado, deben estar regidos por verdaderos líderes y diplomáticos de carrera al igual que nuestros futuros asambleístas, es un verdadero desafío esta nueva agenda política que debe tener los niveles adecuados de acción para tener previsibilidad en el comportamiento de los distintos actores sociales, es bueno remarcar lo ético porque hay verdaderos agentes del infortunio que vienen alimentándose del dólar y creado núcleos de poder que afectan a la sociedad venezolana y cuyos intereses provienen de esferas altas de la funcionabilidad del Estado como ente rector de nuestra economía.
Hay que dejar la ingenuidad política y dejar de hacer desliz autoritario, porque hay muchos intereses para destruir la estructura del Estado, es una oleada en crecimiento y cuyo sabotaje proviene desde la época de Carlos Andrés Pérez con la nacionalización del petróleo, luego del comandante Chávez con la construcción del ferrocarril y la renovación del transporte público. Ahora, el cambio de nuestro signo monetario de Bolívar Soberano a Dólar, cuando, lo que escuchamos por los canales televisivos es el descredito de Donald Trump, toda una falsedad fúnebre por parte de una generación apocalíptica y que venció a los mileniums.
Es una lucha generacional hacia una nueva economía marcada por una pandemia que curso sus puntos de ascenso desde2013 hasta febrero de 2020 donde se extendió un virus provocado por una de las potencias mundiales que desea controlar la marihuana, hoja de coca y amapola a través de la Ruta del Sol.
Nos quieren ver que hay una americanización de la cobertura política, pero existe un espiral del silencio. Se debe leer más y entender las interpretaciones públicas fuera de las redes sociales, cuyos contenidos nos dan un sesenta por ciento de falsas noticias. Pero, es lo generacional. Solo, les interesa que hablemos y no utilicemos la razón como recurso del análisis. Cada quién, debe llevar su agenda personal y minimizar lo que sucede en el exterior, somos zombis
Se quiere aislar al individuo, tenerlo encerrado en sus casas. En 1987, la autora e investigadora alemana Noelle Neuman expresó:" La opinión pública es la opinión dominante que obliga a la conformidad de actitud y comportamiento, en la medida que amenaza con el aislamiento al individuo disconforme o con la pérdida de apoyo popular al hombre político".
Esta pandemia, tiene su razón de ser, igual que la ineficacia de los poderes del Estado, Latinoamérica ha sido debilitada por los grandes consorcios de la economía y que en Venezuela asentaron el dólar como un recurso que solo favorece a las grandes mafias de comercialización que van en contra de las clases sociales y militar. Pero, el militar cayo en el juego de los inescrupulosos y no tiene dialogo para debatir asuntos internacionales porque son parte de esas transnacionales y perdieron su horizonte castrense sobre la territoriedad.